Bailar, al alcance de todos

A pesar de que el género de la 'simulación' musical está más que integrado en nuestro país gracias al popular arcade Guitar Hero, lo cierto es que hay exponentes más que efectivos paseando por las estanterías desde hace años. Bemani, la serie que se dedica a estos menesteres dentro de Konami, provee multitud de ellos que han colonizado todas las salas recreativas de Japón. Su vertiente más popular, además, ha traspasado fronteras llegando a ser una de las más demandadas dentro de la escasez de consumidores en nuestro país: los de baile.

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Dance Dance Revolution, más conocido como Dancing Stage en Europa -aunque ha habido un baile más que considerable de nombres- lleva ocho años atacando a nuestras consolas de sobremesa, pero lo ha hecho de forma más que meritoria. De hecho, el cambio de PlayStation 2 a la difunta Xbox le dio un empujón considerable gracias a su suculento Live!, lleno de posibilidades a explotar.

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Ahora, manteniéndose la exclusividad con Microsoft, se adapta a la nueva generación con este esperado Universe para 360. Como siempre, nuevas canciones marca de la casa más algunas adaptadas al estilo occidental se suman a todos los modos de juego de entregas anteriores como Unleashed -o Ultramix-, incluyendo un multijugador bastante completo. Pero la guinda del pastel es el mejor acercamiento a los bailarines noveles hasta el momento. ¡Prepárate para sudar!

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Así, en principio tenemos a nuestro personaje a elegir entre distintos modelos cell-shading para que dancen de fondo mientras bailamos. También tendrá distintos vestuarios y estilos a elegir, lo cual le añade un ínfimo grado de personalización. Los fondos dinámicos que sonarán al ritmo serán espectaculares, luminosos y también personalizables, aunque a veces desearíamos que no fuesen tan estrafalarios. Por otro lado tenemos los videoclips que se mostrarán en ciertas canciones, todos ellos en alta definición y bastante disfrutables.

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He aquí la lista completa:

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Dicho periférico funciona con la suficiente precisión y su respuesta es la esperada, aunque tropezaremos mucho en nuestras primeras canciones por razones obvias. Lo único que podemos reprocharle es su falta de firmeza, que a veces hará que nos resbalemos si no tenemos cuidado. Pero, por el resto, es un estándar a un buen precio y bastante fiable.

Es curioso comprobar cómo Dancing Stage se ha ido complicando con el paso de los años hasta llegar a cotas inimaginables de dificultad y sea ahora cuando den la mano todo aquel novato que quiera cogerla. Y es que la 'Basic Edition', lo primero que veremos al encender nuestra consola, nos introducirá a todas las bases del arcade de forma progresiva y fluida, donde dominaremos las bases, aprenderemos canciones muy sencillas y, en definitiva, nos prepararemos para enfrentarnos al mundo real, la 'Master Edition'.

El plato fuerte lo componen seis modos distintos, todos ellos ya conocidos. Primero tenemos el Game Mode, emulador de la versión Arcade, que simplemente te arrastra a una canción tras otra superando tu propia puntuación. El modo Quest, por su parte, es el más longevo de todos pero también puede ser el más tedioso. En él, haremos nuestra carrera como bailarines viajando por todo el mundo para darnos a conocer y ganar dinero, con el que podremos comprar canciones.

Normalmente tendremos que superar pruebas que pasarán por rellenar un medidor progresivamente mientras bailas bien. Si no puedes conseguirlo en esa canción, pasas a la siguiente y continúas. El problema está en que si cumples tu objetivo y le das a A entre canción y canción, pasa a la siguiente aunque hayas cumplido tu objetivo. De esta forma, si no supieses qué tienes que hacer, podrías repetir el proceso hasta el infinito.

Después está el modo Challenge, que te da una serie de retos a cual más enrevesado, como por ejemplo fallar cada cierto número de notas, no equivocarte en ni una flecha, no pisar aquéllas que estén envenenadas, llenar tu 'bailómetro'… También tenemos el modo Workout, que sirve como un indicador para quemar calorías: sólo tienes que poner tu peso y activarlo para conocer cuánto adelgazas cada vez.

Xbox Live también funciona fluidamente. Podemos nuevamente conectarnos con otros tres rivales en partidas clasificadas para medir nuestro nivel como jugadores en pruebas similares. Además del típico ránking no hay ninguna adición interesante, aunque la implementación en sí no tiene resquicio alguno de lag y resulta adictiva a rabiar.

Por último hay un modo edición bastante provechoso, con el que podemos personalizar nuestras canciones a placer. Por desgracia, no hay forma alguna de insertar las propias, en parte porque es contraproducente para ellos mismos, pero sí que se hubiese agradecido algo similar. Para nuestro consuelo tenemos las canciones del Ultramix así como otras nuevas listas para ser descargadas. Previo pago, por supuesto.