Hace muchos años, el gran héroe Ortega embarcó en un viaje para derrotar a Baramos, pero de él sólo se supo que pereció sumido en la lava de un gran volcán. Hoy, un valiente joven vuelve a intentar lo que el gran Ortega no pudo, y está dispuesto a llegar al castillo de Aliahan. Este joven no es otro que el hijo único del héroe muerto, y en él el rey ha visto el ímpetu y la determinación suficientes para derrotar al rey de los demonios, Baramos.
La saga comenzó donde comenzaron todas las grandes, en la ya casi olvidada NES. Por aquella época, los juegos de rol apenas contaban con un par o tres de representantes, y visto el despliegue audiovisual de las últimas superproducciones como Grandia o Final Fantasy, palidecerían si intentáramos hacer comparaciones.
Pero no es menos cierto que en Japón este tipo de juegos tienen una aceptación por encima de lo habitual. Si los Pokémon arrasan en Estados Unidos, Dragon Warrior arrasa, machaca y pulveriza cifras de ventas. Es el juego más vendido de la historia de PlayStation (4 millones de unidades para el Dragon Warrior VIII sólo en Japón), en la NES vendió 5,2 millones de unidades, la versión de este mismo juego en SNES fue un éxito, y en Game Boy se han publicado ya las dos primeras partes.
El juego es en realidad una precuela de los dos primeros capítulos, fue lanzado para NES en 1991 y para Super Nintendo mucho más tarde, en 1996. Pese a las limitaciones de la consola, las únicas diferencias con respecto a esta serán la eliminación del famoso modo-7, y del scalling en los sprites. La base es un sólido RPG donde deberemos formar un grupo de cuatro luchadores con cada una de las nueve profesiones posibles. Primero escogeremos al personaje principal en base a una serie de preguntas que la máquina nos formulará, pero no hay que asustarse ni empezar a sacar libros de historia, tan sólo definirán nuestras preferencias por la magia o la espada.
El resto es más o menos lo de siempre, encontrar compañeros, subir nuestras habilidades, utilizar todo tipo de armas e items, y cómo no, derrotar al malvado de turno. Sea como fuere, este tipo de juegos, aunque sencillos en su planteamiento, arrastran una legión de seguidores, ya que su desarrollo es de lo más adictivo. Dado que es una conversión directa de un juego de NES, que además tiene la friolera de diez años, no caben virguerías argumentales ni rupturas con las bases del género. Más bien al contrario, este es uno de los juegos que permitió sentar, con gran acierto, lo que hoy en día conocemos como RPG.
Combates por turnos, grandes animaciones en cada una de las pantallas, una buena historia y detalles curiosos como la posibilidad de construir nuestras propias ciudades. Dependencia en los escenarios y en el comportamiento de los enemigos de la hora del día. Posibilidad para grabar la partida en cualquier punto del juego gracias a una batería extra que incorporará el juego. El Itadaki Street, un particular minijuego al estilo del ajedrez, permitirá ganar dinero y armas, y a modo de extra, los 150 monstruos diferentes que posee el juego nos obsequiarán con una medalla, de forma que ya tendremos un aliciente más para recopilarlas todas y ahondar en el cartucho.
En fin, nada que sobresalga sobre la mayoría de juegos de este tipo para cualquier consola. Este capítulo para Game Boy Color lleva vendido sólo en Japón más de 500.000 cartuchos, aprovechando sin duda el tirón que ha tenido la Game Boy Advance, consola con la que será compatible aunque esté diseñado específicamente para su hermana "pequeña". Además, la trilogía ha dado pie a juegos tipo Pokémon, como Dragon Warrior Monsters, naturalmente con gran éxito en aquel país.
Como anécdota, el diseño de los personajes corrió a cargo de Akira Toriyama, la música fue compuesta por Koichi Sugiyama, famoso por series de culto como Ultraman, Gotzilla Generations, y la localización del juego será, en principio, en inglés tradicional, para dar un toque medieval a la aventura.
Juegos como este no se prodigan en nuestra querida España, será esta una gran oportunidad para comprobar si realmente los japoneses están locos, o los locos son los que no traducen y nos traen estas maravillas lúdicas, aunque sea en inglés. Últimamente parece que los usuarios europeos no contamos mucho en los planes de las distribuidoras, y en lo que a videojuegos se refiere, estamos situados a la cola.
Quisiéramos todos más como estos, que surgiera alguna compañía valiente que se atreviera a lanzar lo que más se vende en Japón. Imaginad poder probar en una Dreamcast on en una Advance la saga Sakura Wars, o en una play el último capítulo de esta serie. Parece que de momento van entrando en América, quizá si este juego se vende bien las próximas producciones de Enix para PS2 sí lleguen a nuestro país.