Disney Infinity
- PlataformaPS37.83DSCINWiiU7.83607.8PC7.8Wii7.8
- GéneroAventura, Acción
- DesarrolladorAvalanche
- Lanzamiento02/08/2013 (CIN)23/08/2013 (PS3, 3DS, WiiU, 360, PC, Wii)
- TextoEspañol
Disney Infinity
La puerta a la sinergia de juguetes reales y videojuegos abierta por Skylanders es usada por una de las líderes en cuanto a entretenimiento infantil. Y es que el gigantesco archivo de IPs de Disney y Pixar sí que dan para un infinito de figuras en esta caja de juegos que es Disney Infinity
Su apuesta se llama Disney Infinity, una fórmula de juguetes reales en forma de figuras que se conectan mediante una base a la consola y nos traspasan personajes, juegos, fases, potenciadores, etc al videojuego en sí. Testeada y con mucho éxito por Activision y su hit Skylanders, Infinity echa mano de la enorme galería de películas y personajes que la fábrica de sueños posee y que tiene la facultad de que varias generaciones –abuelos, padres, hijos- recuerdan unas u otras, mezclando de momento en su mayoría las propiedades de Pixar con las de éxitos de imagen real como Piratas del Caribe o estrenos recientes como El Llanero Solitario –sonoro batacazo en taquilla, aunque su presencia hace pensar en otras licencias que aparecerán si la fórmula tiene éxito como quizás Tron Legacy. ¿Su truco? Enchufar, conectar y jugar, ya sea viviendo aventuras o creándolas en su mejor modo incluido, esa Toy Box virtual que de verdad ejemplifica como nadie el concepto Disney entre nosotros y nuestros juguetes, entre coger un puñado de estos y montarnos nuestra propia aventura según la imaginación nos dicte que Toy Story inmortalizó.
Terminando como debe terminar, toda comenzar a usar la parafernalia física. De hecho en pantalla vemos una réplica de la base que brilla, y si nos fijamos en la que tenemos de verdad conectada ante nosotros, veremos que la zona para colocar los personajes también está brillando en un ejemplo de sinergia virtual-física brillante. Colocando cualquiera de los que tenemos –no nos pudimos reprimir a poner a Jack Sparrow-, al instante accedemos al HUB principal del juego, con el clásico castillo Disney situado en un entorno abierto. Estamos en la Toy Box, y lo que es un escenario situado en pleno mar se convierte de pronto en el bosque de la Wonderland original animada de Alicia en el País de las Maravillas–la buena, la de 1951, no la de Tim Burton- en cuanto colocamos el Power Up del que os hablábamos antes, incluso con la BSO original de la cinta, añadiendo más elementos a la Toy Box para la creación de niveles. Un detalle: para jugar con los personajes, estos deben estar sobre la base. Si queremos cambiar del capitán Jack a Sully es tan sencillo como quitar una figura y poner otra. Poner el Play Set en la base es lo que nos da acceso a las fases y universos de cada personaje que vengan en él, en este caso los de Piratas, Monstruos y Los Increibles.
Pulsando el botón rojo que el narrador no se cansa de recomendar, entramos en una lista desplegable con varias opciones. Como Aventuras de Maestría, tutoriales que nos enseñan el modo Construcción, los controles de Combate y los de Conducción, los tres pilares base de la jugabilidad de Infinity. Tambien tenemos Aventuras, que son minijuegos en los que participar desde el HUB sin tener que colocar el Play Set. Son los mismos para los personajes, aunque cambia la ambientación. Tenemos desde carreras de coches normales y con armas, hasta pistas en plan todoterreno para los coches, un coliseo en el que sobrevivir a varias oleadas de enemigos, una plataforma que va desapareciendo y hay que aguantar sin caernos –complicada con enemigos-, o un escenario en el que coger el máximo número de tesoros posible. El problema es que lograr la medalla de oro en cada uno es tremendamente complicado, por lo que contrastan radicalmente con la escasa dificultad de los modos Historia de cada universo. Los Mundos prefabricados nos invitan a recorrer los ya vistos, como el prólogo o nuestros primeros pasos por la Toy Box por defecto -que también podemos modificar-, u optar por una Toy Box vacía y empezar a demostrar la imaginación que aún nos queda editando con todos los elementos, juguetes e items de nuestro cajón desastre de juguetes.
Las mecánicas son simples, sencillas y directas: X será el salto, y doble X, doble Salto y también impulsarnos por entre dos paredes cercanas rebotando. Tenemos como en todo buen juego Disney un uso de las plataformas, en algunos casos hasta estilo Uncharted a la hora de trepar por las paredes, deslizándonos de un lado a otro y trepando. Con Triangulo daremos puñetazos siendo Mister Increible, o usaremos la espada con Jack Sparrow. Salto y Puñetazo dan lugar a un golpe en tierra más poderoso, ideal para varios enemigos y/o obstáculos. Con Cuadrado agarraremos cosas o NPCs que pululen por ahí, y las lanzaremos con R2. Círculo servirá para protegernos y esquivar, desde golpes hasta proyectiles. Y a la hora de disparar armas, apuntamos con L2 y disparamos con R2 adoptando un esquema Third Person Shooter con toques de Ratchet & Clank que funciona muy bien. En cuanto a la salud del personaje, esta será auto-regenerativa en los momentos de acción. Y las chispas de luz azul servirán para que el personaje suba de nivel y desbloquee más cosas.
A la hora de conducir, cada personaje cuenta con su propio vehículo. R2 aceleramos y L2 frenamos. Pero manteniendo ambos apretados y usando la dirección derraparemos, lo que irá llenando una barra bajo el coche que sirve a modo de nitro. Pulsando el stick derecho hacia arriba lo activaremos. Y con L1 daremos un salto de 180º para cambiar de dirección. Aunque el derrapaje es facilísimo –una suerte de Ridge Racer infantil-, la dirección de los vehículos tiende a ser bastante delicada, al menos en el caso de los probados, por lo que es sencillo pasarse a la hora de girar. Aunque es ideal cuando en vez de carrera lo que tenemos es una pista de pruebas y/o de batalla campal.
A lo largo de los niveles en cada Play Set habrá cajas fuertes que solamente se podrán desbloquear si tenemos el personaje adecuado, o todos los personajes. O sea, que con el pack inicial no podemos abrir las cajas de Piratas más grandes, ya que requieren las figuras de Barbossa y de Davy Jones. Estas figuras servirán también para el modo cooperativo, que en la Toy Box y sus minijuegos podemos alternar como queramos, pero que en los mundos de cada licencia en sí deberán ser por ejemplo Sparrow y Barbossa para poder jugar a dos, lo que implica un desembolso económico extra obligatorio para jugar dos personas dentro de cada PlaySet –de hecho Disney tiene un pack de figuras que complementan a las tres principales para el coop en Monstruos, Piratas e Increibles. Repartidos por los escenarios encontramos items que nos proporcionan juguetes para la Toy Box y el modo construcción.
En el caso de Piratas sorprende encontrarse con un título que, aunque reseñamos de nuevo su sencilla dificultad, nos sumerge en un mapeado de entornos diferentes como las distintas islas y ciudades que vamos visitando, que están llenas de secretos y, al estilo RPG, de NPCs con las que hablar para que nos propongan misiones secundarias con las que alargar la duración y desafíos. Y en caso de que tengamos ganas de sentirnos auténticos bucaneros, nada mejor que irnos al puerto, montarnos en la Perla Negra y surcar los mares en plan sandbox manejando el timón –dos posiciones de cámara distintas, exterior y desde el timón en sí- y disparando andanadas de cañones estilo Assassin’s Creed III y IV contra embarcaciones enemigas, ya que hay unas cuantas islas en las que atracar y visitar. En cualquier momento podemos dejar el barco a la deriva y recorrer la proa para disparar en persona con los cañones. O también abrir el editor y usar lo que hayamos encontrado para personalizar el barco visualmente hablando –quilla, popa, velas. Junto a la lista de misiones tenemos también la Tienda de Juguetes, en la que adquirir items como en este caso una mayor andanada de cañones o velas para navegar más rápido en una adaptación de la serie de películas realmente lograda.
En Los Increíbles,a pesar de ser la que más acción contiene, el problema radica en las constantes oleadas de enemigos que no nos dejan movernos a gusto por una ciudad que es nuestro campo de juego particular, lo que se suma a las peticiones que nos encargan los ciudadanos en forma de misiones cuyos objetivos se repiten. Monstruos juega mucho a la diversión en cuanto a que el joven James P Sullivan es el típico estudiante experto más en bromas y novatadas que en asignaturas, por lo que la guerra contra la universidad enemiga Fear Tech se traduce en secuestros de mascotas o el uso de bolas de papel del Water. En este caso, más que los objetivos a cumplir, divierte más esa Universidad abierta que explorar.
El problema viene dado de que su mejor modo, el Toy Box para construir lo que queramos, requiere y exige que nos pasemos los tres Play Sets e investiguemos a conciencia para ir añadiendo elementos y posibilidades de construcción. Y hay que echarle varias horas para poder ir desbloqueando y hacernos con un inventario generoso, ya que si vamos directos por los Play Sets y no echamos cuenta a los items que nos brindan objetos, la variedad en el Toy Box no será muy alta. También, como hemos comentado, hay que usar los personajes extra para desbloquear más contenido, lo que ya rompe un poco con la magia y muestra la cara del marketing más descaradamente comercial Disney –por si la inclusión de El Llanero Solitario no lo dejaba ya claro-, ese que nos pide más dinero para seguir disfrutando. Aunque si no vamos a usar el coop en los Play Sets –a 20€ el pack de los tres villanos o los tres compañeros que secundan los que ya tenemos-, con el Starter Pack ya tenemos para un buen puñado de horas a poco que nos enganchemos en el modo Creación.
La cruceta servirá para orientar la dirección de los objetos, como un puente, y subirlo o bajarlos de nivel. Con R1 accedemos a las Mochilas y Herramientas, equipando por ejemplo una varita mágica en vez de la pistola de Jack, que se usa igual que un arma y nos permite directamente eliminar objetos como una estatua, o seleccionar una sala entera y traerla hacia nosotros. El poder que nos da esta varita en cuanto a alterar las superficies pintándolas o haciéndolas desaparecer está disponible también mientras colocamos los elementos. Tendremos que acordarnos de guardar la partida. Y además, ésta podrá llamarse como nosotros decidamos. Otro de los elementos del HUB principal será la sala de los Héroes, un templo que irá creciendo en el que ver elementos como los Power Up canjeados –como el de Alice-, las estatuas de héroes, descripciones y videos suyos –de las IPs de esta primera hornada como Piratas, Enredados, Pesadilla o Phineas & Pherb-, o los potenciadores logrados como fuegos artificiales. Para que la estatua de nuestro personaje aparezca no basta con ponerla en la base, sino que además hay que llegar como mínimo al nivel 1 con este. Entonces aparecerá en su pedestal correspondiente.
Una vez contemos con bastantes elementos, y siempre teniendo que en cuenta que tampoco nos podremos salir mucho de mecánicas básicas como plataformas, carreras y disparos -no contamos de momento con la enorme libertad de otros títulos como Little Big Planet 2-, la imaginación es el límite en forma de crossover con Jack Sparrow volando sobre Dumbo, Davy Jones a lomos de un caballo contra Rayo McQueen, o crearnos un desafío de plataformas y shooter en tercera persona en el multijugador a 4 con apoyo de helicópteros y vehículos que se convierten en versiones Monsters junto a paredes de pinchos y elementos que nos transforman en gigantes. O usar la cámara en 2D y crear un Super Rompe Ralph Bros. El único pero es la equivocada forma de obligarnos no a jugar los Play Sets, sino a repasarlos a fondo para disponer de opciones que aseguren la libertad sin límites que la Toy Box ofrece, algo que por un lado potencia la rejugabilidad, pero de forma más que necesaria, obligatoria.
Con una suite orquestal magistral que cambia con el escenario –ahora el tema Woody de Toy Story en pleno Oeste, ahora algo del jazz de Monstruos SA, ahora sonoridad pirata para Jack Sparrow- es como empieza Infinity, que puede presumir de una BSO realmente cuidada. En los Play Sets nos encontramos con que las bandas sonoras originales no han sido licenciadas, pero sí la partitura, por lo que en algunos momentos de por ejemplo Piratas del Caribe escucharemos algo bastante distinto del original de Badelt y Zimmer, aunque las notas del film se abrirán hueco tarde o temprano en una composición orquestal irreprochable en todos los Play Sets por otra parte. Quizás que el error, el fallo verdaderamente imperdonable es no oir la clásica marcha Disney que acompaña a ese castillo de la Cenicienta que precede a todas las películas de la casa del tio Walt, pero se compensa en parte con un doblaje al español que cuando puede, recupera las voces de los actores en nuestro idioma –Jack Sparrow, Mister Increíble, Rompe Ralph-, aunque en otras ocasiones toca acostumbrarse, como con Sully.
Bueno
Cumple con las expectativas de lo que es un buen juego, tiene calidad y no presenta fallos graves, aunque le faltan elementos que podrían haberlo llevado a cotas más altas. Cómpralo sin miedo.