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Conflict Zone

Conflict Zone

  • PlataformaPC6.5
  • GéneroEstrategia
  • DesarrolladorMASA
  • Lanzamiento15/06/2001
  • TextoInglés
  • VocesInglés

Sin novedad en el frente

Conflict es un juego de estrategia en tiempo real en el que deberemos cuidar la repercusión mediática de nuestras acciones. Además, podremos delegar en nuestros comandantes algunas funciones.

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El género de la estrategia en tiempo real es uno de los más saturados. Hace no demasiados años las tiendas estaban llenas de este tipo de productos, que parecían fotocopias porque todos utilizaban la perspectiva isométrica. La llegada de los gráficos en tres dimensiones, una moda a la que poco a poco se han ido apuntado la mayoría de empresas desarrolladoras, representó un cambio en la estética, pero pocos títulos han innovado en cuanto a la jugabilidad, y han mantenido los mismos ingredientes que conocíamos hace años. ¿Qué aporta Conflict Zone al género de la estrategia en tiempo real? Pues sinceramente muy poco.
El juego combina la gestión de recursos y la construcción de bases con la táctica de los combates. Los dos bandos que podemos escoger son la ICP (los "buenos") y GHOST (los "malos"), y aunque hay diferencias en algunas unidades y edificios, y en la estrategia a seguir, son mínimas si las comparamos, por ejemplo, a las de los tres bandos que tiene Starcraft. La ICP (International Corps for Peace) es el reemplazo de la ONU y la OTAN, y se fundó en el año 2010, mientras que GHOST es una asociación secreta formada por grandes multinacionales y países que únicamente busca el beneficio propio.
 

Las dos novedades de Conflict Zone son la influencia de los medios de comunicación en un conflicto bélico y los comandantes. Los recursos son los puntos de mando y el índice de popularidad. Los puntos de mando sirven para construir edificios y unidades. Si jugamos con la ICP, el índice de popularidad incide en el número de puntos de mando que conseguimos cada segundo. Los medios de comunicación estarán presentes en los combates y deberemos medir nuestras acciones para conseguir su aprobación. Mejoraremos nuestra popularidad construyendo un campo de refugiados, rescatando a los civiles y trasladándoles a un campo, retirando minas o liberando a soldados prisioneros. Por tanto, para la ICP es importante proteger las casas y personas civiles, y evitar combatir en una zona con civiles, ya que si nos cerramos en nuestra base y abandonamos a los civiles, veremos como nuestra popularidad desciende irremediablemente.
GHOST, en cambio, no tiene tantos problemas éticos. El equivalente al campo de refugiados ICP es el campo de alistamiento, al que debe trasladar civiles que se unirán a su ejército y aumentarán su popularidad. Como los medios de comunicación están del lado de la ICP, GHOST contará con operadores de cámara para grabar su propaganda, aunque grabar una derrota no nos beneficiará demasiado y deberemos utilizarlas con habilidad. El manejo de los recursos es indudablemente original, pero cuando empezamos a jugar no tardamos en darnos cuenta que realmente influye muy poco en la jugabilidad, y lo más importante es lo de siempre: construir una base rápidamente y atacar con cuantas más unidades mejor.

Todas las estadísticas de un limpiaminas.

Los comandantes nos permitirán delegar algunas de nuestras responsabilidades, cosa muy de agradecer si tenemos en cuenta que en algunas misiones tendremos varias bases y objetivos de ataque. Las primeras misiones las jugaremos sin comandantes y poco a poco iremos consiguiendo más, hasta un máximo de cuatro. Los comandantes tienen una especialidad. Por ejemplo, el comandante Hooper está especializado en operaciones de ataque y la comandante Sparrow es muy polivalente. La idea la oímos por primera vez en el juego Conquest: Frontier Wars, que también publicará Ubi Soft, y a priori tiene el gran atractivo de permitir dedicarnos a lo que más nos guste. Si disfrutamos construyendo la base, no hay problema: damos a un comandante las órdenes de ataque y nos olvidamos. Antes tendremos que asignarles unidades y/o puntos de mando. Podemos hacer que se queden todos los puntos de mando que recibamos, que se repartan entre nosotros y los diferentes comandantes o quedárnoslos todos nosotros, y también podremos recuperar o darles puntos de mando a voluntad. Para asignarles unidades o quitárselas, sólo necesitamos pinchar en un botón. Y para darles órdenes podemos usar un icono de ataque, otro de defensa y otro de construcción y mantenimiento de una base y pinchar después en la zona requerida. La interfaz nos muestra el número de unidades y puntos de mando que tiene cada comandante.

La lástima es que, a pesar de que la teoría es muy bonita, en la práctica la inteligencia artificial de los comandantes de Conflict Zone no deja que olvidemos de ellos. Por ejemplo, en una misión asigné una gran fuerza de ataque al comandante Hooper, y le marqué una base enemiga para que la arrasase. Ante mi sorpresa, el comandante movió sus unidades en dirección contraria a la base medio mapa, y entonces pareció recordar sus órdenes, y obligó a dar media vuelta y a desandar el camino andado a sus unidades para emprender finalmente el ataque. Esta rebeldía no se produce en todas las órdenes, pero evidentemente hace que el jugador no deposite demasiada confianza en sus comandantes.

Las unidades y edificios de uno y otro bando son muy parecidos. Un jugador de la ICP puede manejar hasta 200 unidades, mientras que uno de GHOST podrá controlar hasta 255. El manual justifica esta diferencia porque las unidades de la ICP son más avanzadas y potentes. Las unidades de infantería comunes en los dos bandos son el soldado, el bazuca, el lanzagranadas, el comando, el médico, el mecánico, el paracaidista y el espía. La ICP cuenta además con el quitaminas y GHOST con el operador de cámara y el soldado disfrazado de civil. Los vehículos terrestres comunes son el jeep de reconocimiento, el tanque, el tanque avanzado, la artillería móvil, el radar móvil, la defensa antiaérea, el sistema antiradar, el camión de reparación, el transporte de tropas, el lanzamisiles y varias unidades señuelo, y GHOST cuenta además con el artificiero para colocar minas. Las unidades aéreas y la única naval de cada bando son funcionalmente idénticas.

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Finalmente los únicos edificios diferentes son el campo de refugiados, el refugio antiquímico, el campo de alistamiento, el centro de emisión, la prisión y el refugio antinuclear. Como buen juego de estrategia en tiempo real, Conflict Zone tiene un árbol de tecnología para cada bando que limita la construcción de edificios y unidades. Además, las unidades ganan experiencia a medida que destruyen enemigos, y mejora sus estadísticas, pero es precisamente una novedad.

Las partidas multijugador y monojugador de escaramuza comparten las mismas opciones de configuración. Podremos fijar el tipo de mapa, el bando en el que lucharemos, el número máximo de jugadores, los recursos iniciales, si influyen o no los medios de comunicación en el desarrollo de la partida, una popularidad mínima que nos hará perder la partida si alcanzamos, equipos, etc. En las partidas de escaramuza, podremos escoger entre varios oponentes controlados por el ordenador con diferentes tácticas. Todas estas opciones se añaden a las más de treinta misiones de las dos campañas monojugador, y a los mapas que podamos descargar de Internet que hayan diseñado otros usuarios con el editor que se adjunta con el juego, y garantizan largas horas de combates.

Los franceses MASA son los desarrolladores, y Ubi Soft ha publicado el juego en España lógicamente... en inglés. Eso sí, el manual ha sido traducido al castellano. Afortunadamente para los que no dominen el inglés, la trama de Conflict Zone no es para echar las campanas al vuelo, y sólo tendremos que traducir los objetivos para jugar sin perdernos demasiado. En conjunto, Conflict Zone es un buen producto de entrada para los que no hayan probado un juego de estrategia en tiempo real, pero que defraudará a los veteranos que busquen algo nuevo o una sorprendente inteligencia artificial.
  
 
 
Audio/Vídeo:
El motor gráfico de Conflict Zone es una sorpresa agradable, especialmente por la cantidad de unidades que puede representar en pantalla simultáneamente, prueba evidente del excelente funcionamiento del nivel de detalle dinámico del engine. Los escenarios tienen muy buen aspecto también, pero se echa de menos algo más de variedad y, a pesar de que los gráficos son en 3D, dan la sensación de haberse diseñado en 2D y sólo con varios niveles de altura para las mesetas y colinas. Las animaciones y los modelos de las unidades, en cambio, son de lo mejor: los tanques se desplazan de una forma realista, dejan huellas con sus cadenas y mueven la torreta independientemente. Los efectos especiales van desde la espectacularidad de los bazucas hasta la mediocridad del fuego y las explosiones.
El sonido, la música y las voces denotan una buena producción. Los sonidos acompañan perfectamente la acción, y se adaptan a la posición de la cámara, especialmente si tenemos cuatro altavoces o más para apreciar el sonido en 3D. Las voces no tardan en hacerse pesadas, pero como puede ajustarse su volumen por separado, tampoco es demasiado problemático. Nos informarán de la destrucción de nuestras unidades, de la construcción de edificios y unidades (aunque cuando se completa una unidad se refiere a ella como a un edificio) y de otras incidencias que puedan afectar a los objetivos o a nuestra popularidad. Y para terminar, la música, instrumental, variada y con un inevitable toque militar y épico.

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Guión:
En el año 2010, el mundo se ha agrupado en grandes bloques económicos y políticos al estilo de la Comunidad Europea. La mayoría de países pertenecen a alguno de estos bloques, formados por democracias que actúan regidas por la moderación. Y los bloques se han unido para formar un organismo de intervención y arbitraje llamado ICP.
 Con su autonomía y poder, intenta resolver primero las situaciones sin recurrir a la violencia, pero también dispone de una fuerza internacional de intervención para resolver los conflictos militarmente cuando sea necesario, aunque sin olvidar la imagen que darán de ellos los medios de comunicación y ni sus consecuencias políticas.

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Pero otros países y grandes multinacionales han decidido mantener su independencia, y han constituido una asociación secreta para defender sus intereses. GHOST no dudará en agitar la escena internacional y provocar situaciones conflictivas para desacreditar a la ICP e impedir la ratificación de acuerdos que perjudiquen sus intereses.

Conflict Zone nos permite elegir la campaña con la ICP para pacificar varios conflictos en Ucrania, Pakistán, Indonesia o Níger, o con GHOST para desestabilizar a la ICP. Antes de cada misión un superior o un compañero nos explicará los objetivos a cumplir y antes de ciertas misiones podremos ver algunos vídeos prerenderizados con alusiones a lo que nos espera.
 

Jugabilidad:
Uno de los aspectos más conflictivos de los juegos de estrategia en 3D es el control de la cámara, y Conflict Zone ofrece varias posibilidades para que el usuario elija la que le resulte más cómoda. Con cuatro teclas de función y una para fijar la cámara en una unidad o grupo podremos decidir si moveremos la orientación y la posición de la cámara con el ratón o con las teclas de desplazamiento. 
Todas las opciones para dar órdenes a los comandantes y a las unidades, y para construir edificios se pueden seleccionar con el ratón, y algunas también tienen asignadas teclas atajo. También podremos guardar grupos de unidades y posiciones de la cámara y asignarlas con un número para recuperarlas rápidamente. Una inexplicable ausencia son las formaciones: no podemos ordenar a nuestras unidades que adopten una formación, aunque sí podremos ajustar su grado de agresividad en tres niveles.

Conflict Zone ofrece tres niveles de dificultad: fácil, medio y difícil, y podremos cambiarlos reiniciando una misión si la encontramos demasiado difícil o fácil. Además, antes de empezar la campaña con la ICP o GHOST es aconsejable terminar el tutorial, que nos enseña desde el manejo de la cámara hasta cómo dar órdenes a los comandantes y a las unidades o cómo construir una base.

La inteligencia artificial no está libre de fallos, como se evidencia en el comportamiento de los comandantes, pero el ordenador puede convertirse en un duro oponente: construye bases bien defendidas y se lanza periódicamente al ataque, aunque por la ruta más previsible.
  

 
Estrategia y trucos:
La página oficial de Conflict Zone nos invita a elegir el idioma. En el momento de escribir este análisis, la página en castellano no contiene nada, la que está en inglés tiene el parche 1.1 y la versión en francés es la más completa y además tiene el parche 1.2, que funciona perfectamente con la versión del juego que se distribuye en España y soluciona en especial un problema con el sonido. La página en francés tiene otras sorpresas, como una breve guía para TODAS las misiones del juego.
Tener un ejército variado es vital, como en la mayoría de juegos de estrategia en tiempo real. Si construimos un ejército formado exclusivamente por tanques y artillería móvil, algunos helicópteros anticarro podrán destruir nuestro ejército sin sufrir ningún daño. Por tanto, deberemos contar entre nuestras unidades con bazucas o vehículos antiaéreos.

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Asaltar una base situada en una situación estratégica como una meseta puede ser un suplicio si dispone de buenas defensas de artillería. En estos casos resulta conveniente producir comandos o espías que puedan infiltrarse sin ser detectados y debilitar la base antes de nuestro asalto.

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6.5

Correcto

No es lo último ni lo más original, tampoco cuenta con la mejor ejecución, pero puede divertir si te gusta el género. Bien, pero mejorable. Cómpralo si te gusta el género y te gusta tenerlos todos.