Conker vuelve dispuesto a cagarse en tu p*@# m@%#e

Es el milagro de la vida y la muerte, de la resurrección. Como tantas veces ocurre en el cine, los videojuegos se han apuntado a la moda de los remakes. En esta ocasión se trata del renacimiento de uno de los títulos más carismáticos de Rare y N64, Conker Bad Fur Day, que con un elevado número de novedades y un remozado e increíble apartado gráfico, viene dispuesto a dar guerra en la máquina de Microsoft.

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Live & Reloaded será el segundo título de los británicos para Xbox, por detrás del irregular Grabbed by the Ghoulies, y también el último, tras el traspaso de desarrollos hacia la futura Xbox 360. Las muchas críticas recibidas por Rare tras pasar a ser parte de Microsoft Game Studios no les han quitado las ganas de trabajar, es más, viendo el espectacular resultado de esta conversión a buen seguro que harán callar muchas voces críticas.

La reaparición de Conker es una gran noticia para los que disfrutan con juegos imaginativos y con un desarrollo inteligente. También lo es para los aficionados de Xbox, cuyo catálogo en este sentido es bastante mejorable. Y por supuesto para Microsoft, que ha recuperado una licencia jugosa y con muchas posibilidades de futuro así como ha quedado respondida la confianza depositada en Rare.

Por otra parte, Conker Live & Reloaded no es un juego: son dos al precio de uno. La primera parte, el modo historia para un solo jugador - remake de Bad Fur Day - mantiene la vigencia y fuerza vital para seguir siendo un gran videojuego cuatro años después del original. La segunda parte, el componente multijugador, es la principal novedad debido a sus amplias posibilidades tanto a pantalla partida como por system link o a través de Xbox Live. Analicemos ambas paso a paso.

La primera escena (que podéis ver en uno de los múltiples videos alojados por nuestros  compañeros de GamePro TV) del juego deja dudas sobre la calidad visual del producto, pero pasado el primer trámite solo podemos alabar a los diseñadores, creativos y productores por haber rehecho de una forma tan notoria este clásico. El apartado gráfico es sorprendente en todos sus aspectos y sin ningún género de dudas, es uno de los mejores videojuegos de Xbox desde un punto de vista artístico y técnico.

Lo más novedoso es sin duda el uso de un motor gráfico que además de ser usado para jugar, permite generar en tiempo real las numerosas secuencias de corte que nos acercan la historia. No hay gráficos pregenerados, todo lo hace Xbox usando el engine convencional. Usando un complejo sistema de iluminación, una buena capa de antialias y un filtro de texturas magnífico, se recrea la sensación de estar observando imágenes renderizadas, percepción absolutamente falsa. El nivel gráfico es tal que sorprenderá a cualquier poseedor de Xbox que haya disfrutado de títulos del nivel visual de Halo 2 o Las Crónicas de Riddick.

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El catálogo de criaturas que habitan en esa mala tierra por la que se pierde la poca inocente ardilla es enorme y todas ellas rebosan calidad en su diseño, en su concepción y en la parte que les atañe dentro del juego. A lo largo de la aventura nos encontraremos con demonios amantes de la marihuana, con vacas con problemas intestinales, bolas de heno cabreadas, murciélagos alcohólicos, bull-dogs subacuáticos y un catálogo de seres digno de un bestiario postmoderno.

Igual nivel alcanza el diseño de los escenarios y aunque la tierra perdida por la que vaga Conker en busca de su hogar no es tan extensa como la existente en otros títulos de plataformas, su original concepción está a un nivel que muchos han imitado tras la aparición del título original de N64. Visitaremos parajes subacuáticos, un mundo habitado por escarabajos peloteros rebosante de hedor donde es necesario usar mascarilla para entrar, una peculiar granja o una atípica plaza de toros.

En particular sorprende el sumo cuidado con el que se ha dado vida al protagonista. El repertorio de movimientos de los que goza es elevadísimo, tanto en estado de sobriedad como cuando lleva un par de copas encima, momento en que sus saltos y velocidad se ven limitados. El pelo parece real, el movimiento de la cola es tremendamente suave y es capaz de transmitir todo tipo de emociones a través de su expresión facial, y no nos referimos únicamente a las secuencias de corte. A lo largo de todo el juego podemos observar que sus ojos hacen chiribitas cuando ve dinero, o como su expresión facial languidece cuando ha bebido demasiado.

El resto de detalles es igualmente sorprendente, como el fantástico uso de la iluminación y del sombreado en tiempo real, la calidad de las texturas que pueden presumir de ser de lo mejor del catálogo de Xbox, el alto número de polígonos con los que están recreados enemigos y escenarios, la enorme visibilidad de cada pantalla, las partículas que tiñen nuestro monitor de líquidos elementos o la tasa de frames constante, aunque a 30 frames por segundo para los interesados en tecnicismos.  

En lo negativo se pueden señalar un par de detalles: el clipping, continuo durante todo el juego y que hace que la protagonista atraviese bien con su cola, bien con otra parte de su anatomía, los objetos de los escenarios. Y la cámara que, aunque se comporta bastante bien la mayor parte del juego, sufre fuertes lagunas cuando nos apoyamos contra una pared o nos caemos entre dos objetos.

Destacar también las composiciones de los escenarios multijugador, donde cada composición se acopla a la época o tipo de acción que se muestra. Tonos bélicos para el remake del desembarco de Normandía (Salvar al Soldado Ryan), tonos futuristas para la particular revisión de Alien... Sin duda sorprende la calidad y variedad de la banda sonora, lo que dice mucho a favor del trabajo realizado y el cuidado que se ha puesto en todos los aspectos del juego. Mención especial requiere la canción de uno de los final bosses, el señor Mierdaza. Digna de un recopilatorio de los Mojinos como poco.

Conker tiene un catálogo de sonidos altísimo, desde su asfixia cuando corre debido a los enormes puros que se fuma (¿serán para el asma como los que fumaba Ernesto Guevara?) hasta su tintineante pupila cuando toma la forma del dólar. Armas, enemigos, entorno... todo cuidado para hacerlo creíble. Y el resultado es sobresaliente y dispuesto a ser disfrutado en todo su esplendor con un sistema 5.1.

La base de aquel Conker era un título de plataformas para un solo jugador aderezado con unas amplias opciones multijugador para una máquina sin interconexión. En esta ocasión se ha visto potenciado el componente multiplayer para ofrecer una experiencia de juego online completa, con multitud de opciones de juego, tanto a pantalla partida como por interconexión o accediendo al servicio Xbox Live. Live & Reloaded son dos juegos al precio de uno.

Los primeros momentos, repletos de secuencias de animación y de tiempos de carga, nos introducirán en la historia hasta llevarnos a la fase tutorial, donde aprendemos a saltar más alto, volar un poquito moviendo la cola o a usar el botón contextual (B) que nos servirá, en cada contexto como su nombre indica, para poner dinamita, sacar un arma o tomar un analgésico contra el dolor de cabeza.

Desde el principio vemos ciertos guiños de los diseñadores del remake hacia el título original, introduciendo pequeñas variaciones o incluso mofándose de ellos mismos cuando nos afirman a través de una gigantesca gárgola que han cambiado algo del tutorial para que creamos que también han cambiado otros detalles más adelante , afirmación falsa según ellos.

Ver a un girasol de enormes pechos, a fajos de billetes que fuman puros como cosacos, a una feísima, aunque simpática, abeja engañada por su marido o a Birdy, nuestro mentor, pidiendo drogas a cambio de favores son algunos de los múltiples ejemplos del sentido del humor poco británico que han dado al juego. La historia de Bad Fur Day es tan absurda como el resto de situaciones que nos encontraremos: un rey al que se le cae la leche de una mesa coja y que, convencido por sus asesores, decide paliar la ausencia de la pata colocando una ardilla en el vacío hueco. Si quieres pasar un buen rato y reírte disfrutando de un juego no lo dudes, Conker es de lo mejor que se puede encontrar en el mercado y, en este aspecto, no ha envejecido en estos últimos cuatro años.

El control es tremendamente sencillo e intuitivo, donde solamente se usan tres botones: uno para saltar, otro para agacharse y un tercero para interactuar con el entorno. Pulsando el botón B cuando se nos indique presenciaremos una secuencia en la que Conker acomete alguna acción o bien pasaremos a un nuevo sistema de control, como que aparezca un puntero y tengamos que pulsar un botón para arrojar armas a los enemigos.

Que el control sea sencillo no es indicativo de que el juego lo sea. Ni mucho menos. A pesar de algunos recortes para facilitar algunos de los momentos más complejos presentes en el original, Bad Fur Day sigue siendo un título algo complicado, en el que nunca están muy claros los objetivos a cumplir ni hacia dónde debemos dirigirnos. Tampoco ayuda el peculiar sistema de salvado automático, que no nos permite conocer donde se ha auto grabado la partida, aunque estos puntos sean tan constantes que es difícil perder los progresos tras caer fulminados.

El juego es bastante lineal y aplicando un poco de lógica no habrá situación que no seamos capaces de resolver. Si llevamos un buen rato sin hablar con otro personaje o sin presenciar una secuencia de corte es que estamos yendo por un camino equivocado. La longevidad de la parte para un solo jugador no es excesiva, a lo que ayudan sin duda alguna las continuaciones infinitas; si no nos atascamos en algún punto, no tardaremos mucho más de 10 ó 12 horas en darle el finiquito. Y aunque algunos momentos son un tanto desesperantes, como las fases subacuáticas donde el control de la ardilla no está tan optimizado como debiera o el sistema de combate con cachiporra, un tanto forzado, la experiencia en términos generales es más que satisfactoria e imprescindible para todo aquel que no disfrutara en su momento del juego de N64.

La parte multijugador se aleja del concepto aventurero para ser un shooter en tercera persona como mandan los cánones. Y a pesar de algunas lagunas en el control, la tremenda dificultad que lo hace desaconsejable para jugadores noveles y la brutal cantidad de información que se recibe en pantalla, que termina por confundir a cualquiera, es un título agradecido: cuanto más lo juegues más lo disfrutarás.

A pantalla partida pueden competir dos personas, aunque la visibilidad no sea la más idónea; al igual se pueden interconectar varias Xbox para que hasta 16 personas compitan simultáneamente. En total son ocho misiones ambientadas tanto en la guerra del pasado como en la futurista, aunque en los próximos meses se podrán descargar varios niveles más a través de Xbox Live.

Finalmente, los afortunados suscriptores del servicio online de Xbox podrán competir hasta 16 jugadores a la vez, en esos mismos escenarios. Si decidimos hospedar una partida tendremos que elegir pantalla, el número de vidas disponibles para cada jugador, la duración del juego (que varia de diez minutos a una hora) y que al acabar la partida se inicie otra con los bandos cambiados. Cada jugador tiene que elegir un bando al que unirse (AMA u Ositoz) y una clase para su avatar. Se puede decidir por competir en un clásico deathmatch o jugar de forma cooperativa en alguna de las ocho misiones, enfrentándose por supuesto frente a otro grupo de personas.

Cada clase tiene sus propias características y armamento: los demoledores son bastante lentos, pero su potencia de fuego es devastadora; los exploradores son rápidos, pueden actuar como francotiradores así como curar a unidades próximas; los reclutas están bastante compensados en todas la características; los termófilos llevan arsenales dañinos basados en combustibles y ácidos; los furtivos son útiles para encontrar amigos ocultos y romper cerraduras y disponen de armas blancas; por último, los jinetes aéreos gozan de un armamento potentísimo y pueden reparar unidades móviles.

El armamento es tremendamente variado y distintivo para cada clase y va desde el clásico rifle de francotirador, granadas o pistolas dobles hasta las cargas de impulsos electromagnéticos, láseres, incineradores, sables, granadas de napalm o nuestra favorita: la creaviudas. Además no podemos olvidar los vehículos, tanto terráqueos como aéreos: tanques, quads, aeronaves y jeeps.

En segundo lugar, el nivel de confusión que se genera en pantalla desde el primer momento es tal que en las primeras partidas es imposible descifrar que está ocurriendo. Las indicaciones en pantalla la abarrotan, salen letras por todas partes, cientos de mensajes, sonoros y visuales, el HUD se recarga hasta unos límites que es realmente complejo saber quién ha matado a quién o qué es lo próximo que se debe hacer.

Afortunadamente el multiplayer tiene cosas muy positivas, como la necesidad de colaborar continuamente con el resto de jugadores para establecer una estrategia común (hay que saber usar cada clase de soldado y hacerlo en los momentos precisos) o como el sistema para hacer progresar las armas en tiempo real, que beneficia a aquellos que más bajas causen entre los enemigos. Además esas estadísticas se conservan en nuestro perfil de Xbox Live, por lo que consiguiendo victorias online, acumulando bajas y por otros factores veremos como el juego nos recompensa con nuevas armas, avatares o modificaciones que incitan a seguir jugando.

Podríamos decir que la parte multijugador de Live & Reloaded es bastante extensa en cuanto a posibilidades y duración, pero muy confusa durante los primeros pasos debido a un sistema de control muy mejorable y a una dificultad reseñable. Hay que echarle horas, muchas además, para sacarle todo el partido. Podría ser mejorado con más modalidades de juego, más mapas (que vendrán en el futuro) y una mayor accesibilidad, pero a la larga y si no se desespera en las primeras partidas (lo que es bastante normal) acaba recompensando.

En  cuanto al aspecto plataformero, la revisión de Bad Fur Day, es colosal en cuanto a gráficos y diversión a pesar de su escasa duración. No hay en el catálogo de Xbox un juego que se le asemeje, sin contar el aún inédito en Europa Psychonauts. En cuanto al multijugador, contempla múltiples posibilidades e incluso el poder seguir una historia, pero la dificultad que entraña jugarlo y su poca accesibilidad, incluso para los expertos en el tema, lo hacen una parte a disfrutar muy lentamente y sin desesperarse en las primeras partidas. Superados estos inconvenientes, podemos decir que Conker ha vuelto al lugar que se merece. Y ahora sólo queda decir: ¿qué *%$' haces ahí? ¿Corre a la #&ª tienda a comprarlo?

l o   m e j o r

l o   p e o r