Disgaea: Afternoon of Darkness
- PlataformaPSP9
- GéneroRPG, Estrategia
- DesarrolladorNippon Ichi Software (NIS)
- Lanzamiento11/12/2007
- TextoInglés, Japonés
- VocesInglés, Japonés
- EditorNippon Ichi Software (NIS)
El Infierno según Nippon Ichi
Ha sido una sorpresa que su llegada se produjese con tan poco retraso respecto a la americana, por no decir una de las más gratas alegrías que nos podía proporcionar KOEI de cara a las navidades. Diversión, humor, grandes dosis de acción por turnos y sobre todo infinitas opciones de personalización son la carta de presentación del que hasta ahora puede presumir de ser uno de los mejores juegos del catálogo de PSP.
El tamaño importa. Según del caso que hablemos, pero importa. Pocos son los privilegiados que en su paso de PS2 a PSP hayan conseguido un resultado más completo que el de alguna de sus entregas primogénitas, léase el caso de Metal Gear Solid o el más reciente WipEout. No son exactamente ports como en el caso de Disgaea, pero es imposible negar que en este caso las compañías implicadas en estos tres videojuegos hayan conseguido un trabajo igual o incluso mejor que el original. Claro está, todo esto es discutible.
Nippon Ichi sorprendió a propios y extraños con Disgaea, una particular forma de ver el mundo de los SRPG primando su cómica historia -que explicaremos a posteriori- y sus numerosas posibilidades para modificar armas, objetos, personajes, y una larga lista en la que se incluyen prácticamente todos los elementos característicos de un juego de estrategia por turnos. En su paso a PSP Lahart y compañía se mantienen al mismo nivel que en PS2, protagonizando un UMD casi idéntico al original pero con una ostensible mejora gráfica. Disgaea parece un juego pensado y destinado para PSP, lo que en otras palabras quiere decir que en todos sus aspectos supera de largo a cualquier otro juego del género, salvando quizás el caso de Final Fantasy Tactics.
Dos años tras la muerte de su padre, Lahart despierta bruscamente ante los continuos intentos de una demonia' bastante simpaticona que responde al nombre de Etna. Estos dos personajes son los más importantes entre todos los que maneja el argumento, un elenco de los más variopinto al tiempo que una sabia elección para obtener un guión variado y poder desarrollar distintas personalidades, todas ellas con su particular historia a sus espaldas.
Situándonos en el Infierno nuestro objetivo no será otro que el de asesinar uno por uno todos los posibles candidatos a convertirse en los reyes del Inframundo, y de paso evitar que nuestros aliados acaben con nosotros, tal es la cantidad de divertidos complots que se urden para evitar nuestra victoria. Graciosos personajes como los Prinnies se unen a un abanico enorme de diferentes personajes secundarios que nos asisten en batalla, además de contar con la siempre divertida presencia de los malos de final de fase, que aportan su granito de arena a amenizar el show.
Un videoclip de presentación abre un juego que cuenta con pocos alicientes aparte del argumento inicial y de las interminables conversaciones entre los personajes de nuestro grupo, que como ya hemos resaltado son de lo más surrealistas que jamás hayamos podido ver en un videojuego. Todo el juego está diseñado sobre una base anime, con personajes originales, que se mueven con soltura por los escenarios sin ningún tipo de ralentización cuando efectuamos golpes especiales. En realidad el motor 2D de Disgaea le aporta bastante estabilidad y rapidez de movimientos, gráficos poco cargados y muy resultones, a la par de Jean D'arc.
Sin resultar especialmente llamativos a la vista son suficientes para lograr un efecto muy acogedor, a grandes rasgos el común en los SRPG de Nippon Ichi que siempre se han caracterizado por contar con gran cantidad de personajes y de distintas clases de monstruos y enemigos. En este caso no hay mucho más que destacar, si acaso recalcar la importancia que supone la mejora de las texturas y la rapidez de carga entre combates, además del siempre efectivo uso de Artworks o dibujos para protagonizar algunas escenas del argumento.
Estos ofrecen numerosas opciones de personalización, no sólo en lo que respecta a aumentarlos de nivel sino también a la hora de elegir la clase de guerrero que deseemos, cómo queremos que evolucione etcétera. No es exactamente el mismo sistema que el de los jobs' o trabajos de un Final Fantasy, y casi diríamos que en eso sale beneficiado Disgaea, pues abre muchas más posibilidades al jugador que el juego se Square.
Todos estos tutoriales no son suficientes para evitar la robusta curva de dificultad inicial a la que haremos frente al comienzo del juego, cuando todavía no tengamos mucha idea de cómo crear personajes y demás. La creación de un personaje requiere mana', que sólo podremos adquirir en los combates, y además son bastantes exigentes en cuanto a la experiencia con la que nace el guerrero elegido. Es algo extraño, pero se podría decir que cuesta dominar todas las posibilidades de las que disponemos en combate.
Ataques en grupo, la habilidad para levantar a nuestros compañeros y propulsarlos para que puedan acceder a distintas zonas, también a distintas alturas, o incluso entre los propios enemigos son algunos ejemplos de las muchas posibilidades a las que tendremos que adaptarnos. No es fácil, pero sí muy gratificante una vez comenzamos a dominar algunos conceptos básicos. Aparte de todo esto también hemos de tener en cuenta las asambleas para subir de rango, en las que podemos sobornar a los demonios que estén en contra de ella regalándoles objetos que hayamos adquirido previamente en los combates.
De resto salvo algunas opciones como poder acceder a todo el tracklist del UMD por separado -comprándolo previamente- o un registro de todos los objetos y armas que descubramos a lo largo de nuestra epopeya son algunas -por no decir todas- las novedades que incluye Afternoon of Darkness, si bien ya habíamos avisado de ello en nuestras impresiones sobre la versión americana.
Excelente
Un título referente en su género, que destaca por encima de sus competidores y que disfrutarás de principio a fin, seguramente varias veces. Un juego destinado a convertirse en clásico con el paso de los años. Cómpralo sin pestañear.