Dragon Ball: Origins 2
- PlataformaDS8
- GéneroAcción, Aventura
- DesarrolladorGame Republic
- Lanzamiento02/07/2010
- TextoEspañol
- EditorBandai Namco Entertainment
Vuelve el mejor Goku
Sigue la historia del saiyan y sus amigos en Dragon Ball Origins 2, la secuela del fantástico juego de 2008 que terminaba en un punto álgido de Dragon Ball. Game Republic ha pulido esta secuela que compensa su falta de impacto con una historia más trabajada y un mejor diseño de fases. ¿Estás preparado para derrotar al Ejército del Lazo Rojo?
Pero dejemos de lado suposiciones y deseos y centrémonos en el presente. Bueno, más o menos, porque para hablar de la nueva entrega de la franquicia Dragon Ball Origins en Nintendo DS debemos volver más de veinte años atrás, en un momento en el que un mangaka llamado Akira Toriyama triunfaba en Japón y era considerado casi un semidios en aquellas tierras. La razón: era la mente detrás de Dragon Ball, manga y anime, una franquicia que (como es evidente) ha trascendido a nuestros días y mantiene tanta fuerza o más que entonces. Si bien es cierto que en los videojuegos ha sido "reciente" el boom (la última década) al menos en relación a las ventas, ya hubo anteriores (y según a quien le preguntes, mejores) encarnaciones de este universo en el ocio electrónico. Los puntos en común entre unas y otras era que en su totalidad, éstas se basaban en la segunda temporada del anime: Dragon Ball Z.
Y ya entrando en materia, habría que aclarar que para Dragon Ball Origins 2, Game Republic ha hecho propio eso de "si algo no está roto, no lo arregles", de forma que lo que encontramos es un más de lo mismo pero ampliado y expandido, un "más y mejor" sin la frescura del original (porque ya no sorprende tanto) pero con la misma solidez. Algunos de los problemas del Origins original se han solucionado, como el diseño de niveles poco inspirado, otros se han reducido aunque siguen presentes en mayor o menor medida, como el control impreciso, mientras que existe una tercera categoría inalterada, los repetidores: bajones de frame rate cuando hay mucha carga poligonal en pantalla. Pero vayamos por partes, ¿qué es Dragon Ball Origins 2 y qué aporta al universo videojueguil basado en el manga/anime de Toriyama' La primera pregunta tiene fácil respuesta: un juego de acción y rol que mezcla sabiamente ambos géneros para crear un híbrido digno de ser jugado. La segunda pregunta ya fue respondida previamente: aporta frescura (por no basarse en Z) y sigue la historia desde donde lo dejaba el primero.
Como se ha mencionado unas líneas más arriba, Goku no es el único personaje a controlar. En la entrega anterior había que 'cargar' con Bulma en muchas fases, pero esto se ha sustituido por una variante que añade diversión extra y que contribuye a que no se haga tan pesado controlar siempre al saiyan. Así, en determinados momentos de la aventura nos pondremos a los mandos de otros personajes, en concreto, del humano Krillin, cuya habilidad 'especial' es iluminar cuevas oscuras con su calva, el androide nº8, de gran contundencia física, Yamcha o, por supuesto, Bulma, que esta vez hará uso de las cápsulas y de su metralleta para avanzar. De una forma u otra, la mecánica se mantiene invariable, avanzar y acabar con enemigos, sortear obstáculos y progresar hasta más allá de las fases.
Mencionábamos al principio que Origins 2 se ha planteado como un 'más y mejor' y esto es algo que queda claro cuando nos encaramos con cualquier enemigo del escenario. El sistema de batalla original se ha mantenido aquí, invariable en la base, pero se ha amplificado haciéndolo mucho más dinámico y menos rígido. Ahora podemos hacer más y mejores combos, así como finalizar con habilidades como el Kame Hame Ha. Los elementos roleros van aplicados también a este aspecto, pues derrotando enemigos podemos conseguir puntos que luego canjearemos por mejoras de atributos, como el ataque o la defensa .De esta forma, el sistema de batalla ha ganado ligeramente en profundidad al incorporar nuevas técnicas y más combos. También ha mejroado gracias al update del sistema de control; Origins era principalmente táctil, aquí podemos configurarlo a nuestro gusto y hacerlo todo con botones, o todo con la táctil, o mezclando ambas cosas. Sin ser aún perfecto (encajar un Kame sigue siendo un poco difícil contra un blanco en movimiento), se ha mejorado mucho este aspecto.
Hablábamos de mejoras, de cosas que se han mantenido a la fuerza y otras que simplemente han optado por no arreglar. Una de estas últimas es la tasa de frames por segundo en pantalla, que se resiente bastante cuando hay una carga poligonal demasiado alta en el mapa, bien sea por la cantidad de enemigos en pantalla o por diferentes efectos animados, por ejemplo, un bosque ardiendo. En estos momentos la acción se ralentiza y es bastante molesto luchar. Teniendo en cuenta que los combates son en tiempo real y que apuntar al enemigo es clave para poder golpearle (si, es muy obvio), a veces puede llegar a ser un poquito frustrante. Aunque si hablamos de frustración, habría que recurrir a un tema que un grupo de usuarios adorará y otro lo condenará: la dificultad que ha implementado Game Republic no sólo en la campaña, sino también en los modos paralelos a esta.
Dragon Ball Origins 2 dista de ser un juego fácil. Es accesible, tiene un buen tutorial que explica punto por punto cada aspecto del título, pero además es un hueso duro de roer. No tanto por la inteligencia artificial de los enemigos como por ser forzosamente duro, en un sentido casi artificial: si nos matan, incluso aunque sea en pleno combate contra un jefe, habrá que volver a empezar todo el nivel a menos que hayamos guardado partida en un punto intermedio. No hay checkpoints o puntos de control, algo que quizá pueda parecer innecesario considerando que las fases duran entre 10-15 minutos, pero realmente puede llegar a ser frustrante en más de una ocasión el tener que repetir lo mismo una y otra vez porque al final un jefe ponga demasiado pesado y nos mate varias veces.
En lo que respecta a los aspectos técnicos, Dragon Ball Origins 2 no sorprende ni decepciona. Principalmente porque utiliza un update muy ligero del motor gráfico de la entrega anterior, que presenta mejores animaciones faciales, algunos efectos más pulidos y poco más. Sigue siendo funcional y sólido, muy por encima de otros juegos tridimensionales para la consola, también disimulado en parte por el estilo de diseño de Akira Toriyama. La banda sonora sigue siendo un punto negro: no es la de la serie. Suena bien, es funcional, pero es un sustituto y se nota. Por lo demás, todo roza la normalidad a estas alturas, sin alardes pero tampoco grandes carencias. Es un juego que se ve bien, sólido y robusto, pero que no deja con la boca abierta.
Muy Bueno
Juego de notable acabado que disfrutaremos y recordaremos. Una buena compra, muy recomendable para amantes del género. Está bien cuidado a todos los niveles. Cómpralo.