Dragon Ball Advance Adventure

Vuelve Goku, pero esta vez de una forma a la que estamos pocos acostumbrados... ¡como un niño pequeño! Tras mil versiones de Dragon Ball Z, ahora llega el turno de revivir las primeras aventuras del famoso saiyano en Dragon Ball.

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La repercusión de Akira Toriyama en el mundo del manganime es innegable. Pero a diferencia de otros mangakas como Rumiko Takahashi, que triunfa con cada nueva obra que ve la luz, Toriyama presenta sólo dos obras a destacar, léase Dr. Slump y Dragon Ball.

Sin embargo, la repercusión de ambas, especialmente de Dragon Ball, ha sido tal que, por más años que pasen, no cae en el olvido. Desgraciadamente, se trata de un arma de doble filo, ya que por un lado supone la consagración de un autor con una sola obra, pero también supone su estancamiento profesional (nadie puede negar que los diseños para videojuegos de Toriyama son muy similares a sus personajes de Dragon Ball).

Además, desde el punto de vista del consumidor, por un lado es motivo de alegría que su obra favorita se mantenga eternamente inamovible, superando cualquier barrera temporal. Pero también puede llegar a saturarse, y cuanto más tiempo pasa, aunque el auge de Dragon Ball siga en la cima, el interés del aficionado pierde fuerza día a día, atraído por otros productos similares (y, según gustos, tal vez superiores) que van viendo la luz año tras año, como el nuevo boom de Naruto.

Sea como fuere, lo cierto es que Dragon Ball Z (la versión anime de la etapa adulta de Goku, que en el manga seguía siendo Dragon Ball simplemente) está muy viva desde que empezó a ver la luz, siendo tremendamente explotada en numerosos formatos, ya fuesen OVA's, películas, juegos, muñecos, cartas e incluso una pésima continuación que intentaba estirar el filón llamada Dragon Ball GT.

En el terreno de los videojuegos, hay que remontarse a los tiempos de las 8 bits para buscar el comienzo de la explotación en forma de entretenimiento electrónico de Dragon Ball. Esta viviría su momento cumbre en la época en que la serie era todo un éxito en nuestro país, en la era 16 bits, con los grandes juegos de Super Nintendo y Mega Drive.

Posteriormente seguiría la avalancha de títulos con los varios que salieron para Saturn y PlayStation, aunque en una época en la que se iba desinflando un poco el filón, por lo que algunos como el Shinbotuden de Saturn no llegó a ver la luz en nuestras fronteras. A día de hoy, el fenómeno Dragon Ball está empezando a pegar fuerte en Estados Unidos, y como no podía ser menos, la verdadera avalancha de juegos que estamos recibiendo no se hizo esperar.

Con el reciente lanzamiento de Budokai 3 para PlayStation 2, el próximo lanzamiento de Budokai 2 para GameCube y el anuncio de nuevos juegos para XBOX, PlayStation 2, GameCube y Game Boy Advance, no cabe duda de que hay cuerda para rato. Cierto es que no se trata más que de la misma historia una y otra vez, presentada de distintas formas, pero, ¿acaso eso va a frenar a los incondicionales? La respuesta es un clarísimo no.

Los inicios

Y entre tanto Dragon Ball Z, nadie se acuerda de los inicios, de que Goku era un pequeño que vivía en las montañas solo tras la muerte de su abuelo. Un joven inocente y cariñoso que conoce a una chica llamada Bulma, y que juntos se embarcan en la fascinante aventura de la búsqueda de las siete bolas del dragón, que conceden un deseo, el que sea, a quien las consigue reunir todas.

Dragon Ball no nacía como combates eternos a muerte entre fortísimos guerreros con miles de enfrentamientos de ondas vitales. Dragon Ball nacía como un manga para todos los públicos, alegre, divertido, colorista. Como una extensión un poco más serie de Dr. Slump, siguiendo el diseño Toriyama de dibujos rechonchos y personajes simpáticos a primera vista, con muchos elementos mecánicos, su debilidad.

Por eso, los chicos de Banpresto han querido recuperar la magia de aquella inocente aventura que encandiló a medio mundo. Una aventura que no se parece en nada a lo que luego se vería en Dragon Ball Z, y que siempre estuvo a la sombra de ésta injustamente.

Un niño con cola

La base argumental del juego es la misma que la del manga/anime que le da nombre. Goku vive solo en las montañas tras la muerte de su abuelo, y tiene en su poder una misteriosa bola que su abuelo le dejó en herencia.

Un día, llega Bulma a casa de Goku. Bulma es una joven de la ciudad, experta en máquinas y todo lo que tenga que ver con la mecánica, que ha construido un radar capaz de localizar las bolas como la de Goku. Su intención es reunirlas todas para, como cuenta la leyenda, resucitar al Dragón que reside en su interior y que este le cumpla un deseo.

Goku, como inocente niño que es, se apunta a la aventura. Una aventura que cambiaría su vida para siempre, como todo el mundo sabe ya.

De este modo, el juego nos llevará a lo largo de todas las aventuras vividas por el joven Goku en Dragon Ball: desde el bosque, pasando por la casa del Duende Tortuga, los enfrentamientos con Oolong y Yamcha, la montaña de fuego, el palacio de Pilaf... todo en su correspondiente orden cronológico.

Presentando el mundo

El juego es un beat'em up clásico, avanzar hacia la derecha de la pantalla acabando con cuanto aparezca en nuestro camino. Con dos simples botones de salto y ataque, Goku deberá allegar al final del nivel acabando con todos sus rivales, en una mezcla simple, efectiva y divertida de plataformas y acción.

Cada fase se presenta con una introducción en la q los personajes intercambian diálogos e imágenes estáticas del manga para ilustrar la historia. Además, hay un mapa del mundo a través del cual el jugador puede elegir la fase a la que desea ir en ese momento, pudiendo volver a jugar en niveles ya superados.

Al final de cada nivel, como es habitual en un juego de estas características, el correspondiente enemigo final, al que habrá que derrotar en un espacio limitado en un enfrentamiento directo.

Al estar anclado a un argumento ya establecido y prefijado, el juego se muestra plasmado de forma irregular. Es decir, por poner un ejemplo, el principio del juego: empieza en casa de Goku, un largo nivel a través de montañas, puentes y bosques, hasta que se llega al enemigo final, en el que se salva a la tortuga del Duende Tortuga.

Después de eso, la siguiente fase jugable es un enfrentamiento contra otro enemigo final, en este caso Yamcha. Posteriormente, Goku aprende la Onda Vital en las ruinas del palacio del Ogro Yumas, donde se presenta un nuevo miniescenario sólo para practicar con la Onda Vital. Y luego, otro largo nivel a través del palacio de Pilaf.

Es evidente que se quiso compensar la falta de niveles en algunas situaciones con el exceso en los lugares que sí eran propicios a la existencia de esas fases para que la duración del juego no se viese afectada, y la verdad está hecho con maestría, puesto que así consiguen mantenerse fieles al argumento sin sacarse de la manga extraños niveles o misiones extra.

Armas y objetos

Goku contará, aparte de con sus infalibles puños y patadas, con el clásico bastón mágico de su abuelo, con la habilidad de estirarse. Además, aprenderá la onda vital que será bastante útil en zonas con bastantes enemigos.

A lo largo de los escenarios se encontrará con cápsulas hoipoi que contendrán en su interior diversos objetos como el Dragon Radar o habilidades extras como mayor capacidad de alargamiento para el bastón.

No podían faltar tampoco los items de recuperación de vida, en forma de manzanas, pollos asados y demás elementos comestibles habituales en un beat'em up de estas características.

A dobles

Aparte de la aventura principal, el juego incorpora también un modo para dos jugadores al más puro estilo de un juego de lucha. Pudiendo elegir entre los personajes de Dragon Ball, que se irán desbloqueando a medida que se avance en la aventura principal, los enfrentamientos recordarán mucho a los clásicos Dragon Ball de SuperNintendo.

Por supuesto, también se puede jugar contra la máquina en este modo, algo muy recomendable para practicar, ya que su nivel es bastante elevado hasta que se le coge el truco al sistema de combate.

Es un modo no tan llamativo y bien trabajado como la aventura principal, pero que se agradece el esfuerzo realizado, ya que es como un juego aparte él solo, y la diversión está garantizada con él, sobre todo para dos jugadores.

Universo Toriyama

Sin lugar a dudas, este Dragon Ball capta la esencia del manga en el que se basa con una maestría brillante. No sólo los diseños de personajes son totalmente fieles al estilo que Toriyama empleó al dibujar esa etapa de la historia, tanto en los héroes como en los enemigos, sino que consigue despertar en el jugador esa sensación agradable de jugar a un Dragon Ball como tal.

El carisma, buen humor y simpatía de esta saga traspasa con facilidad los límites de la consola y llega al jugador, que se siente parte de la leyenda en sus comienzos. A pesar de no ser más que otro beat'em up, lo cierto es que es un juego perfecto para los fans de la saga, divertido, bien realizado y envolvente. Tal vez para un jugador ajeno al universo creado por Akira Toriyama, el juego tenga menos valor.

Esperemos que este título llegue a ver la luz en nuestras fronteras, ya que se trata de una bocanada de aire fresco tanto para el sobresaturado mercado de Dragon Ball Z como para el sobresaturado catálogo de beat'em ups de Game Boy Advance.