Diablo Immortal, análisis. Gran videojuego, dudoso modelo de negocio

Nuestro paso por Diablo Immortal ha sido un carrusel de emociones. Las sensaciones en el plano jugable se mantienen: capta a la perfección la esencia de la saga. Reúne las condiciones para ser uno de los mejores juegos disponibles en el mercado móvil; de hecho, parece mentira que un juego de esta factura encaje tan bien en una pantalla de apenas 5 pulgadas.

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El tema es que, al menos de lanzamiento, el modelo de negocio te invita demasiadas veces a pasar por caja. Una vez alcanzas el nivel 60 encuentras un muro condicionado por el uso de objetos muy limitados para el jugador que evita sacar la cartera. No hay problema (en parte) durante el progreso PvE, pero si quieres enfrentarte a otros jugadores puedes esperar de todo.

Diablo de bolsillo

La solución encontrada por Blizzard y NetEase Games permite a la fórmula Diablo encajar a la perfección en dispositivos móviles. Enciendes tu smartphone y en cuestión de 20 segundos ya estás inmerso en las batallas por Santuario. Su adaptación a la plataforma fue una de las claves de nuestras impresiones finales. La pantalla táctil parece hecha para Diablo; el control es rápido y preciso, no se echan en falta los sticks físicos de un mando tradicional.

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Elige entre Bárbaro, Monje, Mago, Nigromante, Cruzado o Cazador de Demonios, las clases con los estilos de juego que ya conoces de la saga. Nosotros hemos empuñado las ballestas dobles del cazador. A la larga se vuelve una clase muy divertida de manejar. Puedes elegir entre enfocar a tu personaje como una clase ágil o que apoye al equipo colocando multitud de trampas. Sea cual sea tu decisión, es un DPS de los de toda la vida y cuenta con el suficiente margen para poder adaptarlo entre varias formas de juego.

La aventura consta de una campaña guiada por el ritmo narrativo que gira alrededor de las 25 horas, dependiendo de cómo exprimas las bonificaciones de experiencia. En la práctica es el camino que debes realizar hasta alcanzar el nivel 60. El viaje nos lleva por 9 zonas de tamaño pequeño que sirven como nexo de unión con el resto de jugadores del servidor. Cada mapa tiene una horquilla de nivel recomendado la primera vez que las visitas; de hecho, verás varias pausas en el transcurso del viaje hasta que alcances el objetivo recomendado. Una vez superes el nivel recomendado, los enemigos escalarán para ponerse prácticamente a tu altura.

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En la comparativa frente a Diablo 3, la última entrega principal de sobremesa, nos encontramos con un juego bastante más rápido a todos los niveles. El progreso vuela; en cuestión de un par de horas tendrás a tu alcance tu primer equipo legendario. El ritmo de la acción no descansa en ningún momento. Las transiciones entre niveles apenas toman un par de segundos en nuestro dispositivo (iPad Air 2020). Diablo Immortal gana en el contacto directo. ¿Tienes cinco minutos? Siempre queda algo por hacer y una recompensa que obtener.

Todo el contenido disponible de lanzamiento está a tu alcance a golpe de click. El Códice es una especie de diario que reúne todas las mazmorras, fallas y cadenas de misiones que hemos completado o que debemos completar. Tras la rotación diaria destaca qué contenidos cuentan con bonificaciones de experiencia para el pase de batalla, la mejor vía para escalar en nivel. Una vez empieza tu escalada por los niveles de paragon puedes entrar en las mazmorras ya visitadas en en varias dificultades infierno hasta nivel 4. La rejugabilidad está servida.

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El sabor que nos deja la campaña es muy bueno. La factura de Diablo Immortal no dista de cualquier otra entrega principal de la saga. Fuera prejuicios con el videojuego en móviles: si se publicase a precio completo en plataformas tradicionales, pagaríamos. Cuesta imaginar que un videojuego a este nivel de calidad esté disponible de manera gratuita. Pero no solo le basta con alcanzar el listón de la saga; también asienta las bases sobre el futuro Diablo 4 en cuanto a conectividad se refiere.

Mejor en compañía: las bases del futuro

Tu viaje por Santuario al completo es compartido con el resto de jugadores del servidor en el que te encuentres. Cientos de desconocidos que en cuestión de un click pueden ser tus compañeros de aventura. Sus responsables han construido un sistema social efectivo y que potencia lo visto en anteriores entregas. Por ejemplo, si estás en un nivel y encuentras una guarida oculta, una mazmorra de menor tamaño, con un click puedes mandar una invitación a todos los que te rodean. En nuestra experiencia, siempre acude alguien a la llamada.

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Funciona como un MMO a pequeña escala. Cada día tienes algo que hacer. Toda la oferta PvE de Diablo Immortal puede ser compartida entre cuatro jugadores, salvo contenidos como el Infercario donde asciende a ocho. Infercario que demuestra el potencial del juego a la hora de crear builds y sinergias con otros usuarios. Son encuentros contra jefes especiales que requieren un mínimo de nivel de equipamiento (no de usuario) para poder combatir contra ellos. El mayor pico de dificultad en estos momentos.

En el lado PvP, más allá de las arenas de combate, puedes encontrar la lucha eterna entre los Inmortales y las Sombras. Es una mecánica que enfrenta a dos bandos entre un número limitado de jugadores por servidor. Para convertirte en Inmortal antes debes pasar por sus asesinos, las Sombras. Convertirte en uno de ellos mezcla el azar con el sistema de clanes.

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Cada día hay tres loterías a las que se pueden sumar cerca de 900 personas. Si eres uno de los ganadores, tendrás que derrotar a tres enemigos para lograr la invitación; en el caso de que quieras una línea más directa, puedes simplemente unirte a un clan de las Sombras y esperar a que te llegue la invitación. Al final se busca que los clanes compitan entre sí cada ciclo para alcanzar un puesto en la clasificación del servidor, lo que desemboca en una pelea contra los Inmortales donde los ganadores obtienen el derecho a portar sus banderas.

Modelo de negocio

Abrimos el melón. La naturaleza free to play de Diablo Immortal plantea un sistema de monetización que va más allá de elementos cosméticos. La tienda, sin ir más lejos, está repleta de vías para potenciar tu experiencia previo pago. Pase de Batalla, Don de la Abundancia, materiales de forja, cajas de botín… Todo lo que puedes esperar de un juego de estas características está ahí.

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Los responsables del proyecto no mienten cuando hablan de que todo el equipamiento se puede obtener de manera gratuita. Si juegas, no hay muros que bloquean al completo el progreso. Pero tiene trampa: quien paga tiene más probabilidades de conseguir objetos que a ti te costarían horas lograr. El PvP está desequilibrado de entrada por aquellos que han depositado dinero. En el PvE te costará más estar a la altura una vez te enfrentes a las dificultades infierno, pero ahora esos jugadores estarán de tu lado.

Donde sí hay un problema evidente es cuando entramos en la búsqueda y mejora de las gemas legendarias. Estos objetos son los que más influyen a nivel de equipo una vez entremos en el contenido postgame. La manera más sencilla de conseguirlas es completando fallas antiguas mientras están activados blasones legendarios. Para quienes no sepan qué es, es un modificador que aumenta la recompensa y activa el drop de una gema legendaria (como mínimo) por run.

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Conseguir este tipo de blasón está muy pero que muy limitado para el jugador medio. Puedes conseguir una al mes intercambiando puntos de ases y otra como parte de la línea gratis del pase de batalla. Y hasta ahí sin contar campañas promocionales. El jugador que quiera invertir dinero real lo tiene tan fácil como dirigirse a la tienda y comprar tantas quiera por 160 orbes eternos, el equivalente a 2,97 euros.

Técnicamente hay vías gratuitas para conseguir gemas legendarias sin un blasón legendario. La aprendiz de joyera ofrece sus servicios para fabricarlas a dedo intercambiando runas, que se consiguen jugando fallas sin necesidad de un blasón activado… pero el drop es bastante bajo. Hay otras runas que solo se pueden adquirir en otro mercador intercambiando ascuas mortecinas, una divisa añadida obtenible en las fallas y de la que te limitan el máximo que puedes conseguir con carácter semanal.

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El sistema ya de por sí es complejo como para añadir capas de progresión de las que nadie te explica en profundidad. Tienes que retener muchos conceptos para algo que debería ser mucho más sencillo. Incluso las gemas legendarias se pueden conseguir en el mercado comunitario… sí, lo has adivinado, mediante otra divisa (Platino) que se obtiene en cantidad muy limitadas realizando tareas diarias o pagando en la tienda. Todo el esfuerzo invertido para que al final descubras que las gemas legendarias tienen varios rangos que aumentan su rendimiento, lo que requiere otra suma de materiales, más obstáculos…

Las polémicas cajas de botín aparecen como paquetes con contenidos fijos, es decir, su apertura no se basa en probabilidad. Recibes exactamente el conjunto de objetos por los que has pagado. El Pase de Batalla se puede adquirir por 4,99 euros y contiene una buena variedad de objetos, aunque debes completarlo dentro del límite de tiempo indicado. Por ese lado nada que objetar. Junto a él encontramos servicios complementarios que van desde bonificaciones por inicio de sesión (9,99 euros por 30 días de recompensas) hasta bonificaciones extra por alcanzar niveles de hito (19,99 euros).

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Hay dos tipos de jugadores que afrontarán de manera diferente el juego. El que solo quiera contenido PvE y una forma de conectar con sus amigos, puede disfrutar de todo este contenido sin pagar un solo euro. El segundo, de perfil entusiasta y que busca ser el mejor en PvE y PvP, no tendrá más remedio que buscar los mecanismos para acelerar el progreso. Hay un tercer tipo de jugador que sí o sí debe pasar por caja, aquel que quiere entrar en el top 10 del servidor y conseguir ser inmortal en todos los ciclos. Algo que para la masa generalista le es absolutamente indiferente.