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Brigandine: The Legend of Runersia

Brigandine: The Legend of Runersia

Batalla por la unificación

Bringandine: The Legend of Runersia, análisis

Analizamos este título de corte Tactical RPG cuya premisa permite elegir entre seis naciones diferentes con las conquistar el territorio de Runersia.

Actualizado a

El género del rol táctico ha tenido varios exponentes con el paso de los años, incluyendo franquicias con la saga Disgaea de Nippon Ichi Software con su sistema clásico de combate casillas como la peculiar variante con toque de acción como es la franquicia Valkyria Chronicles de Sega, sin olvidar juegos de corte clásico que han regresado al panorama actual gracias a remakes, como fue el caso de Langriseer I & II el año pasado, dando la oportunidad a los jugadores de conocer el género a través de estas propuestas.

En esta ocasión nos llega Brigandine: The Legend of Runersia, secuela del juego original aparecido en Japón y Estados Unidos originalmente en la PlayStation original en 1998, Brigandine: The Legend of Forsena, trasladando la acción a un nuevo territorio pero manteniendo los aspectos que caracterizaron a la entrega original con un aspecto renovado para acercarlo a las plataformas actuales y sus jugadores.

La historia del juego se sitúa en el continente de Runersia, un lugar donde las concentraciones de maná han influido fuertemente en el desarrollo de la vida al punto de que aquellos que han dominado su control se han convertido en guerreros con grandes capacidades de lucha. El dominio de la magia y el poder invocar bestias mitológicas son las grandes aptitudes de estos guerreros conocidos como los Caballeros Rúnicos, desatando enfrentamientos entre sus similares y al tiempo formando naciones que se enfrentarían entre si para posteriormente caer y desaparecer en la historia en un ciclo condenado a repetirse. Sólo unos pocos elegidos en combate tenían en su poder las reliquias Brigandine, unas piezas que contenían un gran poder concedido por el propio mana que les designaba como elegidos para la unificación del territorio. Seis naciones componen actualmente el territorio de Runersia y todas ellas se ven abocadas, a tenor de los acontecimientos, al combate para conseguir unificar el territorio bajo su dominio.

El juego permite seleccionar entre cada uno de las seis naciones disponibles, siendo estos el Reino de Norzaleo, la República de Guimoule, la tribu Shinobi, la teocracia de Mana Saleesia, el Imperio de Holly Gustava y la Unión de Islas de Mirelva, ofreciendo cada uno de ellos diferentes tipos de trasfondo a través de sus personajes. Cada uno de estos reinos se lanza a la conquista por el desencadenamiento de una serie de eventos que precipitarán los acontecimientos y el conflicto entre las diferentes naciones, poseyendo cada una de ellas una reliquia Brigandine. Una vez seleccionado el bando se podrán realizar diversos ajustes para configurar la experiencia de juego, incluyendo el nivel de dificultad y otros aspectos relacionados con el mismo que podrán facilitar o en su defecto aumentarla como la experiencia ganada o el comportamiento de la IA en combate.

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El gameplay del juego se divide en dos fases diferentes, siendo la primera de ellas la de organización. En esta se podrán realizar diversas acciones de gestión de las tropas de cada una de las bases aliadas a través de diferentes comandos con los que prepararlos para la batalla, incluyendo opciones para equiparlos con armas y armaduras, añadir unidades de bestias mitológicas para el combate, realizar misiones y también gestionar las clases de cada unidad, pudiendo mejorarlas si se dan las condiciones específicas para ello. También podrán movilizarse las diferentes unidades a través de las bases del territorio, especialmente al respecto de las líneas de defensa frente al enemigo, situadas de forma anexa, aumentando las reservas de soldados y la cantidad de puntos de capacidad acumulado en esa base, que determinan el poder de la misma. Como efecto colateral, dichas unidades no podrán participar en combate hasta el siguiente turnoEspecial importancia tendrá el nivel de mana en este aspecto, pues servirá para realizar diferentes acciones durante la partida, entre ellas el invocar a las unidades de bestias míticas, y que cada base aportará al nivel total que acumulará la nación a través de cada temporada. Si este nivel llega a estar por debajo de lo necesario, se impondrá una penalización que afectará a la vida y puntos de magia de las bestias invocadas en un 30% de ambos. Las temporadas se van completando tras el término del ciclo que componen ambas fases, que darán lugar al paso del tiempo en el mundo del juego, componiéndose el ciclo de un año al transcurrir veinticuatro. La segunda fase es la de ataque en la que concretar las acciones de las bases aliadas pudiendo escoger atacar a las bases anexas para tratar de conquistarlas o en su defecto pasar el turno, estando abierta la posibilidad de que cada nación realice movimientos contra otras naciones e incluso contras las bases aliadas, lo que dará lugar a una batalla defensiva para mantener el control. 

El sistema de combate del juego se desarrolla en mapas divididos en casillas las cuales contendrán diferentes tipos de entornos como praderas, pequeñas bosques, lagos o zonas montañosas que afectarán al rendimiento de las unidades combate, otro aspecto similar a Langrisser I & II, de tal manera que ciertas unidades tendrán mejores opciones en porcentajes al combatir en ciertas zonas, como sucede, por ejemplo, con los centauros cuyos ataques a distancia son más efectivos desde zonas boscosas lo que a su vez les permitirá tener una mayor capacidad de evitar los ataques enemigos. De la misma forma, también sucede al contrario al haber zonas en las que el desempeño sea menos efectivoAunque se podrán llevar a varias unidades a un mismo punto para combatir, previo al enfrentamiento sólo se podrán escoger un máximo de tres unidades, algo que también se aplica respecto de los enemigos, de tal manera los enfrentamientos serán equilibrados.

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Al combatir, tanto las unidades aliadas como enemigas podrán ser derrotadas en combate con ciertas diferencias dependiendo de si son humanas o bestias. Las unidades humanas derrotadas se retirarán del combate sin penalización alguna respecto del personaje, lo que, dependiendo de las circunstancias y configuración de las opciones de la partida, a que el resto de unidades, al estar en desventaja, abandonarán la contienda especialmente al ser las unidades generales de cada base, lo que dará la victoria automática. Por su parte las bestias que caigan en combate quedarán inhabilitadas para combatir, teniendo que utilizar piedras de resurrección para poder emplearlas de nuevo manteniendo su status aunque su situación será variable dependiendo de la base en que sea resucitada. Por otra parte, será posible capturar unidades de bestias enemigas activando previamente la opción correspondiente al comenzar una nueva partida, lo que permitirá que aquellas que no logren retirarse al final del combate pasen a forma parte de las filas aliadas.

Cada una de las naciones contará en su haber con diferentes caballeros rúnicos dispuestos en las diferentes bases del territorio, usualmente en las anexas a las de las naciones enemigas, incluyendo a su vez a su líder, que podrá entrar en combate. Al entrar en combate irán ganando experiencia al derrotar enemigos o causar daños a los mismos, especialmente en el caso de conseguir un golpe de gracia, lo que permitirá mejorar sus prestaciones en combate al ganar nivel, afectando a los stats, y ganando a su vez habilidad en la clase a la que pertenece. A su vez, cada una de ellas podrá equipar varias unidades de bestias mitológicas que estarán limitadas a la capacidad de magia del usuario. Estas incluirán diferentes tipos que abarcan desde goblins a otras criaturas como diablillos, unicornios, golems, sirenas o incluso dragones con diferentes capacidades en combate, pudiendo invocarlas a través de las opciones del menú durante la fase de gestión gastando el maná acumulado en el total de la nación.

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El sistema de clases es muy similar al de títulos como Langrisser I & II, teniendo en ciertos casos una amplia variedad de roles con diferentes niveles que se irán desbloqueando al cumplir las condiciones específicas, usualmente alcanzar un nivel determinado y poseer la aptitud (proficiency en el juego) necesaria. Esto permitirá acceder a roles más poderosos que mejorarán las prestaciones de las unidades en combate al tener una mejora drástica de stats al tiempo que conseguir nuevas habilidades que usar en el campo de batalla, incluyendo especiales y en algunos casos también respecto de magia.

Entre las opciones durante la fase de gestión se encuentra la de realizar misiones en las que se podrán conseguir nuevos objetos, ganar experiencia e incluso ver eventos con los que se podrán reclutar nuevos caballeros rúnicos para el ejército. Cada una de las bases, a su vez abarcando diferentes zonas del territorio de Runersia, ofrecerán hasta tres misiones distintas que requerirán que las unidades seleccionadas posean un nivel y clase adecuados para completarlas con éxito, algo que se podrá observar en la barra situada en la parte inferior de la selección de misión. Las unidades poco experimentadas o necesitadas de acumular experiencia, podrán entrar en el campo de entrenamiento, incluido como última opción del menú de misiones, para ganarla para la misma y las unidades de monstruos que estén asignadas. Al reclutar a una unidad de caballero rúnico con éxito, tendrá lugar un pequeño evento y seguidamente o tras pasar un turno, se presentará como una nueva unidad de combate. Por otro lado, a mayor nivel de éxito mejores serán las recompensas obtenidas que incluirán objetos y también equipamiento de diversas clases y eficiencia.

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A través de la conquista de bases, la historia se desarrollará a través de eventos de estilo visual novel en los que se irá viendo el trasfondo de los diferentes personajes, tanto el líder de cada nación como los caballeros rúnicos que le acompañan en su objetivo, mostrando a su vez las motivaciones de cada uno de ellos al tiempo que sus aspiraciones al término del conflicto. Entre medias, dependiendo de las bases y de los personajes aliados escogidos para la batalla, será posible ver una pequeña conversación entre algunos de ellos de tal manera que, por ejemplo, ponen de manifiesto el reconocimiento a las habilidades de cada uno o en su defecto se hace patente las diferencias de ideologías de cada líder de la nación. Al conquistar todos los territorios de una nación, y consecuentemente derrotarla, se ofrecerá una pequeña escena en la que se mostrará la caída y desaparición de la misma, enfocado principalmente en el líder de la misma y su destino posteriormente. Esto se traducirá, aparte de en tener un rival menos por la lucha de los territorios, en que algunos de los caballeros rúnicos de la nación derrotada se incorporarán a los efectivos disponibles para el ejército aliado, aunque con niveles iniciales.

En lo referente a la jugabilidad estamos ante un título que mezcla opciones de gestión de unidades y sus pertinentes mejoras junto con un sistema de combate táctico por turnos, ofreciendo como resultado una combinación interesante de ambos aspectos. Las opciones de gestión no son complicadas pero si pueden resultar, de entrada, un tanto abrumadoras ante lo que ofrece mientras que el sistema de combate ofrece un reto interesante, teniendo que sacar partido tanto de las unidades que se escogen para el combate y contrarrestar los efectos de las del enemigo al tiempo que aprovechar las ventajas del terreno a nuestro favor, dando como resultado unos enfrentamientos entretenidos y desafiantes al poder realizar acometidas contra una o varias bases o incluso usar una maniobra en pinza para tal menester, lo que permite usar más efectivos para seleccionar. Como contrapunto está en que estos pueden resultar un tanto tediosos a la larga tanto por el desarrollo de los mismos como por la repetición de mecánicas durante cada fase.

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Respecto del apartado sonoro, cabe destacar la presencia de Tenpei Sato como responsable de la banda sonora del juego. El autor de bandas sonoras de títulos destacados de Nippon Ichi Software como la serie Disgaea, Mugen Souls, The Witch and the Hundred Knight o Labyrinth of Refrain: Coven of Dusk, ofrece una serie de pistas con diferentes estilos pero que denotan su particular estilo reconocible a través de las diferentes melodías que se dejan escuchar a lo largo de la partida. Respecto del doblaje, el juego ofrece sólo voces en japonés en este aspecto.

Conclusión

Brigandine: The Legend of Runersia se perfila como un título que pretende ser una vuelta a los orígenes clásicos del género del RPG táctico tanto por la historia y personajes que ofrece como por el desarrollo de su gameplay a través de la mezcla de gestión y mejora de unidades y acometidas a bases enemigas. Si bien no aporta ningún aspecto que sea novedoso para el género, es una interesante alternativa a tener en cuenta para los fans del género.

Lo mejor

  • La variedad de personajes que ofrece cada una de las facciones disponibles.
  • Sistema de combate interesante que ofrece cierto desafío a la hora de jugar.
  • El desarrollo mezclando partes de gestión y mejora de unidades y asedios a bases enemigas.

Lo peor

  • Textos sólo en inglés.
  • A la larga puede resultar tedioso y repetitivo en su desarrollo.
7.8

Bueno

Cumple con las expectativas de lo que es un buen juego, tiene calidad y no presenta fallos graves, aunque le faltan elementos que podrían haberlo llevado a cotas más altas. Cómpralo sin miedo.