
Borderlands 4
- PlataformaPC7.5PS57.5XBS7.5NSW2
- GéneroAcción
- DesarrolladorGearbox Software
- Lanzamiento12/09/2025
- TextoEspañol
- VocesEspañol
- Editor2K Games
Review
Análisis de Borderlands 4, un juego muy divertido que no logra reverdecer viejos laureles
Crítica de la nueva entrega de la legendaria saga de looter shooter de Gearbox, frenéticos disparos en primera persona y botín por doquier con un arsenal de literalmente millones de armas.
Las sensaciones tras la ingente cantidad de horas que le hemos dedicado a Borderlands 4 estas semanas de cara a su análisis resultan un tanto extrañas. Por una parte, nos hemos divertido muchísimo, y hemos vuelto a disfrutar por todo lo alto con una fórmula de la que nos declaramos seguidores confesos. Pero a la vez, nos queda un regusto agridulce, ya que esta entrega cojea notablemente en varios apartados, siendo quizá excesivamente continuista y a la vez algunas de sus novedades no nos han convencido nada. En nuestras impresiones de la semana pasada ya dejábamos caer algunos de los puntos que no nos convencían de esta nueva entrega.
Es importante puntualizar que para nada estamos ante un mal juego, ni mucho menos. Y de hecho tenemos muchas esperanzas puestas en su futuro, con un endgame que tiene una pinta bestial, y con la promesa de Gearbox de que a mayores de los inevitables DLC de pago habrá contenido interesante gratis y multitud de eventos para mantener el interés del público en el juego. Borderlands 4 es un juego muy divertido, especialmente si lo compartimos con amigos como es habitual en la saga, y sí que hace muchas cosas bien, pero en nuestra opinión queda por debajo de la tercera entrega y muy lejos del magistral Borderlands 2, en nuestra opinión el punto álgido de la serie.

La fórmula está ahí y ha sido un éxito durante la friolera de 16 años, tiros en primera persona, búsqueda de botín con literalmente millones de armas e items para potenciar a nuestro personaje, un humor muy macarra y su precioso acabado gráfico cell shading que lo hace parecer un cómic en movimiento. Muy entretenido en solitario, glorioso acompañados, si nos gusta la propuesta de la saga inevitablemente vamos a disfrutar con Borderlands 4, aunque si no es el caso esta nueva entrega no presenta baza alguna para convencernos. Es la hora de que 4 nuevos buscacámaras vivan aventuras macarras en un nuevo planeta.
La liberación del planeta Kairos
La trama de Borderlands 4 transcurre en el planeta Kairos, afectado tras los sucesos acontecidos al final de Borderlands 3. Los protagonistas son 4 nuevos buscacámaras cuya misión será liberar al planeta del implacable gobernante del mismo, el terrible Cronoguardián. La trama es muy simple y carece de gancho, podría resumirse en que hay que matar a tres malos muy malos para poder matar al malo muy malo para el que trabajan los citados malos, mientras nos hacemos colegas de las facciones locales subyugadas por los malos muy malos. No hay mucho más desarrollo, y si bien es cierto que el listón de Jack el Guapo en Borderlands 2 es muy difícil de alcanzar, siendo este una de las némesis más memorables de la historia del videojuego, los villanos de esta cuarta entrega son especialmente insulsos. El guión es plano y predecible, hasta el punto de que los pequeños conatos de sorpresa terminan por resultar anecdóticos y risibles.

La saga siempre se ha caracterizado por un humor muy macarra y negro, pero la sensación general con Borderlands 3 fue que se pasarón de frenada con el humor y el tono cringe del juego, siendo esto muy criticado por los fans. La buena gente de Gearbox tomó nota de dichas quejas, pero parece que esta vez se han pasado de frenada en el recorte del humor, ya que en cierta medida se echa de menos la comicidad más gamberra y negra de la saga, pasando un poco de un extremo a otro. No es exagerado, y el espíritu sigue ahí, pero algo se ha perdido. La ambientación futurista de ciencia ficción con elementos de western y distopías a lo Mad Max sigue presente y nos encanta, pero se ha rebajado el tono con respecto a ese festival del humor macarra que nos enamoró en Borderlands 2.
Las misiones secundarias de la saga nunca han sido prodigios de guión ni especialmente brillantes, y en este caso siguen con esa tónica, no logrando aportar mayor interés a la ya de por sí insulsa trama, salvo un par de casos aislados. Mucha confianza en la campaña no tiene la propia gente de Gearbox cuando uno de los añadidos de esta cuarta entrega es la posibilidad de que una vez la completemos por primera vez podamos crear un nuevo buscacámaras directamente a nivel 30 sin tener que volver a jugar dicha campaña, pasando directamente a ese endgame que tan bien pinta sin el grindeo de repetir misiones. De contenido va sobrado el juego, nos ha llevado 40 horas terminar la campaña principal, y nos hemos dejado un buen número de misiones secundarias y actividades optativas por el camino. Completar todo lo que ofrece el juego se va fácil a las 80-100 horas, sin tener en cuenta el endgame.

Pequeños añadidos jugables
A los mandos Borderlands 4 apenas tiene sorpresas. Es un juego de disparos en primera persona frenético, frenetismo que ya había aumentado en la anterior entrega con la inclusión del desplazamiento rápido o dash, y que en esta ocasión ve potenciada su componente de verticalidad con un par de añadidos, el doble salto y la posibilidad de planear en el aire un breve lapso de tiempo. Lo cierto es que ello le sienta muy bien al juego, y los tiroteos son una auténtica delicia. Todo ello elevado a la enésima potencia por una de las características principales de la saga, su oferta de literalmente millones de armas distintas. Esto es algo que nos encanta, ya que las pequeñas variaciones en sistemas de apuntado, cargador o tipo de disparo ofrecen una enorme variación en la jugabilidad, y es un gran placer ir probando la infinidad de armas que nos topamos para ver cuáles se adaptan más a nuestro gusto. El arsenal de Borderlands 4 es pura delicia.
Otra novedad importante es la inclusión de una especie de látigo de energía que sirve para encaramarse a ciertos enganches ubicados en el escenario, lo que nos permite salvar distancias a priori imposibles. También lo podemos emplear para agarrar ciertos elementos del escenario para usarlos de proyectiles contra los enemigos. Nuevamente, un empuje a la verticalidad, de hecho gran parte de la exploración en los enormes escenarios a visitar depende del doble salto, planear y el empleo del gancho. Su impacto en los combates también tiene cierto peso, pero nos habría gustado un uso más integral, como el que se hace por ejemplo en Bulletstorm.

Por primera vez en la serie nuestro personaje también cuenta con la habilidad de nadar, aunque esto sí que queda muy en segundo plano como algo anecdótico. Se mantiene uno de los santos y seña de la saga, la posibilidad de revivir una vez la vida llega a cero matando a un enemigo antes de que se consuma una barra en pantalla que marca el tiempo que tenemos para obtener una segunda oportunidad. A nivel jugable el título funciona a la perfección, y compartido con amigos y en dificultades altas es un goce absoluto.
La mejor personalización de la serie
Donde Bordelands 4 brilla con fuerza, por encima de cualquier entrega previa de la saga, es en la personalización de los 4 personajes disponibles a través de sus árboles de mejora. Cada uno de los 4 buscacámaras cuenta con 3 árboles diferentes con sus propias ramificaciones y habilidades diferenciadas para cada uno. Toqueteando en ellos podemos evolucionar cada personaje en lo que bien podrían ser clases diferentes, las posibilidades son enormes y muy profundas.

Tenemos por ejemplo a Vex, una sirena, que puede emplear a su mascota en combate o invocar unos espectros y a la mismísima parca para que la auxilien en la refriega. Rafa puede emplear artilugios como una lanza o unos cañones acoplados a los hombros, o podemos optar por un acercamiento radicalmente distinto con una habilidad especial que nos permite entrar en combate cuerpo a cuerpo con ataques de energía que marcan a los enemigos. Amon domina habilidades de forja que le permiten emplear hachas inteligentes con daño elemental, desplegar muros de fuego o golpear el terreno con su poderoso martillo, según configuremos su árbol de desarrollo. Para rematar. Harlowe juega con la gravedad para crear zonas que daña y ralentizan enemigos, o atraparlos en un vórtice mientras los castigamos con dureza.
Cuatro personajes muy diferenciados de por sí, pero es que la posibilidades jugando con las opciones para desarrollarlos son tremendas. Los fanáticos de toquetear parámetros para conseguir la build definitiva van a gozar de lo lindo. Nosotros hemos trasteado mucho con Vex, y un poquillo con los otros personajes, y hemos conseguido cosas muy locas y satisfactorias. Si hay algo que justifique plenamente esta nueva entrega de la saga, es la excelente labor a la hora de ofrecer una soberbia personalización de nuestro avatar en el juego. Además, se ha añadido nuevas tipos de ítems, como una jeringuilla para curar salud y un hueco de mejora a mayores de las de clase, y esto se potencia en el endgame con un nuevo árbol de potenciación (idénticos para los cuatros personajes en este caso) y el sistema de firmware para mejorar el equipo.
Mundo abierto que no cuaja
Para tratar de dotar de personalidad a esta nueva entrega, Gearbox se ha sumado a una de las modas que no atraviesa su mejor momento, la de los mundos abiertos. Como si del mapa de un Far Cry se tratara, nuestro atlas de Kairos se llenará de iconos con diversas actividades, como recuperar fortalezas, hackear emisiones o encontrar ciertos objetos. Dada la ingente cantidad de horas que pasamos en el juego, estas tareas terminan por volverse monótonas, ya que carecen de chicha. Al final parece más que el objetivo es que pasemos el mayor tiempo posible en Kairos en lugar que dicho tiempo sea de calidad. Como positivo, la posibilidad de tirar por varias ramas de la trama principal a nuestro gusto, y una exploración que se ve beneficiada por el mayor componente vertical que introducen el gancho, el doble salto y la posibilidad de planear. También podemos invocar una moto voladora a propulsión en casi cualquier instante del juego, pudiendo desplazarnos con celeridad sin necesidad de buscar una estación de vehículos como en anteriores entregas.
Sí nos ha gustado los muchos enfrentamientos con pequeños jefes finales aleatorios a lo largo del mapa, o buscar fragmentos de la cámara para abrir una de ellas y afrontar combates durísimos que desembocan en una lucha a muerte con un letal enemigo final. Pero también es cierto que notamos menor variedad de escenarios y ambientaciones que en entregas pasadas, el mundo abierto como decimos ha desembocado en preocupación por cantidad por encima de calidad, y efectivamente la propia Gearbox nos permite saltarnos todo esto una vez completada la campaña la primera vez para ir directos al endgame con un personaje creado directamente a nivel 30.

Pobre rendimiento
A nivel técnico, destaca el pobre rendimiento del juego, al menos en la versión de PC que es la que hemos probado. Visualmente apenas notamos mejoría respecto a Borderlands 3, y con un equipo con el que ejecutábamos aquel a resolución 4k con los gráficos al máximo a 60 imágenes por segundo capadas sólidas como una roca, hemos sufrido inexplicables y severas caídas en dicha tasa de imágenes con los gráficos en medio en esta ocasión, también a resolución 4k. También hemos notado que la IA enemiga no funciona demasiado bien, teniendo comportamientos inexplicables y atascandose en el escenario en varias ocasiones.
Visualmente el juego es precioso, su empleo de la técnica de cell shading lo hace parecer un cómic en movimiento, siendo su estampa en pantalla espectacular. El juego luce de maravilla, pero el salto gráfico respecto a Borderlands 3 es casi inexistente. En el apartado sonoro, volvemos a tener un espectacular despliegue en la labor de localización y doblaje de todas las voces del juego al castellano, obteniendo resultados magníficos dignos de la mayor de las superproducciones del celuloide. La banda sonora pasa bastante desapercibida, con un algún arrebato cañero durante los combates pero con un comportamiento un tanto extraño que la hace desaparecer de repente sin mayor explicación.

El endgame, la gran esperanza blanca
Rematamos con la experiencia una vez finalizada la campaña principal, en la que albergamos muchas expectativas. Tenemos un sistema de niveles de buscacámaras definitivo con ciertas tareas que desembocan en una misión de la campaña repetida con dificultad y enemigos especiales, donde tenemos garantizado obtener botín legendario si la completamos. Tenemos un sistema de contratos con misiones especiales, y un nuevo árbol con mejoras para los personajes (idéntico para los 4).
El sistema de firmware, nuevas mejoras para el equipo, se introduce en la campaña principal, pero se potencia en el endgame, teniendo sus propias misiones. Dentro del contenido post lanzamiento gratuito, se han prometido jefes finales imposibles, perfectos para raidear con nuestras builds definitivas en compañía de los buscacámaras más experimentados dispuestos a aceptar este reto de dificultad hercúlea. También tenemos unas máquinas especiales a cargo de la explosiva Moxxi, que nos permiten repetir directamente los combates con los jefes finales sin tener que cargar partida y dirigirse nuevamente a ellos como en entregas anteriores.

Se han incluído items de rareza superior a legendaria, y misiones semanales de dificultad potenciada ideales para afrontar en compañía. A priori, parece que el incentivo para seguir jugando una vez completada la campaña va a ser importante, sin olvidar el contenido de pago, incluído en la edición definitiva del juego que cuesta la nada desdeñable cantidad de 130 euros. Lo cierto es que nosotros seguimos enganchados jugando una vez terminada la campaña, tanto completando el mapa y los jefes especiales con nuestro personaje principal Vex, como trasteando con los árboles de mejora de los otros personajes. Tras más de 60 horas, seguimos disfrutando de nuestra aventura en Kairos, por encima del sabor agridulce de las decepciones y expectativas no cumplidas con que nos hemos topado, lo cual es muy buena señal.
Conclusión
Somos amantes confesos de la fórmula Borderlands, y nos hemos divertido muchísimo en las 60 horas que le hemos dedicado al juego para su análisis, y tenemos la intención de dedicarle al menos otro tanto a su prometedor futuro. Pero cierto es también que esta cuarta entrega apenas ha evolucionado con respecto a la tercera, y su campaña nos parece la menos inspirada y la más sosa de la saga, con unos villanos realmente insulsos y una trama muy plana y predecible. El añadido del mundo abierto no termina de funcionar, teniendo la clara intención de engordar el número de horas por encima de aportar calidad y diversión al producto final. Sí que nos ha enamorado las maravillosas opciones de personalización de personajes a través de sus árboles de mejora, nada menos que 3 diferentes para cada uno de los 4 personajes, llenos de opciones y habilidades únicas que harán las delicias de los fanáticos de probar builds en busca de la configuración definitiva para maximizar el desempeño en el campo de batalla. El endgame una vez finalizada la campaña tiene muy buena pinta y mimbres para divertirnos durante horas, y la experiencia compartida sigue siendo una bomba de diversión, especialmente en dificultades altas. Y , por supuesto, con literalmente millones de armas diferentes para probar, que varían drásticamente la jugabilidad. Una entrega que gustará a los seguidores de la saga, aunque creemos que a estas alturas se le debe exigir algo más.
Lo mejor
- Las posibilidades mejoras de los personajes son una maravilla, los árboles de desarrollo y habilidades de los 4 personajes con los más complejos y con mayores opciones de la saga de largo, resulta de lo más satisfactorio ir trasteando builds.
- El endgame tiene muy buena pinta, si se confirman todas las promesas puestas en él nos va a tener entretenidos mucho tiempo.
- Su fórmula jugable es una bomba, compartido con otros 3 amigos en dificultades altas es una de las experiencias más divertidas del medio
- Lo de los millones de armas es una auténtica locura, es un placer ir probando una tras otra.
Lo peor
- Trama muy poco inspirada, sosa y predecible, con némesis insulsas y sin capacidad de sorpresa
- Su nueva apuesta por el mundo abierto no cuaja, está para engordar el cuenteo de horas en lugar de enriquecer la experiencia
- Muy continuista tanto en desarrollo como en lo visual, el salto gráfico es imperceptible, y en general la experiencia queda por debajo de entregas anteriores
- El rendimiento, al menos en la versión de PC, es muy pobre, haciendo además cosas extrañas con caídas en la tasa de imágenes por segundo que no vienen a cuento. La IA enemiga también necesita algún ajuste.
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