Crimson Tears
Crimson Tears
Tokio, 2049. ¿Quien puede ser capaz de para a 3 cyborgs diseñados para la lucha? Respues ta sencilla: nadie. Y es hora de demostrarlo con el último juego de lucha que nos trae Capcom. ¿Estas preparado para el combate?
Mientras que las empresas se centran en luchar por conseguir el juego de lucha perfecto, valga la redundancia, Capcom se ha acordado que no solo de combates versus viven los jugones. Crimson Tears es un beat'em'up de los de avanzar llevandote por delante a los enemigos que te salgan con la finalidad de destruir a ese Final Boss que te da las puertas de la siguiente pantalla.
Ambientado en Tokio, año 2049, llevamos a 3 luchadores bio-modificados para ser el arma de destrucción masiva que todo el mundo anhela. Con la idea de descubrir su verdadero potencial deciden embarcarse en una cruzada para descubrir la razón de su situación. No es que sea un argumento original pero como excusa para un juego tiene un pase.
La ambientación futurista, tan propia de decenas de animes japoneses, se ve potenciada por un motor gráfico en Cell-shading que nos presenta la historia a forma de que jugamos dentro de una película. Una buena idea que esconde un juego de lucha con toques de RPG. O un juego de rol de mazmorras con mucha acción, según se quiera ver. Y es que la mezcla de géneros es necesaria para innovar en una plataforma tan explotada como PlayStation 2, aunque no solo de buenas ideas vive un juego, y Crimson Tears da fe de ello.
g r á f i c o s
Seguramente lo más espectacular que se puede apreciar en Crimson Tears son los maravillosos videos introductorios, desarrollados con una técnica de Cell-Shading propia que nos dará la impresión de estar viendo un Anime de gran calidad en vez de un juego. El efecto es similar en resultados a la última serie de dibujos animados de Spiderman pero con un estilo mucho mas detallista y vistoso.
Sin embargo cuando jugamos, la calidad gráfica cae algunos puntos. En tema de personajes la cosa esta a bastante buen nivel, ya que los gráficos en Cell-Shading tanto de los protagonistas como de la variedad de enemigos, suficientemente extensa, están muy bien definidos y se mueven realmente bien. El diseño es futurista y, a juzgar por la vestimenta un tanto escasa de los protagonistas, veraniega. Los enemigos por su parte, son de lo más variopinto lo que nos ayudará a identificarlos rápidamente y a saber que técnica usar para acabar con ellos en cada pantalla.
Pero como no todo podía ser perfecto, llegamos a uno de los puntos más pobres: Los escenarios. La parte de acción de Crimson Tears esta formada por diferentes pantallas que a su vez, están formadas por varios niveles. En cada nivel nos encontramos con una cuadricula de habitaciones aleatorias. Si a algún avispado lector le ha venido a la cabeza el laberinto de la película Cube, que no se tire de los pelos ya que este laberinto es mucho más fácil. A medida que recorremos las habitaciones éstas quedan marcadas en el mapa por lo que al final todo se reduce a rastrear de forma sistemática todo el nivel habitación por habitación.
El problema es que las habitaciones son de lo más pobres en cuanto diseño, y además si visitamos varias veces una pantalla, se repetirán tanto que acabaremos sabiendo todos los tipos de habitaciones de cada una. Para rematar, la cámara depende de cómo estemos situados en cierta habitación no dejará ver bien la acción. Si estamos en combate cuerpo a cuerpo con un enemigo la cámara nos enfocará en plano corto y si hay enemigos alejados que nos atacan a distancia solo veremos que nuestra vida baja sin saber el porque. No es que ocurra siempre, pero si lo suficiente para perder los nervios un poco en alguna ocasión.
s o n i d o
Se encuentra presente como viene siendo costumbre últimamente, el sistema de sonido Dolby Prologic II, aunque para os efectos sonoros que se escuchan tampoco hace falta una gran sistema de sonido. Efectos típicos, metálicos, y como suele ocurrir en títulos de lucha, demasiado repetitivos. La música por su parte ayuda a dar ese toque de Anime jugable que tiene el juego. Temas electrónicos, con bases un poco sinfónicas en ocasiones y de corte futurista como no podía ser de otra forma.
j u g a b i l i d a d
Crimson Tears recoge el valor de los antiguos beat'em'ups y le añade toques de personalización, más propios de un Action-RPG. El funcionamiento básico es el de un juego de mazmorras, es decir, el mundo se divide en el pueblo donde descansamos y nos equipamos, y los laberintos donde transcurre la acción. El punto de unión entre las 2 zonas es un garaje, que hará las funciones de casa franca, y en donde podremos guardar objetos o potenciar nuestros luchadores entre otras cosas. Es importante tener presente que en cualquier punto de una mazmorra podemos abortar la misión y volver al garaje. Siempre es mejor una retirada a tiempo, obteniendo un pequeño botín de objetos y experiencia por el camino, que perder a uno de nuestros protagonistas en el campo de batalla.
Aunque tenemos a tres personajes, solo podemos manejar a uno a la vez. Como os podéis imaginar cada uno es distinto entre sí. Tokio es el muchachote fuerte, pero lento. Katie es la chica rápida pero más débil. Y Amber es el personaje equilibrado que tiene un poco de todo. A medido que luchamos con uno, su experiencia sube lo que hace que crezca también su barra de vida y su fuerza. Para evitar que solo se use un personaje, el resto subirá de nivel aunque no los usemos, aunque en menor medida.
Cada personaje puede llevar distintas armas, pudiéndose equipar cada vez con una cuerpo a cuerpo y otra a distancia. Las armas se pueden comprar o encontrar en los laberintos, aunque la forma más efectiva de conseguir una buena arma es conseguir los objetos necesarios para aumentarle la potencia a una que tengamos. Es bastante laborioso conseguir las armas más potentes ya que implica recorrerse las pantallas varias veces en busca de objetos muy raros de encontrar.
El punto fuerte de la personalización viene con los combos de movimientos. Tenemos 2 botones de ataque y uno de ataque especial. A medida que avanzamos recolectamos una serie de objetos que permiten alagar a nuestro gusto los combos disponibles para cada arma añadiéndoles un ataque más. De esta forma podemos conseguir pasar de hacer por ejemplo, un combo de solo 2 golpes con una espada, a uno de 5 golpes. El nivel de los ataques especiales también puede ser aumentado con objetos, con lo que cada vez serán más poderosos. Es difícil conseguir los objetos necesarios y coleccionar todas las combinaciones posibles es una tarea a la que hay que dedicar horas.
El juego en sí, es bastante corto y de mecánica repetitiva. Te equipas primero, te teletransportas a una pantalla que vas rastreando habitación por habitación en busca del ascensor para bajar de nivel. Al llegar al último nivel existe un jefe final al que hay que encontrar el punto débil y vuelta a comenzar. Como tenemos un máximo de objetos a la vez podemos volver de vez en cuando a nuestro garaje para depositarlos en el almacén, ya que se trata de conseguir todos los objetos posibles para aumentar características o conseguir armas mejores. Gracias a esto, el juego se vuelve bastante rejugable, siempre que seas uno de esos fanáticos en exprimir el 100% del juego.
c o n c l u s i ó n
Capcom lleva un tiempo sacando juegos de los que se esperaba más que lo que consiguieron. Crimson Tears es uno de esos juegos que tiene una idea bastante brillante pero que en conjunto vuelve a dejar un sabor de boca de que algo falta. Jugable es, divertido y adictivo si te gusta el género, pero con un mercado tan amplio lleno de competencia, se necesita algo más para destacar.
l o m e j o r
- Personalizar los combos.
- El sabor a Anime futurista
l o p e o r
- El contraste gráfico
- Muy repetitivo
Correcto
No es lo último ni lo más original, tampoco cuenta con la mejor ejecución, pero puede divertir si te gusta el género. Bien, pero mejorable. Cómpralo si te gusta el género y te gusta tenerlos todos.