Commandos 3 (PC)

No todos los días puede uno tener la suerte de comentar un juego español, pero si además este juego es uno destinado a ser un éxito, el júbilo es doble y si a esto se le añade que el juego en cuestión es Commandos 3, pues uno ya no sabe donde pellizcarse para ver si es verdad.

Evidentemente, gustos aparte, de lo que se trata es de daros una idea aproximada de lo que se nos viene encima, de la calidad del juego y de si los programadores han sido capaces de ofrecer la misma o mayor calidad que las anteriores entregas. Esto, sin duda alguna, es un punto difícil. La calidad puede ser muy subjetiva y lo que a mí me gusta, no tiene porque gustar al resto de los parroquianos aquí presentes.

Trataré de explicaros al detalle todo lo que me ha transmitido lo que he podido ver. Eso sí, para los impacientes o a los que en estos momentos ya se han cansado de leer, os puedo adelantar que sí, parece que lo han conseguido, Commandos 3 pica muy alto. Pero no adelantemos acontecimientos tan rápido, te insto a que me acompañes por este corto paseo y veamos lo que nos depara el futuro cercano.

Preparando la faena

Lo primero que nos llamará la atención es que contamos con dos tutoriales, uno ya lo debéis conocer, vienen incluido en la demo que se publicó hace no mucho. El segundo, el más interesante desde mi punto de vista, nos introducirá al personaje del ladrón, nos dará cierta idea de cómo este tipo llega a formar parte de nuestros comandos. En este punto se nos pedirá que nos colemos, literalmente, en la embajada alemana en Londres.

Tan sólo al ver este tutorial comenzaremos a apreciar que Commandos ha crecido, en todos los aspectos. Los gráficos son impresionantes, el detalle llega a ser, en algunos momentos, enfermizo. Ahora no sóo hay que fijarse en el preciosismo de la arquitectura, también hay que darse cuenta que los escenarios tienen mucha más vida, en este nivel en concreto podremos ver a figurantes pasear por la calle, tranquilamente, como cualquier ciudadano. Eso da un toque de realismo, dentro de lo que es este juego, bastante especial.

La continuidad

Antes, jugar a Commandos era jugar una serie de historias independientes, más o menos conectadas por la acción, algunas misiones si llegaban a unirse de algún modo, pero en esta tercera parte todas las misiones o niveles, se unen unas a otras de forma perfecta, realmente dejando al jugador con cierta duda de no saber si están en otra misión o en un nuevo objetivo dentro de la misión inicialmente propuesta. Esto lo que consigue, al menos eso creo yo, es que permanezcamos pegados a nuestros monitores ya que el juego sigue pidiendo más y más atención, sin darnos respiro con secuencias que nos saquen del tema en el que estábamos.

Ahora bien, no todo es continuidad en el juego. Estoy convencido de que sabéis que esta nueva entrega está dividida en diferentes campañas, un total de tres: Stalingrado, Europa central y Normandía, cada una de ellas es independiente de la otra y se podrán afrontar en cualquier momento de juego, con lo que podremos elegir por donde empezar a jugar.

Yo os aconsejo que lo hagáis en orden, ya que aunque realmente podéis ir a Normandía del tirón y comenzar a dar leña para el desembarco en la playa Omaha, no es muy recomendable pues el nivel de dificultad es bastante mayor y las frustraciones pueden llegar debido al desconocimiento de la nueva interfaz. Además ¿para que comenzar por el equivalente al nivel 13 (excelente película, por cierto) si podemos disfrutar de doce niveles anteriores llenos de diversión?

Esto no me suena

Aun siendo experto en todas las partes de Commandos, habiendo terminado todos y cada uno de los niveles de las anteriores entregas, teniendo más cicatrices y muescas que la barra de un bar y ser alguien bastante intuitivo, os debo reconocer que tuve que jugar el tutorial. ¿Y eso? Os preguntaréis, pues es bastante sencillo, se ha remodelado todo el sistema de juego, se han eliminado todos los accesos rápidos, los inventarios son cíclicos y para acceder a nuestras armas deberemos pasar por un sistema algo molesto, al menos para mí que me he acostumbrado en exceso a usar los atajos para cualquier acción posible. Este cambio, que ayuda mucho a los neófitos en la saga y a los que no gustan de demasiadas teclas, a mi me resulta un pequeño calvario, ya que en medio del fragor de la batalla pulso demasiadas veces la tecla del inventario de armas y, ¡horror!, le calzo cuatro tiros cuando quería ir en plan sigilo con el puño. Lo bueno de este método es que te obliga, al menos hasta que te acostumbres, a andar con mucho ojo.

Además de los cambios en el teclado, ahora los menús se han simplificado. Ya no tendremos ese conjunto de celdas con cada tipo de armas, ahora en la base se nos presentarán una serie de iconos que al pinchar sobre ellos con el botón derecho del ratón se desplegarán en abanico y nos ofrecerán todo lo que tenemos disponible, desde tabaco y otros señuelos a uniformes, armas o acciones personalizadas para el comando que estemos usando en ese momento. Así por ejemplo, si el espía está disfrazado, obtendremos un nuevo botón con la forma de una pieza de ajedrez y con la cual podremos distraer a los soldados o enviarlos a otros puntos del mapa, básicamente lo que ya hacíamos en Commandos 2.

Pon un poco de sencillez en tu vida

Si bien la anterior entrega ya tendía a simplificar bastante las cosas, las misiones eran más abiertas y, por lo tanto, eras tú el que se complicaba las cosas o las hacía sencillas. Ahora la sencillez viene dada por defecto, desde los menús que son realmente escuetos, a la interfaz o los controles de teclado, que como ya he explicado han sido reducidos a un pequeño grupo de teclas muy fáciles de recordar.

Con esto, creo yo, lo que se ha buscado es aunar aspectos de la primera parte, donde el juego era más guiado, y de la segunda. Simplificar las misiones, darlas más cerradas para que no sólo unos pocos disfruten de la experiencia que es jugar a Commandos. Por el contrario es bastante obvio que se ha buscado un equilibrio entre la grandiosidad de Commandos 2, con aquellos enormes mapas y edificios, y lo seccionada y directa que era la primera entrega. Por lo tanto, gracias a estos cambios, muchos jugadores, incluidos los que no disponen de tanto tiempo para jugar, pueden disfrutar del juego en toda su extensión.

Pero no me entendáis mal, esto no quiere decir que el juego sea fácil, ni mucho menos, es más guiado, tienes unos objetivos fijos y estos no cambian. Esto lo único que hace es que sea claro lo que hay que hacer, el cómo hacerlo es harina de otro costal, eso ya es tema de maña y de saber hacer las cosas. Vamos, que aunque tengas claro lo que hay que conseguir y donde está, te las verás y desearás para hacerlo, después de todo, esto es Commandos.

Entornos realistas y detallados

Como ya os he adelantado antes, los entornos, los mapas, son literalmente alucinantes. Tan sólo viendo el primer nivel de Stalingrado, se os caerá la baba, es increíble como se puede llegar a ese detalle. Si alguno pensaba que con Commandos 2 había visto el máximo de Pyro que se prepare, la burrada gráfica que se nos presenta es sobrecogedora, añade al cóctel efectos atmosféricos y seguro que flipas.

Los gráficos exteriores no sólo siguen siendo soberbios en todos los sentidos, si no que son aún mejores, apabullantes en calidad y detalles. El movimiento de todo es suave y continuo, nuestros comandos se moverán con una animación detallada y fluida, algo a lo que ya estábamos acostumbrados. Por otro lado, se ha aumentado el número de objetos en movimiento, pues si de algo había que quejarse en Commandos 2 es de lo "muerto" que parecían los escenarios, sí, el río se movía y mostraba un agua bastante convincente, pero el resto de cosas eran inertes, sin vida.

Ahora se puede apreciar un cambio con ciertos elementos del entorno: Las banderas ondean al viento, algunos objetos se mueven por estar sobre otros objetos en movimiento, periódicos arrastrados por remolinos de aire, efectos ambientales como la niebla, el humo, la lluvia, la nieve, no sé, es que hasta que no lo ves no te das cuenta de cómo ha cambiado, de la calidad que derrocha cada efecto, bueno, es que las explosiones que veremos a lo largo del juego son de lo mejorcito que he visto. El que no me crea, que eche un vistazo a los pantallazos que adjunto, porque son dignos de elogio. Todo esto confiere al juego un aura de realismo que antes no tenía, aunque siempre dentro de lo irreal que puede ser que un grupo de cinco hombres acaben con acuartelamientos enteros llenos de soldados alemanes.

Lo único malo achacable al incremento de la calidad es que los requerimientos del juego se presumen un poco más exigentes. Hablando con el responsable de Pyro me juró que el juego funcionará a la perfección con una tarjeta de 16 Mb y un ordenador de potencia media, aunque las pruebas que yo hice me dieron unos resultados algo pobres con una Vanta 16 Mb y perfectos en una Geforce4 Ti4200. Evidentemente lo que yo probé era un código en fase Beta con errores, con lo que, seguramente, el juramento hecho por la persona de Pyro, sea verdad.

Uno, dos, tres, cuatro, cinco, seis... ¿Quién llega tarde?

No, no, no os asustéis, no estoy anunciando de forma sutil que el juego se retrase, cosa que por otro lado es cierta, ya que estaba anunciado para finales de este mes y saldrá hacia el 17 de octubre (si no hay más problemas), pero ese no es el tema. El tema es el cambio que ha pegado nuestro grupo de comandos, antes estaba compuesto por: El boina verde, el francotirador, el marine, el zapador, el conductor, el ladrón, la espía, el espía, el perro, la rata y la rana cantando debajo del agua. ¡Ejem! Bromas aparte, en esta tercera parte se ha optado por reducir considerablemente el número de integrantes, pero no de forma gratuita, este cambio viene dado sobre todo por la homogeneización que han sufrido las cualidades de nuestros soldados. Ahora será posible que todos conduzcan y todos serán capaces de disparar cualquier tipo de arma, cosa que es, por otro lado, lógica. Nunca entendí porque el ladrón era incapaz de usar armas.

En fin, que en virtud de estos cambios, ahora hay una serie de personajes que están de sobra, por lo que la espía, el conductor y la granja de animales que llevábamos en nuestros bolsillos son dados de baja del servicio activo. Esto no deja de ser una pena, sobre todo lo de Whiskey, el perro del boina verde, era un instrumento de distracción bastante importante, ¿quién no lo ha usado cientos de veces para llevarlo hasta el límite en que podíamos controlarlo y hacerle ladrar para que llamase la atención y poder escabullirnos? Vamos, a mí me sacó de más de un aprieto en misiones como La noche de los lobos o Arde París.

En cualquier caso, todo esto no quiere decir que ahora sea igual usar al boina verde o al zapador, ni mucho menos. Ahora, si bien todos pueden hacer de todo, cada elemento de nuestro grupo sigue atesorando habilidades que sólo él puede realizar (véase espiar, trepar muros cual araña dopada o colocar explosivos), por poner un ejemplo: Durante el juego nos encontraremos con un arma nueva (hay más, pero no es cuestión de cascaros todas las novedades), una ametralladora enorme, al estilo de la  impaciente en la película Depredador, dicha arma la pueden usar todos, pero sólo el boina verde puede trasladarla y usarla mientras camina, el resto debe conformarse con no herniarse y montar un nido de ametralladoras bastante majo.

Jugando con los amiguetes

Todos somos conscientes de que el modo multijugador empleado hasta ahora en la saga era, por decirlo de algún modo,  poco satisfactorio, sobre todo porque el 99% de las veces requería la presencia física cercana de los participantes, ya que la comunicación entre miembros era continua, además de esto había que añadir que el hecho de ser cooperativo hacía que algunas misiones fueran un auténtico peñazo para aquellos jugadores que les tocaba jugar con personajes con poca o ninguna acción determinante.

Total, que  a la hora de hacer Commandos 3 se replantearon el concepto y por ello han rehecho el sistema, han eliminado el antiguo modo y han puesto dos nuevos modos (Deathmatch y capturar la bandera).

Dentro del modo Deathmatch (DM) podemos encontrar diferentes modalidades, las cuales no tengo muy claro como se llaman, pero sí de cómo se juegan. Veamos en detalle cuales son:

¿Y eso es todo lo nuevo?

No, en absoluto, hay mucho más que contar, pero realmente no sé por donde empezar, creo que simplemente os las enumero y vosotros sacáis conclusiones, o bien os las cuento según las veo yo:

Será imperativo que ningún componente de nuestro equipo caiga en combate, significaría el final de la misión y tener que volver al último punto de salvado que hayamos hecho. Hombre, esto es ciertamente más realista, pero era muy cómodo llegar con tu súper botiquín y hacer volver a la vida, en plan re-animator, a nuestros compañeros muertos.

La variedad de misiones que encontraremos es mayor, en otras entregas casi todas las misiones eran muy parecidas, si no iguales, en lo que a objetivos y forma de desarrollo se refiere. Básicamente había que infiltrarse en algún cuartel, isla, prisión o población y cumplir los objetivos secundarios. Esto no es nada malo, la diversidad de paisajes, personajes y situaciones era tal que no se pedía nada más. Sin embargo, ahora, podemos encontrar no sólo estas misiones de infiltración si no que, además, disfrutaremos de acciones contra reloj, donde el tiempo (ajustado como el mismísimo infierno) nos obligará a tomar decisiones sin que nos tiemble el pulso, decisiones correctas por otro lado o nuestros huesos golpearán el suelo con la fuerza de mil guerras. También  hay misiones de acción pura, donde el objetivo es exterminar del mapa a todo bicho viviente (a ser preferible que hable alemán) y no dejar títere con cabeza. Podremos hacer emboscadas, tácticas de sigilo, sabotaje o cualquier cosa necesaria para que el enemigo no alcance sus objetivos.

El juego vendrá en dos versiones distintas, una sencilla, la de toda la vida, que tan sólo consta del juego y una versión especial, que incluye el juego (evidentemente), la banda sonora, la guía oficial, una camiseta y un DVD con material inédito. Todo un lujo asiático.

Vamos terminando

Finalmente destacar el carácter cinematográfico de toda la producción, una banda sonora a la altura de las grandes producciones americanas, Mateo Pascual es un compositor que de estar en EEUU compondría para los grandes. Algunas misiones tienen una belleza plástica increíble y en muchos aspectos recuerdan a clásicos como El tren, El Día D, Los cañones de Navarone o a producciones recientes como la apoteósica serie de televisión Hermanos de Sangre, Salvar al soldado Ryan o la impresionante Enemigo a las puertas. Sin duda alguna el juego rezuma cine por los cuatro costados.

Resumiendo, Commandos 3 ha cambiado, en algunos aspectos es posible que a distinto, no a peor, puede que a algunos les duelan estos cambios, que incluso se sientan molestos por esa inclinación a la acción pura, pero sin duda alguna estamos ante un juego que no desmerece a las anteriores partes de la saga y que, posiblemente, se convertirá en un clásico de la estrategia táctica.

En fin, un adiós a la saga Commandos, aunque quien sabe, es posible que nos encontremos a nuestros soldados favoritos protagonizando otros juegos que nada tengan que ver con la estrategia táctica.