Duke Nukem Manhattan Project: Primeras Impresiones (PC)

Mucho ha llovido desde aquel primer Duke Nukem de 1991 que nos presentó a este mítico personaje, con un cinismo y una chulería que para sí querrían muchos héroes de película. Desde aquellos días en que imperaban los 16 colores, muchos han sido los cambios que han mejorado el juego original: aumento en resolución y número de colores, paso a las tres dimensiones, juego multijugador,... Todos recordaréis con gusto aquel notable Duke Nukem 3D, de una adicción a prueba de bombas, que nos hizo pasar largas horas jugando en red cuando todavía se montaba cable coaxial y nadie sabía lo que era un hub.

Con estos precedentes, es lógico que Duke Nukem Forever sea uno de los juegos más esperados, año tras año, y que cada feria del sector esperemos con ansia ver aunque sea un solo pantallazo nuevo para que nuestro ánimo no decaiga. Seguimos sin saber cuándo demonios saldrá este juego, pero para hacer más llevadera la espera, aparece Duke Nukem Manhattan Project, título del que hemos podido disfrutar de una versión preliminar muy pulida, y de la que os vamos a hablar largo y tendido en este "primeras impresiones".

Lo primero es intentar describir el aspecto del juego. A priori podría parecer un arcade de scroll horizontal, como el juego que inauguró la serie, pero es mucho más. Gracias a un estupendo motor gráfico 3D y a un genial movimiento automático de cámara, DNMP se desmarca claramente del resto de juegos de un género tan antiguo como los videojuegos mismos. La idea es sencilla: tú juegas y la cámara ya se encargará de rotar, hacer zoom, o de lo que sea necesario. El jugador siempre manejará a Duke con las mismas teclas y de la misma forma. Esto significa que si la cámara crea una vista lateral, te moverás a izquierda y derecha con las teclas que hayas definido, pero cuando la cámara pasa a un plano diferente (una vista de frente o de espaldas), el movimiento hacia la dirección que mira el protagonista se seguirá haciendo con la misma tecla de antes. Esto puede resultar extraño en un principio, pero una vez que te acostumbras a usar siempre las mismas teclas, resulta muy cómodo y totalmente lógico.

Eso sí, tenemos unas cuantas teclas para repartir, ya que lo que en otros juegos de perspectiva frontal hacemos con el ratón, hay que pasarlo a teclado en este caso. Es decir: teclas para moverse, para saltar, para disparar, para cambiar de arma, para lanzar bombas, para apuntar hacia arriba, para agacharse, para mirar hacia una dirección determinada (como en Sonic),...y para dar las míticas patadas de Duke. La cuestión es que, pese a la cierta cantidad de teclas a manejar, es fácil tomar el control del ya legendario personaje. Lo cierto es que me recuerda mucho a cuándo de pequeño jugaba con mis arcades de scroll horizontal en el Amstrad CPC6128: es cuestión de escoger las teclas que resulten más cómodas. En cualquier caso, que no se preocupen los que no tocan el teclado más que para meter direcciones de Internet: el programa permite el control con pad y configurar los botones a vuestro gusto, aunque necesitaréis 8 para poder manejar todas las funciones de Duke. También soporta Force Feedback, para que sintáis la acción en todo su esplendor.

Como otros muchos arcades de scroll horizontal, en DNMP no sólo hay que ir pegando tiros con el arma que más nos guste, sino que también hay que hacer unas cuantas acrobacias para completar los niveles. Efectivamente, DNMP tiene un alto componente de juego de plataformas, de cálculo de salto y del método ensayo y error hasta encontrar el sitio exacto desde el que hay que saltar. Para conseguir completar los niveles con plataformas, al repertorio de movimientos de Duke se han añadido saltos, saltos dobles (para llegar un poco más alto y lejos) y la habilidad de agarrarse a cualquier parte en medio de un salto (escaleras, tuberías, cornisas,...).

Pero si bien en el primer nivel, que transcurre en los tejados de los rascacielos, hay abundantes plataformas para demostrar nuestra capacidad de salto, no siempre va a ser así. Otros niveles están más basados en la acción y los tiros, sobre todo aquellos que transcurren en interiores de edificios, pero siempre teniendo en cuenta que tendremos que pensar los pasos a seguir para evitar los obstáculos en nuestro camino: cintas transportadoras, cajas que intentan aplastarnos, columnas de fuego que surgen del suelo, lagos de ácido corrosivo, descargas eléctricas,... En fin, esas cosas que le dan salsa a la vida de cualquier jugador. Menos mal que este tío se mueve como un atleta y cuando sus músculos no bastan, podrá recoger algún jetpack de los que andan repartidos por los escenarios para alcanzar zonas a las que no podría acceder.

Pero como no sólo de saltos y disparos vive Duke, durante sus aventuras también podrá rescatar bellas damiselas y recoger botiquines, campos de fuerza, iconos para doblar el daño de sus armas y tantas armas y munición como pueda. Hay 9 armas diferentes, desde la pistola o escopeta hasta armas de energía o ametralladoras, todas ellas muy espectaculares. Y además podremos recoger los símbolos de Duke: si conseguimos 10 de ellos, podremos llevar más munición y aumentar nuestros puntos de vida. Un detalle curioso es que estos puntos de vida aumentan al matar a enemigos, lo que añade un aliciente más para acabar con todo bicho viviente (o robótico) de cada nivel.

En total, hay 8 episodios para un total de 24 niveles. Y os aseguro que son muy, muy largos y repletos de acción y lugares secretos a los que acceder mediante nuestras bombas de mano. Y lo mejor es que son muy variados: hay niveles en los que saltar mucho, hay otros en los que hay que pensar un poco más y hay algunos realmente espectaculares, como ese en el que Duke va sobre un tren a toda velocidad esquivando farolas y vallas de metal que aparecen en su camino hasta llegar a la locomotora.

Ya he comentado que el motor gráfico es muy bueno. Cuando cargué el juego por primera vez, me resultó extraño ver un arcade de scroll horizontal hecho con polígonos, pero lo cierto es que al ver las estupendas animaciones de todos y cada uno de los personajes del juego, no me cupo ninguna duda de que los desarrolladores habían tomado la decisión correcta.

Y no olvidemos mencionar esos estupendos movimientos de cámara que permiten seguir la acción siempre desde el plano más adecuado (incluso dentro de lugares secretos, haciendo las paredes transparentes) gracias al mencionado motor 3D, que además permite unos efectos de luz que para sí querrían muchos juegos en primera persona. Pero aparte de que use luz coloreada, efectos de partículas y texturas de alta resolución, lo mejor es la conjunción de todos los gráficos que vemos en pantalla y que consiguen una logradísima ambientación, digna de un planeta devastado por los mutantes. No tenéis más que ver las imágenes adjuntas para haceros una pequeña idea de lo que digo, pertenecientes a la versión OpenGL del juego, aunque también se pueden escoger las librerías Direct3D.

En cuanto a los enemigos, hay montones de ellos y de gran variedad. Los más conocidos son los cerdos policía que vuelven a aparecer en esta entrega, pero también encontraremos monstruos mutantes repulsivos, capaces de escupir ácido o preciosas chicas vestidas de cuero y armadas de látigo que intentarán que nos quedemos con ellas para siempre. En total, son 25 los tipos de enemigos que encontraremos, destacando sobre todo los típicos enemigos de final de fase, muy grandes y muy temibles, como el helicóptero de ataque que aparece en primer lugar.

Como podéis imaginar, a un juego con el nombre de Duke en su título no podía faltarle su habitual dosis de violencia y erotismo. Los desarrolladores han puesto especial cuidado en mostrar estas dos facetas en todo su esplendor, con sangre salpicando las paredes cuando un enemigo es alcanzado o desmembramientos cuando Duke muere espachurrado por una pesada caja. Y en cuanto al erotismo, bueno, digamos que cada chica que aparece en el juego está dotada de un número suficiente de polígonos para percibir cada curva de la anatomía femenina, siempre con una animación muy realista (y con poca ropa, hay que añadir). En fin, que no es el regalo más adecuado para un niño pequeño...

Y, ¿cómo es jugar? Pues DNMP es uno de esos raros juegos que cargas, le das a nueva partida y cuando vuelves a mirar el reloj han pasado unas cuantas horas. Es de una acción frenética y te pica hasta que consigues pasarte esa fase que no te deja dormir. Aunque sólo sea por ver el siguiente escenario, merece la pena rascarse el coco para averiguar cómo alcanzar esa maldita plataforma, pero es que no sólo es eso: es diversión en estado puro. Es un arcade al viejo estilo, donde la adicción es insoportable, unido a un sentido del humor genial y a un motor gráfico estupendo (sin mencionar las preciosas muchachas que aparecen de vez en cuando).

Es un juego que habrá que ver en versión completa, porque puede ser la bomba. Lo cierto es que aunque esta versión para la prensa adolece de algún pequeño fallo (muy leve, porque no he tenido ni un solo cuelgue), ofrece un buen adelanto de lo que podremos ver el 15 de Mayo. Además, el juego tendrá un precio muy asequible (30 €) y los textos traducidos al castellano. Puede ser uno de los éxitos del año, pero habrá que esperar a ver la versión definitiva.

En cuanto a los requisitos, necesitaremos un Pentium II a 350 MHz (recomendado 500), Windows 98/2000/ME/XP, 64 MB de RAM, tarjeta gráfica de 8 MB compatible AGP 2X (recomendados 32 MB) y DX8.1 y 200 MB de disco duro.