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El Señor de los Anillos: La Tercera Edad

El Señor de los Anillos: La Tercera Edad

Rol, pero poco.

Tras la acción de El Retorno del Rey, los seguidores de El Señor de Los Anillos van a poder disfrutar con un juego del género que más se presta a representar las aventuras vividas en el mundo de Tolkien. Lamentablemente, La Tercera Edad no deja de ser un RPG para novatos, carente de la profundidad de los grandes.

Durante los últimos años, han pasado por nuestras consolas grandes joyas del género rolero que han atesorado una impresionante calidad, casi siempre provenientes de Japón. Unos RPG cuyos atractivos siempre se han basado en ofrecer al jugador unos elaborados argumentos, acompañados de fantásticas y mágicas ambientaciones y carismáticos personajes cuyas características y personalidad se desarrollaban a lo largo de nuestra aventura. Tres puntos que bien pueden definir, en parte, a uno de las obras literarias más importantes de la historia de la humanidad: El Señor De Los Anillos.

Por fin, un RPG...
No han sido pocos los deseos de los fans de la obra de Tolkien de ver el fantástico mundo del escritor plasmado en un juego que recreara fielmente el espíritu de la Tierra Media. Y como hemos visto antes, el género que más se adecua al estilo del libro es justamente el que nunca antes había recibido uno en esta generación. Tras años sin conocer ninguna novedad relacionada con El Señor De Los Anillos (ESDLA a partir de ahora), y coincidiendo con el lanzamiento de las películas, EA nos trajo dos juegos basados en las dos últimas, que a su vez, estaban estrechamente basadas en los relatos que componen el libro. Por otra parte, Vivendi se aventuró también en el desarrollo de una aventura con toques roleros, La Comunidad del Anillo, que no acabó de cuajar por diversos aspectos.

Sin embargo, EA apostó por enfocar sus producciones (Las Dos Torres y El Retorno Del Rey) hacia la acción, concretamente beat'em-up, algo que levantó división de opiniones en el sector. Dadas las espectaculares batallas con las que gozamos en las películas de Peter Jackson, EA no pudo resistirse a la hora de exprimir el potencial de las consolas de 128 bits, con el objetivo de ofrecer dos juegos con impactantes apartados técnicos y una sencilla pero a su vez adictiva jugabilidad. Vamos, toda premisa básica que define a un buen "avanza y mata". Y en ese punto radicó el principal problema con el que se encontraron los verdaderos amantes de la novela de Tolkien: ¿Qué pasaría si Tolkien levantara cabeza, y viera que su pausado, desarrollado y descriptivo libro se ha convertido en un concepto cuyo único objetivo para el usuario es eliminar a la mayor cantidad de ogros de la forma más espectacular posible?

El Señor de los Anillos: La Tercera Edad (Multi)

Así pues, parece que la gigantesca productora escuchó las voces de los fans que pedían a gritos una aventura pausada, profunda y con un elaborado desarrollo, y se pusieron manos a la obra con El Señor De Los Anillos: La Tercera Edad. Las primeras informaciones que se iban escuchando no podían ser más esperanzadoras. Un juego de rol por turnos, al más puro estilo Final Fantasy, con más de 40 horas de juego y una ambientación que reproduciría al detalle toda la Tierra Media, incluyendo escenarios calcados vistos en las películas.

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Sin embargo, también se confirmó que los protagonistas de la aventura no serían los archiconocidos Legolas, Aragorn y demás miembros de la compañía. A cambio, se informó que controlaríamos a una supuesta segunda compañía que siguió los mismos pasos del grupo de Gandalf a lo largo de todo su viaje. Vamos, aunque hablaremos de ello más tarde, como podéis ir imaginando ya, el argumento no tendrá excesiva coherencia. Además, tras ver las primeras capturas, muchos se dieron cuenta de la exagerada similitud entre el juego de EA, y Final Fantasy X de Squaresoft, algo que se confirma una vez completado el juego, lo que provocará una inevitable comparación entre ambos en diferentes puntos a lo largo del presente análisis. ¿Defecto o virtud? Ya veremos más adelante...

El Señor de los Anillos: La Tercera Edad (Multi)

Un argumento muy forzado
Uno de los dos principales problemas de La Tercera Edad es su guión y se ve afectado por partida doble. Partimos de la base de que somos un segundo grupo que sigue de cerca los pasos de Aragorn y los demás miembros de la Compañía (no hay referencias a los Hobbits ni prácticamente al Anillo Único) y que vamos visitando, con cierto tiempo de demora, todos los sitios por los que ellos han pasado horas antes. El principal problema, como ya os estaréis imaginando, es que tanto los personajes como las situaciones que se proponen durante la aventura son totalmente inventadas, y que el 80% de sus acciones contradicen todo lo acontecido tanto en los libros como en las películas. ¿Verdad que para un aficionado a ESDLA, que por otra parte es el usuario al que va destinado el juego, eso es muy decepcionante? Pues sí. Tan pronto estaremos acribillando de flechas al Balrog como combatiendo de tú a tú con el mismísimo Sauron.

Sin embargo, eso podría haberse corregido ligeramente mediante un argumento profundo y desarrollado que incitara al jugador a seguir descubriendo y conociendo a los personajes. Y es aquí donde aparece el segundo punto negativo que priva al juego de tener un buen argumento: la carencia del mismo. Olvidaos de largas conversaciones cargadas de texto, de reflexiones por parte de los personajes, de sentimientos, de amor, de pensamientos internos, olvidaos incluso de recibir información por parte de los personajes no jugables que encontramos siempre en los característicos pueblos que visitamos en los juegos de rol. Nada de eso: apenas 4 frases mediante las cuales los personajes que controlamos describen un poco los escenarios en caso de visitar lugares importantes, y 4 más para explicarse unos a otros (y de paso, explicarnos a nosotros) cuales son los objetivos y lo que deben hacer en cada momento. Y es que... si a un juego de rol no le das un buen argumento, ¿con qué se queda? Únicamente tiene la posibilidad de sorprender mediante una atractiva jugabilidad, y como ya veréis más adelante en el apartado correspondiente...

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Finalmente sin el motor de FFX
La Tercera Edad usa en parte el motor que daba forma a El Retorno del Rey, pero adaptado a las características del juego. Hubo informaciones que afirmaban que el juego usaba el motor de Final Fantasy X, como nos comentó un representante de EA en el E3, pero las conexiones entre ambos juegos únicamente son a nivel del programador jefe, que se encargó del apartado de combates en FFX. Gráficamente el juego es vistoso (mejor en las versiones GC y XBOX), pero queda muy lejos de ofrecer las cotas de calidad vistas en otros RPGs del género, o de títulos de Square su más directo rival.

El motor que ha usado EA sigue fallando en diversos puntos: la mayoría de animaciones son robóticas, controlar a Berethor es imposible, y en ocasiones durante las batallas parece que los personajes se muevan a base de 'tics'. Les falta esa humanidad en las expresiones y en los gestos que transmitían Tidus y compañía. Eso sí, también debemos remarcar que hay excepciones que rompen la regla, y es una gozada ver a enemigos como el Balrog moviéndose delante de nuestras narices en tiempo real, magníficamente animado. Dejando de lado las animaciones corporales de los personajes, a ESDLA:LTE se le puede recriminar también la calidad de las animaciones faciales, muy lejos de lo que cabe esperar hoy en día de un juego para una 128 bits.

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Por otra parte, si por algo se caracterizaban los otros dos juegos de EA basados en ESDLA, más allá de la calidad y definición de las texturas (que no era poca), era por lo espectaculares que resultaban los diferentes niveles, gracias a la representación de decenas de enemigos animados independientemente unos de otros y a la gran cantidad de cosas que sucedían en pantalla: explosiones, derrumbamientos, cargas etc... vamos, toda una batalla la que se disfrutaba desde nuestras consolas. Ahora sin embargo, tras eliminar todos esos elementos, nos encontramos únicamente con unos escenarios que reproducen fielmente (todo sea dicho) las descripciones de Tolkien, pero que en conjunto pecan de sosos. Faltan elementos móviles, algo interactivo con lo que entretenerse o algo curioso para observar. Eso sí, como ya hemos dicho, hay que reconocer que la recreación y realización de los escenarios es para quitarse el sombrero. Es un gustazo pasearse por las inmensas minas de Moria, o ver desde lo alto de las Minas Tirith toda una explanada de campo abierto delante nuestro, o mejor aún, pasearse por ellos (dentro de unas limitaciones que explicaremos más adelante).

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Durante las batallas, nos transportamos a un escenario diferente, como es típico en la mayoría de juegos que usan sistema de combate por turnos. Los hechizos y ataques especiales lucen mediante bonitos efectos gráficos, y los enemigos tienen un diseño idéntico al de las películas. También es destacable el hecho que toda armadura y accesorio que pongamos a nuestros personajes será visible durante la aventura. Así pues, esto supone una mejora respecto a los juegos cuyos personajes visten igual ya sea llevando un bañador al inicio del juego, como un armatoste metálico como armadura al final de la aventura. Por último, cabe comentar la inclusión de algún que otro detalle destacable, como el hecho que las flechas que acierten a su objetivo

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En conclusión, gráficamente el juego cumple. Pero 3 años después de FFX y 1 año más tarde que Star Wars: KOTOR, se le debe exigir más a un juego de estas características, con tan poderosa compañía detrás y tan atractiva licencia con la que sacar ideas para sorprender en este apartado. Y es que en épocas de Fable, KOTOR y San Andreas, juegos donde se nos muestra un mundo vivo a nuestro alrededor del cual formamos parte, el volver a escenarios vacíos sin nada más que cofres con lo que interactuar, resulta muy decepcionante.

Una galardonada banda sonora
Si bien el apartado gráfico dista mucho de la perfección, no tan lejos se encuentra de dicho límite el apartado sonoro, del que prácticamente solo podemos hablar maravillas: es una delicia para los oídos. Durante nuestra aventura sonarán todos los temas que nos emocionaron en las películas, y todos ellos aparecen en su momento y contexto justo, dándonos la sensación que realmente estamos interactuando con los films. La banda sonora de Howard Shore está considerada como uno de los mejores trabajos que se ha hecho nunca para la gran pantalla, dentro del género de las aventuras épico-fantásticas, así que cuando recibimos en nuestras consolas un apartado sonoro propio de un éxito de Hollywood, la satisfacción es máxima. Aparecen la mayoría de los temas que han sonado en las tres películas, y eso ayuda a crear durante todo el juego una magnífica ambientación. Al final de cada combate, sonará una melodía diferente mientras recibimos la experiencia y los objetos ganados, evitando así la típica repetitividad que se sufre normalmente en este punto.

El Balrog de Moria

Además, el juego viene completamente doblado al castellano, con una magnífica interpretación de ciertos personajes (aunque algunas, como la de Elegost, deja que desear al compararla con las demás) donde repiten ficha los dobladores que dieron habla castellana a los protagonistas de la trilogía cinematográfica. Mención especial al doblaje de Gandalf, que narra de una forma soberbia la aventura mediante introducciones y vídeos (de los que hablaremos más tarde) gracias a la conocida voz de José Mediavilla.

Zapatero, a tus zapatos
Una de cal, y ahora una de arena. Y es que el apartado que debería hacer grande y consagrar a todo intento de buen RPG, el de la jugabilidad, resulta ser la mayor cruz que arrastra el juego. Obviamente resulta seductora la idea de hacer un RPG sobre El Señor de los Anillos. El problema es que, EA ha optado (tal y como nos temíamos) por el camino fácil, ofreciendo un RPG facilón, digamos "comercial", diseñado para que resulte atractivo y accesible, enfocado a la gran masa de jugadores "casuales" que no están acostumbrados a jugar con los pesos pesados del género y que no buscan grandes complicaciones mientras avanzan en el juego, y consecuentemente dando la espalda al jugador avanzado. En pocas palabras más, un RPG bastante limitado.

El Señor de los Anillos: La Tercera Edad (Multi)

Como ya hemos dicho al comienzo del análisis, ESDLA:LTE sigue las pautas marcadas por Final Fantasy X. Una idea atractiva, que como veremos, se torna en un quiero y no puedo por parte de los creadores del juego. El problema no es que se base en alguna de sus características que dotan a FFX de propia personalidad, el problema es que es un calco insultante, pero que no alcanza en ninguno de los fundamentos básicos de todo buen RPG las dosis de profundidad con las que dotan a sus juegos tanto Square como las grandes compañías con largo trabajo de dedicación al mundo de los videojuegos de rol. Como ya hemos dicho, no hay nada que hacer por los escenarios de ESDLA:LTE, y eso resulta decepcionante.

Algo bonito de los RPG es la posibilidad de darse una vuelta por los caminos y los exteriores de los pueblos y ciudades que encontramos a nuestro paso, para así descubrir secretos o hacer tareas adicionales al seguimiento principal de la historia. Pues eso no sucede en La Tercera Edad. No hay nada que hacer en ellos más que ir de un punto A hasta un punto B mientras luchamos en decenas de combates con los enemigos que salen a nuestro paso. Ni decenas de personajes con los que interactuar, tampoco momentos de relax para darse una paseo y disfrutar de los escenarios... nada, ¡si es que parece un beat'em-up pero con combates a turnos! Y claro, eso era aceptable hace 5 años, pero en los tiempos que corren... señores, no se puede vivir siempre de refritos; ¿en qué momento se perdió la ilusión por sorprender e innovar?

El Señor de los Anillos: La Tercera Edad (Multi)

El desarrollo del juego queda basado en las siguientes acciones: avanzar por los escenarios, luchar (MUCHO), y subir de nivel constantemente a medida que recogemos nuevo armamento que encontramos en misteriosos cofres esparcidos por el escenario con el que mejorar nuestras estadísticas. Y, mientras no hacemos esto, nos queda ver el centenar de videos, creados a partir de secuencias ya vistas en las películas, que se nos van desbloqueando a medida que adelantamos en nuestro progreso por la aventura.

Se ha intentado disimular esta carencia de profundidad mediante un desarrollo por objetivos. En cada escenario, deberemos resolver ciertas misiones para poderlo completar. Sin embargo, no es oro todo lo que reluce, y ese desarrollo supuestamente a base de misiones es poco menos que un "engaña-bobos": no debemos hacer nada para superar las misiones, simplemente avanzar. Cada escenario, nos propone una única salida, y mientras nos acercamos a ella, aparecen los combates necesarios para superar dichas misiones.

Por poner un ejemplo, en Moria se nos propuso la "atractiva" idea de eliminar a 9 trolls. Y, de una forma simple y decepcionante, nuestro único quebradero de cabeza se limitó a tener que cruzar el escenario desde la entrada hasta la salida (el combate contra el Balrog): estratégicamente, los 9 trolls fueron apareciendo automáticamente uno tras otro mientras recorríamos el camino, nada de búsquedas por los escenarios o puzzles para provocar el combate con los trolls. Es decir, todas las misiones se resuelven según avanzas por la única vía que el mapeado te ofrece. ¿Entendéis a lo que nos referimos ahora con que se trata de un RPG simple?

El Señor de los Anillos: La Tercera Edad (Multi)

Los combates, por contra, no están mal. Se nota que EA ha centrado gran parte del atractivo del juego en los enfrentamientos con enemigos, aunque tristemente, no aportan nada que no se haya visto ya tiempo atrás. Siguen unas pautas calcadas a las vistas en los combates de Final Fantasy X, así que eso es garantía de éxito. Nadie tardará más de una hora en familiarizarse con las opciones y las posibilidades que brindan las peleas. Combates por turnos sin límite de tiempo entre cada ataque, y cantidad de magias y ataques especiales con los que gastar los Puntos de Acción, cuya función es la misma que la de los típicos Puntos de Magia. Y cada cierto cantidad de leches repartidas, un superataque devastador. El único problema remarcable es la endiablada velocidad con la que nuestros personajes aumentan de nivel. Sin exagerar lo más mínimo, no habrá combate en el que al menos uno de nuestros personajes no aumente de nivel, lo que implica una nueva visita al menú de estadísticas cada vez que volvemos al mapeado para pelearnos con los números.

Por último, destacar que el juego es largo, ofreciendo más de 30 horas de juego, pero logra esa duración gracias a la ingente cantidad de combates en los que nos enfrentamos tanto a enemigos como a jefazos. Algún nivel se torna infumable, pues el desarrollo llega a hacerse muy pesado, por culpa de una descomunal cantidad de parones para los combates (Moria es el más claro ejemplo). Se nos avisa mediante una bola azul de la proximidad de una batalla, de modo que tenemos todo el tiempo del mundo para prepararnos antes de empezar a luchar, una característica claramente enfocada a quienes no están acostumbrados a jugar a RPG's en los cuales los enemigos aparecen aleatoriamente, sin previo aviso.

El Señor de los Anillos: La Tercera Edad (Multi)

c  o  n  c  l  u  s  i  ó  n
Y esto es lo que da de sí ESDLA: La Tercera Edad. Existen algunos extras, como la posibilidad de jugar controlando el bando de los enemigos, o la posibilidad de jugar durante los combates en un modo cooperativo, pero en un juego de estas características, esta posibilidad no resulta demasiado divertida. Es triste ver como en este tiempo EA haya sido incapaz de crear un juego con una profundidad a la altura de la obra en la que se basa, y que haya desaprovechado la oportunidad de ofrecernos algo realmente innovador durante las fechas en las que ESDLA ha estado en boca de todos, tanto de fans  como de no fans. Gráficos decentes, un buen apartado sonoro, pero con un pobre argumento y una anticuada jugabilidad. Un RPG poco más que correcto, pero que no es digno de llevar como título a la obra magna de Tolkien. Parece como si en EA vivieran de vender licencias, olvidando que lo que realmente deben vender, son juegos. Y como nosotros decíamos, en tiempos de Fable y KOTOR...

La Tercera Edad en Xbox

Eso sí, que quede claro, para quien busque un juego 'largo', cuyo desarrollo no provoque grandes quebraderos de cabeza, para echar unas partidas de vez en cuando y sin entrar a profundizar en argumentos densos ni difíciles retos, La Tercera Edad es una opción totalmente recomendable.

Lo que está bien:

  • Banda sonora de lujo.
  • Gráficamente, no está mal (e incluso luce bien en la versión XBOX).
  • El doblaje.
  • Un RPG que, dada su simplicidad, gustará a los no expertos del género.

Lo que no está bien:

  • Excesiva cantidad de combates, Moria llega a convertirse en un suplicio.
  • Es un RPG muy simple y básico, que decepcionará a los verdaderos amantes del rol consolero.
  • El modo cooperativo, es bastante soso.
  • La carencia casi total de argumento, algo imperdonable en un RPG.
  • Es un mal clon de Final Fantasy X.
  • El Señor de los Anillos sigue sin recibir un RPG a la altura de su nombre.
6

Correcto

No es lo último ni lo más original, tampoco cuenta con la mejor ejecución, pero puede divertir si te gusta el género. Bien, pero mejorable. Cómpralo si te gusta el género y te gusta tenerlos todos.