Disney Dreamlight Valley
Disney Dreamlight Valley, análisis. Un auténtico devorador de horas
Los mundos de Disney llegan a PC, Switch, PS4, PS5, Xbox One, Xbox Series y MAC gracias a Gameloft en Disney Dreamlight Valley. Nuestro veredicto.
La nueva sensación no es el nuevo contenido de Fornite ni un nuevo vídeo viral. O sí, pero si fuera así tendríamos que cambiar esta entrada tan épica. Y es que un videojuego como el que analizamos en estas líneas, Disney Dreamlight Valley, merece un reconocimiento a la altura. Está ya disponible en PC, Nintendo Switch, Xbox One, Xbox Series, PlayStation 4, PlayStation 5 y Mac y como os hagáis con él no vais a querer dejar de jugar.
Y es que detrás de su apariencia infantil tan vinculada a la marca Disney, se esconde un juego realmente adictivo, bonito, sencillo y mágico. Una gran combinación que gracias a los personajes de la factoría se hace querer. Lo hemos jugado en PC y esto es lo que nos ha parecido.
Prestando tu vida a Disney
Gameloft, la empresa tras Disney Dreamlight Valley, ha creado un título que si bien en lo que concierne a historia no despunta en absoluto, sí lo hace en lo jugable. Para ello han sabido utilizar el cariño de los usuarios hacia los personajes de la fábrica de sueños, el género de la simulación —algo arcade o irreal—, la potencia que da la personalización extrema a un avatar y un sistema de misiones simple pero efectivo.
Básicamente eso es el videojuego que hoy nos atañe, un simulador social con toques de agricultura, artesanía, recolección y ligeros trazos de acción al que se le suman las misiones que debemos completar. Es como si en Animal Crossing Tom Nook fuera Tío Gilito, Canela fuera Merlín y Pluto y Mickey la pareja Tendo y Nendo. Después solo faltaría mezclarlo con Stardew Valley y ya estaría.
Nosotros adoptamos el papel del héroe que, tras un sueño, viajamos al recóndito lugar de Dreamlight Valley, la que antaño fuera el hogar de los personajes más carismáticos de Disney. Aquél mundo otrora bañado por la luz, la magia y la felicidad es ahora un pueblo desangelado, sin recursos y sin apenas habitantes. Sin embargo un olvidadizo Merlín ve en nosotros la fuerza necesaria para devolverle los días de gloria a su hogar por lo que recae en nosotros tal peso.
Tras un extenso tutorial en el que nos explican las mecánicas básicas que nos permitirán reavivar la vida en Dreamlight Valley se nos abrirá un mundo de posibilidades con una cierta encorsetada libertad. Porque si bien podemos llevar a cabo multitud de actividades nunca avanzaremos ni en la trama ni en posibilidades si no atendemos las peticiones de los residentes. Primero será Pluto, luego Tío Gilito, después Mickey.. y así con toda la retahíla que llegará después.
La mayoría de peticiones nos pedirá que pesquemos, recojamos plantas, fabriquemos objetos, retirar maleza o activar unas misteriosas estatuas. Todo esto es contenido básico del juego pero también sirve para guionizar la aventura. Y además de realizar estas tareas en las misiones también podemos hacerlas fuera de ellas, incluso con los personajes de Disney, sobre todo si queremos subir nuestro nivel de afinidad con ellos. Spoiler, es necesario.
Según vamos avanzando en la historia y devolviéndole ese calor a Dreamlight Valley, iremos visitando nuevos mundos en el que completar más misiones, conocer a más personajes de Disney y reclutarlos para nuestro pueblo. A estas alturas de la película y con tanto destripe tanto en las pantallas de carga como en tráilers e imágenes previas al lanzamiento ese atisbo de sorpresa al tener que conocer a un nuevo recluta se pierde, pues es raro que no sepamos ya qué personajes hay en el juego. No obstante, es agradable visitar el resto de mundos aunque la mayoría no son más que una pequeña habitación cerrada.
Por si acaso no vamos a desvelar cuáles mundos podemos visitar —aunque el videojuego, en su diario, te lo revela— pero sí os podemos decir que Gameloft ha creado su obra como juego de servicio y tienen planeado añadir más mundos con el paso del tiempo. De hecho hace relativamente poco se desveló que en la próxima actualización Woody, Buzz y compañía llegarían a este simulador social. Y podrían venir bastantes más con el tiempo pues en el clásico castillo de Disney, el edificio más grande de Dreamlight Valley, hay decenas de puertas cerradas a otros mundos todavía no anunciados.
La gracia de Disney Dreamlight Valley, además de completar las misiones para avanzar en la historia, viene de dos características propias. Por una parte tenemos un pequeño libro de tareas muy variadas como la de recolectar un número de verduras o plantas, eliminar matojos o hablar con los personajes del juego entre otras. Al completarlas nos darán puntos Dreamlight que nos permitirá abrir portales hacia otros mundos o dar acceso a otras características. Y tenéis que tener claro que el núcleo central del videojuego se rige por este libro ya que son necesarios muchos puntos Dreamlight para continuar la aventura. Este sistema genera una adicción debido a que muchas de estas peticiones dadas por el libro son sencillas de cumplir y poco a poco las vas terminando a la marcha. Hay otras que no, claro está, pero cuando te has dado cuenta ya es demasiado tarde y has caído en la rutina.
Lo segundo más importante de Disney Dreamlight Valley y que al mismo tiempo es donde más brilla es en la extrema personalización que trae bajo el brazo. Todo, absolutamente todo, se puede personalizar. No solo tu avatar podrá vestirse y desvestirse con trapos y accesorios icónicos o comunes, es que también podrás hacer lo mismo con Dreamlight Valley. Mover una casa de lugar, darle la vuelta, mover esa farola que apenas da luz en aquél rincón, mover esta maceta, cambiar las señales.. Y todo a golpe de un par de pulsaciones de botón.
Hasta el videojuego cuenta con su propia tienda “Manitas” como la de Animal Crossing. Si ayudamos a Tío Gilito a devolverle la vida a su tienda —que no queda otra porque forma parte de la historia— nos hará el “favor” de traer objetos nuevos cada día de la semana que podemos comprar con el dinero del juego. Estos objetos pueden ser decoración muy variada o harapos para nuestro avatar, tanto de la factoría Disney como casuales. Ese valioso dinero podemos obtenerlo vendiendo lo que hemos labrado o encontrado en el puesto de Pluto, otra tienda a tener en cuenta.
Por lo demás no hay mucho más que contar que no se haya visto, dicho o intuido. El mapa inicial se va expandiendo según vayamos avanzando en la trama lo que abre nuevas posibilidades y tareas para el jugador, pero básicamente es siempre tal y como hemos narrado. De hecho es tan similar a los juegos anteriormente mencionados que cualquiera que haya probado éstos se enganchará irremediablemente a Disney Dreamlight Valley. Eso sí, aquí a pesar de que el título cuenta con un ciclo de horas real como en Animal Crossing, tanto la pesca como el cultivo y otras tareas son casi instantáneas de completar por lo que no tenemos que esperar demasiado para ver crecer nuestras hortalizas o frutos. Es muy ágil en ese sentido, un punto bastante positivo.
Ahora bien, este tipo de juegos ya de por sí requieren horas y Disney Dreamlight Valley a pesar de ser ágil tal y como hemos mencionado, no se libra de sus maratonianas sesiones de tareas repetitivas. Si sois amantes de la recolección o de completar encargos básicos con música de fondo, es vuestro juego, pero si pensáis que echándole veinte horitas lo tendréis completado, ya os podéis ir olvidando de esta idea. Conseguir puntos Dreamlight se hará duro llegado el momento por lo que desbloquear accesos y otras características requerirá de “farmeo”. Y lo cierto es que puede aburrir al más pintado.
La magia de Disney
En lo audiovisual no tenemos demasiadas quejas. Hay mucho mimo en los modelados de los personajes —aunque Mickey en ocasiones bizquea cosa mala y da un yuyu tremendo— y en todo el escenario en general. Los mundos están muy bien tematizados, tienen vida y están repletos de guiños hacia las películas originales pero en conjunto no despunta en absoluto.
Gameloft ha optado por lo que siempre ha funcionado; mostrar un mundo bonito, bien construido visualmente, que requiera de pocos recursos y que no chirríe. Y sí, sigue funcionando, pero nos queda esa espinita de ver qué se podría haber conseguido si se hubiera aprovechado la potencia de un ordenador con buen hardware o de las consolas más potentes en las que está disponible Disney Dreamlight Valley.
Las diferentes paletas de colores escogidas, los diseños en general de cada objeto y personajes así como las ambientaciones de cada mundo es cien por cien Disney, por lo que al instante se consigue conectar con el videojuego. Lo dicho, un buen trabajo en general pero se podría haber hecho mucho más, pero como funciona…
En lo sonoro tres cuartas partes de lo mismo. El título juega con las melodías originales de cada producto asociado a los personajes Disney que aparecen en él con nuevas remezclas y guiños. Es imposible que la música de Disney Dreamlight Valley no entre por los pabellones auditivos aunque sí es cierto que se le podría dar más protagonismo porque aun con la música en su configuración de volumen más alto pasa a un segundo plano. Lo mejor es que tanto textos como el audio están localizados a nuestro idioma por lo que es una gozada jugarlo con toda la familia reunida alrededor del monitor —o televisor— .
Conclusión
Disney Dreamlight Valley es un estupendo juego en el que invertir una gran cantidad de horas. Es ameno, sencillo, divertido y con toda la magia de Disney. Tiene potentes opciones de personalización para casi todo lo que aparece en pantalla, lo que nos permite tener mundos muy diferentes al de otros jugadores. Las actividades son sencillas de llevar a cabo pero a la larga puede aburrir por la extrema repetición de las mismas. Además, conseguir puntos Dreamlight será fácil al principio pero duro llegado un momento.
Lo mejor
- El videojuego te atrapa sin remedio. Su propuesta es realmente adictiva.
- Extrema personalización del personaje y su mundo.
- Visualmente está muy bien construido. Algo flojo en lo técnico pero cumple en su cometido.
Lo peor
- A la larga se hace demasiado repetitivo.
- Algunos objetivos requieren de muchas horas de esfuerzo y tedio.
Muy Bueno
Juego de notable acabado que disfrutaremos y recordaremos. Una buena compra, muy recomendable para amantes del género. Está bien cuidado a todos los niveles. Cómpralo.