Debido a tales maldades, el planeta fue inundado por completo y todo cuanto se conoce en nuestra era es el fondo marino, tapado sin remedio por una impenetrable capa de hielo. A pesar de todo, una mínima esperanza fue regalada a la humanidad: en lo más profundo del océano habita el último regalo divino, la única posibilidad de devolver al ser humano a la tierra y permitirle abandonar sus penurias subacuáticas. Sólo los más valientes y merecedores de tal honor podrán alcanzar el objetivo de todo aventurero que se precie, y nosotros somos los protagonistas de esta historia.
Ahondando más en su propuesta jugable, Arachnid Games nos ofrece mapas con una extensión muy generosa repletos de pequeños secretos y varios lugares de interés. Cada vez que entramos en un área nueva, lo primero que se nos impulsa a hacer es buscar alguna localización habitada donde recabar información y, sobre todo, obtener un plano de la zona. Éstos siempre están vacíos y tan sólo se irán llenando con nuestros descubrimientos, sirviendo de referencia mientras navegamos pero en ningún caso guiándonos automáticamente, ya que no hay radar que muestre nuestra posición en todo momento. Todo esto favorece la sensación de aventura cuando nos perdemos al explorar libremente, sintiendo que hemos de mantener un ojo en el mar y otro en el mapa, sobre todo si tenemos en cuenta que la profundidad multiplica el terreno navegable. No obstante, la brújula sí nos informa de la dirección en la que se encuentran las localizaciones cercanas que ya hemos visitado, y el juego cuenta con un original sistema de guía para los objetivos de la historia principal que, si bien no nos lleva de la mano hasta el lugar concreto que hemos de alcanzar, sí nos introduce en la dirección adecuada.
Lo cierto es que no se nos lleva a pasar por situaciones de combate muy diversas, y tan sólo algunos puntos clave pueden subir un punto la dificultad (normalmente, nada que no se solucione con algo de calma y prudencia), por lo que llegados a un determinado momento será normal evitar confrontaciones que no aportan nada demasiado nuevo. Eso sí, tanto en las naves derrotadas como en otro tipo de localizaciones (estaciones abandonadas, normalmente) podremos nutrirnos de provisiones necesarias como munición, objetos que vender y, sobre todo, comida y oxígeno, objetos que no dejan de consumirse en ningún momento y sin los cuales terminaremos amargamente nuestra partida.
En lo meramente gráfico, por otra parte, el juego no es ningún portento, cumpliendo en líneas generales y sin que hayamos podido percibir errores notorios de rendimiento. Cabe destacar también que las escenas interiores están dibujadas al más puro estilo cómic, con figuras estáticas, animaciones en bucle y bocadillos de donde surgen los diálogos, que se componen únicamente de texto y no tienen ningún doblaje. Hay que decir a este respecto que no tiene traducción al castellano y, por lo que los propios desarrolladores han dejado caer en las discusiones de Steam, no hay planes actualmente de localización a nuestro idioma. Esto puede suponer un problema para más de uno, sobre todo teniendo en cuenta que en ocasiones no se trata de un inglés precisamente simple y accesible, por no mencionar fallos en los que se cuelan palabras en alemán constantemente en ciertas pestañas o menús, aunque por lo general se pueda entender con pocas complicaciones.
7
Bueno
Cumple con las expectativas de lo que es un buen juego, tiene calidad y no presenta fallos graves, aunque le faltan elementos que podrían haberlo llevado a cotas más altas. Cómpralo sin miedo.