Dragones y Mazmorras

A la hora de elegir una compra en el género de los MMORPGs uno ha de ser muy cauteloso. Aparecen juegos que prometen diferenciarse del resto, que tienen características que los hacen únicos y que te aseguran que será la mejor experiencia online que has tenido nunca.

La veracidad de estas promesas se descubre, claro está, después de haber pagado religiosamente tu copia del juego y de haber jugado durante el tiempo suficiente como para poder descubrirlo en toda su magnitud -que normalmente no suele ser poco-. Y a veces te das cuenta de que no era tan bonito como te lo pintaban.

Por lo tanto, el saber seleccionar qué tipo de experiencia jugable buscamos -si queremos un juego que requiera de muchísimo tiempo para poder disfrutarlo en plenitud o si, por el contrario, deseamos una experiencia más casual- y la ambientación del mismo.

El caso que nos ocupa resulta muy atractivo, y no es para menos. Estamos hablando nada más ni nada menos del que ha sido durante treinta años la referencia de todos los juegos de rol. Neverwinter Nights o Baldur's Gate son pruebas fehacientes de ello. Sin embargo, Turbine ha preferido subirse al carro de los MMORPGs.

En consecuencia, han optado por intentar ofrecer una experiencia diferente centrada más en la inmersión y en el juego esporádico que no en el 'grindeo' al que la gran mayoría de los jugadores de éste tipo de juegos online nos hemos tenido que acostumbrar. Basado en las reglas 3.5 de Dragones y Mazmorras, el objetivo del juego no se centra en subir de nivel y competir con otros jugadores -el PvP es inexistente-, si no que lo que tendremos que hacer será completar las numerosas quests que nos encontraremos en Stormreach junto a nuestro grupo. Pero veamos en más detalle cuales son las características de Dungeons & Dragons Online.

En lo que a los personajes se refiere, estos no son tampoco del todo remarcables. Muestran buena apariencia física pero la cara resulta demasiado inexpresiva para lo que hemos visto en otros juegos -sobre todo en lo que se refiere a comandos para expresar emociones- como The Matrix Online, por ejemplo.

Las animaciones también son un punto negativo a remacar ya que resultan algo robóticas por momentos, en casos como el de nadar o realizar algún salto se nota algo de brusquedad. A la hora de atacar o realizar magias no vemos nada que se salga de lo correcto.

La interfaz gráfica ha sido bastante cuidada. Cuenta con unos menús bastante agradables a la vista con algunas similitudes al resto de los MMORPGs del mercado -con la barra de iconos numerados para realizar acciones de forma rápida y una ventana de chat además del mapa-.

Hay que decir que el rendimiento gráfico depende mucho de las opciones que configuremos, pero en éste juego se ha tenido bastante en cuenta esto para que así la gente con un equipo modesto pueda jugar, por lo que se puede indicar al detalle cómo lo queremos, o bien poner una de las cinco configuraciones pre-definidas.

Como es costumbre en éste género, la música en un principio nos parece agradable y perfecta para ambientar nuestras partidas, dándole la atmósfera distendida cuando caminamos por la ciudad y añadiéndole notas de tensión cuando libramos una batalla o caminamos por una mazmorra.

En cuanto a los diálogos, al contrario que en el resto oiremos voces procedentes de un virtual Dungeon Master que nos guía y nos introduce a la experiencia una vez vamos avanzando por las sucesivas quests, describiendo tanto situaciones como diversos estados de ánimo.

Asímismo se ha tenido de recibo el incluir la posibilidad del chat de voz si necesidad de ningún cliente externo, lo que ayuda a evitar escollos si no podemos escribir porque estamos en medio de la batalla o simplemente porque resulta lioso el cambio de ventana.

Después, el sistema de combate también ha sido bastante enfocado a la acción, teniendo de esta manera un botón para el ataque, otro para cubrirte y después se pueden hacer acciones como rodar para esquivar al enemigo. A la hora de lanzarle una magia o un ítem tienes que seleccionarle a través de la tecla correspondiente. Aunque eso sí, tiene en cuenta las características del personaje, por lo que tu habilidad al mando no implica éxito si tu diferencia de nivel con respecto al enemigo es mayor de lo que debería.

La forma de subir de nivel es una sola y se realiza completando quests, como hemos comentado anteriormente. Oportunidades no te faltarán, ya que además de la cantidad de NPCs que nos darán trabajo, tendremos mazmorras repartidas por la ciudad. Para completarlas lo mejor resulta yendo en un grupo con varios estilos de personaje, ya que el hecho de ir sólo provocará en la mayoría de ocasiones tu muerte inminente -los rogue son los únicos que pueden ir un poco más sólos-. Además, éstas mazmorras funcionan de manera privada, por lo que sólo podrás ver a la gente de tu grupo mientras estás en una -como en Guild Wars-.

El hecho de subir de nivel, un aspecto que es de suma importancia en la gran mayoría de los MMORPGs actuales, aquí es relegado a un segundo plano en pos de una experiencia más inmediata y menos tediosa. De este modo sólo podremos subir hasta el nivel 10, eso sí, pasar de un nivel a otro nos costará bastante. Además también existen rangos del uno al cinco para identificarnos de mejor manera.