Dynasty Warriors Advance

Hasta hace poco, el género del beat'em up estaba ligeramente olvidado por los jugadores, sobre todo por la falta de un referente en el género desde la época de los 16 bits, en la cual pudimos disfrutar de verdaderas joyas tales como Street of Rage, Final Fight o el menos conocido (aunque digno de mención) Splatterhouse. Todas ellas grandes sagas que permanecen en la memoria de los jugadores más veteranos.

Pero los tiempos cambiaron, y en un mercado copado por aventuras, RPG's y juegos deportivos, los beat'em up fueron cayendo en un inmerecido segundo plano, debido sobre todo a los pocos títulos de dudosa calidad que aparecían en el mercado, dejando el género como casi exclusivo de las portátiles. Sin embargo, hubo notorias excepciones, siendo una de ellas el excelente Dynasty Warriors.

Y es que el gran juego de Koei llevó a las consolas 'grandes' toda la magia de los beat'em up clásicos, mezclándolos con unos toques de estrategia y bañándolos con una absorbente historia ambientada en las grandes guerras del Imperio Chino. Tal fue el éxito de la saga que ya han visto la luz 5 entregas, amén de versiones ampliadas y derivadas. Y ahora, llega la conversión de esta exitosa saga a la consola portátil de Nintendo.

De este modo, nos encontramos con la misma idea: el jugador deberá elegir entre 3 facciones diferentes, que compartirán las misiones. Dentro de cada facción, hay varios guerreros de los que el jugador podrá tomar el control. Una vez seleccionado el personaje y la facción, comienza el verdadero juego, presentando el mapa en el que se desarrolla la batalla.

Tras una presentación de la situación de todos los enemigos en el mapa, identificándolos a todos ellos, con los piques de rigor entre los personajes principales, el jugador toma el control de su personaje. A diferencia de los juegos para consolas mayores, en los que se tenía control directo sobre ese personaje y se recorría con él los mapas acabando con cuando enemigo saliese al paso, aquí se optó por una especie de sistema de turnos.

Es decir, el jugador marca su personaje, y tiene una serie de puntos a los que puede moverse desde su situación. Una vez elegido el destino, el personaje se mueve y acaba el turno. Si el punto de destino está ocupado por enemigos, se inicia la secuencia de batalla en una pantalla distinta, conservando un apartado gráfico similar pero adecuado a la nueva modalidad.

En este punto es cuando se entra de verdad en lo que es el beat'em up en sí. Tomando control directo y libre del personaje, los enemigos irán haciendo su aparición, y el jugador deberá acabar con todos ellos mediante ataques normales y ataques especiales limitados, al igual que en las entregas mayores. Del mismo modo, a lo largo del escenario habrá diversos items que recuperan la vida, la fuerza y otros elementos del personaje.

El objetivo será acabar con el general enemigo, ya sea acabando con todos sus subordinados o no. Junto a este modo historia, también se ha incorporado un modo survival, en el que el jugador selecciona su personaje y acaba con cuantos rivales salgan a su paso antes de que se le acabe la barra de energía. Faltan varios modos de juego que se podían disfrutar en las versiones superiores, seguramente por falta de capacidad de la consola.

A la espera de que llegue a nuestras fronteras, sólo cabe esperar que no se demore demasiado, pues se trata de uno de los títulos más frescos del catálogo de Game Boy Advance, que está sufriendo en exceso últimamente con títulos de calidad más que dudosa. Una agradable sorpresa que, junto a su sencillez de desarrollo, consigue entretener a la par que es agradable visualmente. Un juego a seguir a partir de ahora.