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Dead Island Definitive Collection

Dead Island Definitive Collection

  • PlataformaPC7XBO7PS47
  • GéneroAcción, Aventura
  • DesarrolladorTechland
  • Lanzamiento31/05/2016
  • TextoEspañol
  • VocesInglés
  • EditorDeep Silver

Análisis de Dead Island Definitive Edition

Remaster de las dos entregas de Deep Silver con algunas mejoras visuales y todos los contenidos publicados.

Actualizado a

Nota: para profundizar en la jugabilidad de los títulos, lee los análisis originales de Dead Island y Dead Island: Riptide

Dead Island vuelve. Como está sucediendo con una gran cantidad de videojuegos de la pasada generación que quieren intentar arrastrar unos últimos usuarios con versiones remasterizadas, la saga de Deep Silver llega a PC, Playstation 4 y en Xbox One con un pack a un precio atractivo, ciertas mejoras visuales y una infinidad de horas de juego. Zombiz por doquier con la primera entrega y con Riptide, además de los contenidos descargables que se lanzaron en su momento y Retro Revenge, un arcade 2D de toque old school. El pack se puede adquirir por 39,90 euros, algo que lo hace especialmente atractivo. Aunque se mantengan varios de los errores de las entregas originales.

El primer Dead Island sorprendió a medio mundo con un tráiler espectacular que generó enormes expectativas. Es difícil no recordar la tensión y las situaciones que se mostraban en dicho vídeo promocional. Sentíamos que acechaba un Survival Horror como nunca antes y así lo estuvimos esperando. Hasta que llegó en 2011 con una fórmula que tenía mucho de RPG, mucho de mundo abierto y poco de terror. No era lo que esperábamos pero sí un buen título en términos generales. Una gran isla que debería ser el paraíso para los personajes que están en ella –muchos de ellos parecen sacados de Mujeres y Hombres y Viceversa- pero que se convierte en el horror más absoluto por unos zombis que arrasan con los hoteles, las playas y todo lo que se encuentran.

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Su fórmula destacaba por el concepto de mundo abierto en el que tenemos una gran cantidad de misiones por realizar, lugares por explorar y elementos que conocer si queremos desviarnos de la trama principal o el simple abastecimiento de todo tipo de recursos que vamos encontrando. No es un juego precisamente falto de contenido, y no durará menos de 20 horas. Además, contamos con varias localizaciones que contrastan unas con las otras. Pero esta es solo una parte de un título que tenía algunos problemas hace cinco años y que los mantiene en este remaster.

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No tardaremos en ver algunas reacciones y elementos que no responden como deberían. Por norma los zombis, cuando avistan a nuestro personaje, se lanzan a por él con determinación. Pero ya hemos visto algunas situaciones en las que un zombi golpeado hace como si no fuera con él la cosa y no nos asaltara. Además, el sistema en primera persona sigue siendo algo impreciso en el control de ciertas armas y algunos movimientos como el plataformeo, aunque es algo que uno acaba acostumbrándose. Tampoco está exento de la cierta repetición de situaciones que van dándose ante nosotros misión tras misión. Como recomendamos en su momento y se mantiene igual en el remaster, el cooperativo hace que la experiencia sea mucho más satisfactoria.


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La secuela Riptide
Riptide se considera la secuela de Dead Island, un juego que se hizo porque los fans querían más Dead Island. Pero la realidad es que la sensación con este juego es que se habían reciclado muchos elementos, situaciones y lugares. Dos años después llegaba un juego que era muy similar a lo que ya vimos. La trama sigue los acontecimientos que conocíamos con los supervivientes escapando en un buque donde se desemboca toda la acción zombi una vez más. Otras veinte horas por lo menos con misiones secundarias, extras, cooperativo con amigos y varios eventos que aportan riqueza a la isla a la que vamos a parar después de una navegación, cómo no, accidentada.

A la ya conocida función de chico de los encargos ayudando en tareas a todo tipo de personajes que conoceremos en una isla tremendamente similar a la que vimos en el primer juego se le añaden elementos a tener en cuenta que forman parte de la vertiente RPG de la saga: personajes con árboles de habilidades diferenciados entre ellos, ataques especiales y un desarrollo que vamos moldeando a medida que avanzamos. De nuevo recursos que tenemos que saquear, armas que se desgastan por su uso, zombis algo más resistentes que en la primera entrega y la mecánica de ir de un punto a otro punto siguiendo a pies juntillas lo que marca la misión. Con cierta sensación de deja vú, repetición de situaciones, enemigos, armas muy parecidas (salvo algunas novedades) y poco más. Destacar las misiones tipo horda, donde tenemos que construir trampas y defensas para evitar asaltos masivos de enemigos, eso sí.

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Por desgracia, el juego original tenía bugs que nos podían hacer reiniciar partida y aquí pasa exactamente lo mismo. A los 15 minutos, todavía en el prólogo, un NPC no nos seguía donde debíamos y ni podíamos abrir una escotilla para seguir avanzando en la trama. Nos volvimos locos hasta que al reiniciar punto de control, simplemente todo fluía como se espera del juego. Tampoco faltan algunos elementos como extremidades flotando en el aire y otros errores visuales como clipping cuando los enemigos van cayendo en nuestras manos. 

Por último, destacar que a nivel de contenido tenemos también Retro Revenge, un juego con aspecto de recreativa que quiere emular los clásicos beat’em up de los noventa superando niveles mientras matamos a zombis en 2D. Aunque la idea puede parecer interesante, se acaba haciendo tremendamente pesado y repetitivo a los pocos minutos. El personaje se mueve sobre raíles y van apareciendo zombis en distinos niveles. Vamos moviéndonos atacándolos según toca (algunos necesitan golpes bajos, otros de frente, otros desde atrás) y sumando puntos. Pero la fórmula se agota rápidamente porque no tiene demasiado interés ni es realmente exigente.


¿Mejoras? visuales

Uno de los ganchos de estos remasters es precisamente las mejoras visuales que llegan con ellos. En algunos casos se trata solo de subir la resolución, en otros casi más como si estuviéramos en un remake. Depende. Y Dead Island Definitive Edition ofrece un poco de todo. Por un lado tenemos la resolución a 1080p, además se han mejorado algunas texturas a las que también se les ha subido la resolución. En general los dos juegos lucen bien en espacios abiertos, con elementos como la vegetación que está tratado con mimo. Pero no siempre se tiene la sensación de que el trabajo realmente sea a la altura de lo que se espera con las consolas actuales. Hay varios efectos, como la lluvia, el movimiento del mar o algunos elementos como el fuego y las explosiones que quedan un poco lejos de lo que se espera del título.

Tampoco los personajes parecen realmente renovados. Desde la compañía se aseguraba que había un incremento de calidad en los modelados de los NPC, pero son bastante simplones y se les nota el peso de los años. En la versión que más hemos profundizado para el review, la de PC, no hay atisbo de tearing que sí se veía en las ediciones originales y funciona con fluidez de principio a fin aunque haya una gran cantidad de enemigos en pantalla (todo en máxima calidad con un equipo que es el siguiente: Intel core i7, GTX 980ti y 12 gigas de RAM. También vemos mejoras en la distancia de visionado, pero las posibilidades de personalización de settings se antoja algo escasa. En consolas el framerate es de 30 por segundo, más estables y fluido que en la pasada generación de consolas.


7

Bueno

Cumple con las expectativas de lo que es un buen juego, tiene calidad y no presenta fallos graves, aunque le faltan elementos que podrían haberlo llevado a cotas más altas. Cómpralo sin miedo.