[3DS] Cave Story

Nintendo nos ha invitado a una exclusiva reunión con Tyrone Rodríguez, el productor de los estudios Nicalis y el apasionante remake de Cave Story que llegará este verano a 3DS convirtiéndose decididamente en una de las mejores y más creativas propuestas plataformeras para la consola. Y lo decimos desde ya, nos espera mucho diseño, jugabilidad suave y unas cuevas con diversos niveles de profundidad que explorar minuciosamente sólo desde una máquina con estas características tridimensionales.

Actualizado a 12 de abril de 2012 13:43 CEST

La técnica del Pixel Art dio al primer Cave Story una apariencia única que se tradujo en una jugabilidad sensacional capaz de atrapar a miles de jugadores con su robusta propuesta. El juego tuvo un reconocimiento importante en todo el mundo y no ha sido hasta el lanzamiento de Nintendo 3DS cuando se ha querido adaptar a la particular consola, ya que su mecánica es totalmente idónea para ser recorrida con la implementación de efectos tridimensionales. Hablamos de un remake en toda regla por tanto, que recoge cada uno de los aspectos del juego original y los lleva hasta un apartado gráfico de hoy, un diseño absolutamente propio y colorista y una jugabilidad tan suave como precisa. Nos adentramos.

No es que que abunden los juegos de saltos en el catálogo inicial de 3DS. Partiendo de que son unos estudios plenamente indie, los chicos de Nicalis han sido conscientes de ello y por eso creen que es el momento oportuno de jugar con un producto así. Cave Story, que está siendo desarrollado por un pequeño equipo de 16 personas, nos lleva desde los ojos de un joven con gorra roja -muy sugerente a Klonoa, con el que también guarda parecidos en la mecánica de juego- hasta un sinfín de cavernas diferentes que explorar y en las que sobrevivir a todos los enemigos que nos aparezcan, haciendo uso para combatirlos de particulares armas, como una pistola láser, bolas de fuego o estacas. Con sabor clásico pero oferta diferente, el juego nos exige llegar hasta ciertos puntos de las cuevas en un inquebrantable scroll lateral que, sólo ahora, maneja diversos niveles de profundidad que alejarán y acercarán a la pantalla a los personajes y los entornos.

"Esto también recuerda un poco a Klonoa, con los caminos secundarios o principales que se acercan mucho a la pantalla o están al fondo del todo", nos comentaba Tyrone para explicar el efecto. Y es que los caminos secundarios estarán por supuesto absolutamente presentes en Cave Story. La exploración es el mecanismo de avance principal, algo que además se fomenta con las habilidades del personaje y su interacción con objetos, que le permitirán saltar más alto o incluso volar. El diseño de los niveles, totalmente respetuoso con las estructuras de los del juego original, es muy vertical en ocasiones, por lo que ya pudimos hacernos una idea de cómo habrá que moverse por ellos y la variedad presente en cada nueva fase.

Todo el halo de remake permanece desde que lo vemos en movimiento. El respeto al juego primario es el otro gran aliciente de esta nueva lectura de Cave Story. Desde la música hasta los enemigos han sido totalmente rediseñados partiendo desde cero pero evolucionando lo que se mostraba anteriormente. La banda sonora, idéntica en melodías, ha ganado en instrumentos, ritmo, calidad de sonido... lo mismo ocurre con los sound effects, que recurriendo a exactamente los mismos para cada elemento, están tratados de manera más actual. La evolución llega a su punto máximo en la representación de las cavernas, que abandonan el aspecto cuadriculado y con poco color para convertirse en auténticos niveles plagados de detalles, luces cambiantes y objetos, con un negro predominante que les da esa sensación de oscuridad y fría piedra que caracteriza a estas localizaciones en la realidad.

Uno de los miedos que teníamos y que marcó un poco al primer juego, es que movernos sólo en estos escenarios daría poca variedad de situaciones, ya que todo son cuevas. Pero el nuevo motor gráfico utilizado por Nicalis Studios ha arreglado esto de manera sensacional, colocando todo tipo de elementos dentro de los niveles para diferenciar muchísimo la apariencia de unos y de otros. Habrá algunos que nos inspiren una selva, templos, aguas, minas de madera... pero siempre sin salir al exterior, creándose una atmósfera claustrofóbica que funciona fenomenal sobre la jugabilidad y puesta en escena. Y las 3D consiguen realzar este efecto, expresado por ejemplo con una tabla que cruza perpendicularmente el camino del protagonista y que, por tanto, el jugador verá casi sobresalir de la pantalla en una de sus puntas.

Todo lo que hemos visto de momento se centra en el conept art inicial, en el paso de las 2D a las 3D con un juego de estas características, algo de lo que ha hablado también hoy Tyrone en la mesa redonda del IDÉAME Maestro de Madrid. Las pantallas que ilustran este artículo son ejemplos de todo esto, niveles vistos en su totalidad desde la lejanía. Pero la cámara en el juego, que también pudimos ver, estará muy cerca del protagonista y su avance, fomentando la exploración y el paso pausado por estas cuevas, pensando cada movimiento, enfrentamiento a enemigos o pequeño puzle, que también los habrá. Sorprende en este sentido la fluidez con que se mueven los personajes y las animaciones 3D creadas para éstos. Es verdaderamente bonito y suave ver al protagonista saltar y volar libremente por las cuevas.

"El hecho de que seamos un estudio indie nos deja trabajar con libertad y en proyectos que verdaderamente nos gustan y no están sujetos a exigencias comerciales", nos confesaba Tyrone. Y realmente es así, se aprecia en Cave Story y su evolución artística, clave central que está guiando cada paso del desarrollo del juego y las novedades que se van implementando siempre respetuosas con la fórmula original. A nosotros nos ha encantado. La puesta en escena y su exquisito apartado gráfico -mención especial a las luces totalmente dinámicas-, la jugabilidad mejorada que promete y todo el respeto milimétrico a los niveles originales dan lugar a un producto que a buen seguro sonará con bastante presencia en el catálogo de la consola.