DDR: Festival

Dance Dance Revolution es la saga por excelencia de los juegos musicales, ya sean de baile, de cante, o de tocar el tambor, debido a que es el más extendido entre el público en general. Su última versión es este Festival aparecido hace unas semanas en Japón.

Entre mi grupo de amigos, no hay fiesta en la que no me lleve la Play y las alfombrillas para echarnos unas risas mientras pegamos botes cual canguros en una cama elástica. He de reconocer que son mis juegos favoritos. Soy un friki brutal. No salgo en la tele porque entonces solo saldría yo, y los Paco Porras y CIA. tendrían que vivir de trabajar, y tampoco es eso. Soy un 'gourmet' de éste tipo de juegos, los tengo todos, y algún día me compraré la alfombra metálica que si tiene nuestro compañero Sergi Blanch. Pero mientras ahorro, me ha llegado éste último DDR ( Dance Dance Revolution para los no iniciados que supongo serán pocos), subtitulado festival.

Os pongo en antecedentes si habéis sido vagos y no os habéis leído mi gran avance. DDR Extreme salió hace ya unos meses en dos versiones distintas y enfocadas a dos públicos muy diferentes, Japón y USA. El juego japonés era un compendio de las mejores canciones de los últimos títulos aparecidos en Japón ( J- Pop o pop japonés ), subidos de revoluciones, y remezclados de una manera genial para ser bailados. Me pareció probablemente el mejor título de la saga junto con el DDR: Ultramix para Xbox.

El juego USA era una recopilación de canciones aparecidas en las versiones americanas del juego ( más conocidas para el público en general, pero de menos calidad bailable ), con la posibilidad graciosa de jugar con el Eye-Toy. Podías verte mientras bailabas, limpiabas la pantalla mientras saltabas, y otra serie de minijuegos, que quedaban bien, pero que no pasaban de la mera anécdota.

Pues bien, me encuentro con este Festival, que como os he contado antes, es una mezcla un poco extraña. Tiene compatibilidad con el Eye-Toy, y los mismos minijuegos que la versión USA del Extreme. Además de desesperarte mientras tienes que limpiar la pantalla para poder ver las flechas, tiene dos juegos más. En uno hay que dar de comer a los animales que te van apareciendo por la pantalla, eso si, a cada uno su comida, no sea que le des pescado a un perro, y te lo escupa. El otro es para ponerse a correr encima de la alfombrilla como un loco. Dos jugadores, tienen que pisar las flechas lo más rápido posible para ganar.

Ésta es la nota graciosa del título, pero la decepción viene ahora, la música. Lo que hacía grande a los DDR aparecidos en el imperio del sol naciente, era su machacón pop japonés. Todos los temas solían ser desconocidos para el público europeo en general, pero eran de una calidad suprema para el juego. Ahora, por desgracia, se han cogido canciones del DDR: Extreme Usa, del DDR: Ultramix de Xbox y de los Karaoke Revolution junto con algunos nuevos para rellenar éste título. En total 66 canciones, que a mi, personalmente, me han dejado un poco chafado.

Éstos son algunos de los temas que podemos encontrar:

Os pongo un ejemplo, el Superstar de Jamelia, puede estar bien para el SingStar, o en su defecto para el Karaoke Revolution, pero para bailarlo en un DDR… Yo es que soy un clásico! Porque lo que si es la leche es el tema que hay del Metal Gear Solid 2. En fin, sigue siendo un buen juego, aunque me parece que Konami ha querido sacar un remiendo del DDR: Extreme USA en Japón. A todos los seguidores de la saga os sugiero que os esperéis a que aparezca el que posiblemente sea el mejor DDR de todos, DDR: Ultramix 2, para la xBox, con un muy prometedor modo online. Y es que, como decía mi abuelo, los experimentos, con gaseosa.