Call of Duty Ghosts: Onslaught, Impresiones

Ya sabemos cómo es la fórmula Call of Duty año tras año de cara a las ampliaciones mediante DLC de pago: cuatro mapas, algún modo, armas o extras que den nuevo jugo a las propuestas base del título del anterior otoño. Así llega Onslaught hoy a las dos consolas de Microsoft, Xbox 360 y Xbox One, con nada imprevisible en su oferta de contenido pero con una primera expansión generosa para el acérrimo a Ghosts, que lo querrá desde el primer momento a los 14,49 euros habituales. Le seguirán los DLCs Devastation, Invasion y Nemesis, formando con las iniciales ODIN, mismo nombre del satélite principal de la historia de Ghosts. Activision no cambia su modelo de negocio con CoD aunque es consciente de que hay que ofrecer algo más, y así añade a este primer paquete también diseñado por los originales Infinity Ward el capítulo Anochecer (Nightfall), un nuevo entorno nevado para el cooperativo contra alienígenas Extinción, también con más detalles de la historia y los motivos de los .

Empezando por éste, ahora la acción anti-extraterrestre para hasta cuatro jugadores se sitúa en Alaska, en una central de pruebas donde los huevos alienígenas siguen apareciendo por un experimento robado e incluso lo hacen con nuevas criaturas. Entre las más destacadas está el Reproductor, un gigantesco cuadrúpedo que acechará entre la niebla cuando menos lo esperemos armado con sus garras y pinzas de proporciones colosales. La Doctora Samantha Cross es la encargada de guiar a nuestro escuadrón a la central norteamericana en busca de esas pruebas robadas y con vida, instalación tomada por el caos, el enemigo y las heladas, con una presentación de partida aún más rápida y exigente que las que vivimos en la frontera de Colorado en el juego inicial.

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Nuevo gameplay, nuevos tipos de alien y nuevas armas para recoger la historia donde la dejó la miniserie de cinco capítulos Point of Contract, la recogida en el juego base. El ritmo y la dificultad son ahora más intensos, pensados para quienes ya hayan completado las cinco primeras partes de Ghosts y estén familiarizados con la caza extraterrestre. Una de las primeras armas que encontraremos funciona con tecnología orgánica alienígena, con una especie de bombas de ácido explosivas que destrozan a varios enemigos si se arrojan con cercanía y rapidez, aunque también se pueden endosar a distancia. Sobre tipos de rivales monstruosos también están los nuevos Fantasmas, bípedos con manos muy rápidos que al saltar se hacen casi invisibles y nos provocarán algún que otro sobresalto. La electricidad es la mejor baza contra ellos. Y hay multitud de trampas que comprar para darles muerte.

Mapas y armas competitivos

Fog es el primero de estos mapas, que funciona como una película de terror también gracias a su nuevo formato de partida. Al completar una orden de campo ese jugador puede transformarse en Michael Miyers, un psicópata enmascarado y con hacha que sembrará el pánico entre el resto de jugadores, que deben sobrevivir ante su acecho. La bruma densa,  las cabañas del bosque o las zonas de hierba alta y campos de trigo dejarán a los jugadores y a Myers esconderse, dando pie a sobresaltos y fuego muy cercano, ideal para cuchillos y escopetas. Pero también ametralladoras y francos tienen su sitio, con posiciones estratégicas como el balcón del granero que deja ver gran parte del mapa o un risco al norte que admite a varios apostados. Eso sí, la niebla y la cantidad de obstáculos no hacen fácil la puntería precisa sobre el enemigo. Sería un mapa muy divertido con fuego amigo activado.

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Bayview es un mapa mediano basado en la típica aldea portuaria con navíos destructores preparados para la acción a las afueras. Aquí la nueva racha especial por orden de campo consiste en la petición de ataque naval al bando enemigo, que sufrirá una lluvia de misiles desde las embarcaciones cercanas aliadas. La utilización de este recurso por sorpresa llega a desestabilizar partidas y añade un punto de estrategia de grupo e imprevisibilidad, lo que se adapta perfectamente a todos los modos de juego, desde el recurrente Duelo por Equipos hasta el nuevo y rapidísimo Blitz. Su diseño cuadriculado de casas con azoteas genera dos niveles de fuego, alto y bajo, de manera que los francotiradores tienen bastante que decir aquí pero también están bajo amenaza de otros a su nivel de altura, con bastante campo de tiro y apoyos para la precisión. En las calles, los centinelas enviados al tranvía y otras estrategias de ofensa pueden ayudar mucho a dibujar la victoria.

Containment sitúa la acción en un gran poblado de México atravesado por un río y un puente principal, con plazas y calles que ayudan al combate a larga distancia, así como zonas naturales que sirven para el respawn y la recogida de paquetes de ayuda. Pero los especialistas en el combate cercano también se verán las caras en algunos de sus callejones, casas a las que entrar y el río, zona de bastante fuego cruzado y emboscadas. El diseño laberíntico repleto de escondites y accesos ayuda a un gameplay rápido pero también de sangre fría y cálculo de francotiradores. La orden de campo cumplida aquí otorga la potestad de activar un misil radiactivo que acabará con todos los que estén cerca, de nuestro bando y enemigo. Saber encontrar el momento de activación de esta lluvia de fuego es esencial y suele dar partidas.

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Ignition es un remake del mapa Scrapyard de Modern Warfare 2, uno de los más recordados por los fans de aquel también título a cargo de Infinity Ward. El equipo de diseño ha querido ahora adaptar el nivel a los modos, espacio y gameplay de Ghosts, con una nueva base espacial en Florida presidida por un cohete a punto de salir que precisamente caracteriza la consecución de órdenes de campo en este caso. Los pasillos y terrazas bajo el cañón de fuego y colindando pueden arder gracias a un motor de pruebas a activar de esta forma, en algunos casos con muchas víctimas que además nos ayudan a formar rachas de bajas.

Respecto a armas, se añaden dos al arsenal que en realidad son variantes de una misma pensada especialmente para francotiradores o una versión más de asalto, mejor lo primero. Se trata de un nuevo fusil con opcional mirilla telescópica de alta tecnología, fiable, limpio y preciso, que además permite el disparo sin apuntar "quick scope" y ayuda a situaciones de tensión o rodeo. Gustará a algunos pero no a todos, es simplemente una variante más que equilibra culata de sniper y de unidad de combate directo. Desde luego, la nueva mirilla sí que puede dar que hablar entre la comunidad profesional. Habrá que ver con el tiempo si gusta, está equilibrada y sienta si bien su inclusión en la escena competitiva.

Todo esto ofrece Onslaught por 14,49 euros, un precio ajustado pero totalmente justificado para quienes no suelten Ghosts. Más de lo mismo, sí, aunque ampliando sustancialmente. Por supuesto, también se puede adquirir este primer pack y los venideros a través del Seasson Pass a 49,99 euros y ahorrar con él casi 8 euros. Todavía no tiene fecha confirmada para el resto de plataformas. No tardará. No cabe duda de que este último Call of Duty va a querer seguir funcionando tan bien como hasta ahora, y que su adquisición base asegura con ello un servicio posterior de expansiones y parches para fomentar el equilibrio y la variedad de escenarios, ya casi 20 gracias a estas nuevas e interesantes aportaciones, desde la originalidad de Fog (en la imagen inferior) hasta la apuesta sobre seguro que es el remake de Scrapyard. Infinity Ward ha vuelto a hacer bien los deberes, aprobárselos o no es cuestión de cada jugador y su vuelco con la cada vez más polémica y algo desgastada marca.

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