Análisis Blackwood Crossing

Blackwood Crossing es el primer título del estudio independiente inglés PaperSeven, formado en 2011 por antiguos integrantes de Black Rock Studio. El juego lleva meses llamando la atención y levantando expectación allí donde es presentado. Su increíble apartado gráfico al más puro estilo Disney Pixar y su aparente interesante y emotiva historia, han hecho que fans y crítica lo esperen con los brazos abiertos. Tal es así que el título ganó el premio Gamescom UK Indie Game of the Show el pasado año 2016.

Scarlett y Finn en el país de las maravillas

Nos introducen en esta historia despertando en un tren en marcha, con la premisa de buscar a nuestro hermano pequeño en un juego del escondite a través de los vagones. Encarnamos a Scarlett, la adolescente hermana mayor, en primera persona. Desde un inicio veremos como se mezclan constantemente las ideas de juego y viaje, además de elementos místicos, surrealistas o mágicos que enseguida aparecerán.

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Por ello, quedará claro desde un inicio que no se trata de un viaje en tren corriente. Siguiendo la llamada de nuestro hermanito, nos encontraremos con un misterioso personaje con cabeza de conejo, recordando inmediatamente al creado por Lewis Carroll en su famosísima obra: Alicia en el País de las Maravillas.

No es el único personaje del juego que presenta la curiosa característica de llevar la cabeza de un animal, ya que menos Scarlett y Finn, todos los integrantes de la obra llevan el rostro cubierto por una misteriosa y característica máscara. Sin entrar en destripes, podemos avanzar que nos encontraremos con los familiares y relativos más allegados de la pareja de hermanos, como sus abuelos, sus padres, la profesora y el "matón" del colegio de Finn y el noviete de Scarlett.

La historia que se nos presenta se irá tiñendo poco a poco de tonos más oscuros. La felicidad y el colorido de la infancia se irá nublando a medida que nos introduzcan los hechos ocurridos en el seno familiar, haciendo un paralelismo con la transición real entre adolescencia y vida adulta que todos hemos de pasar.

El vínculo entre los hermanos protagonistas siempre fue fuerte, debido a la situación familiar a la que se enfrentaron, pero la diferencia de edad y el paso siempre difícil de Scarlett por la adolescencia la hicieron alejarse un tanto del mundo de juego constante de su hermano pequeño. Al explorar la historia que Blackwood Crossing nos presenta, deberemos enmendar nuestros errores y reparar esta relación, comprendiendo así todos los pensamientos de Finn y llegando al final de la trama con toda nuestra atención.

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Un viaje para recordar

En cuanto a jugabilidad, el título no destaca especialmente, ya que presenta unas mecánicas muy simples que servirán al jugador para pasar a través de la historia de forma sencilla. Nos presentan puzzles básicos como el enlazar personajes escuchando sus palabras, recoger fotografías y ordenarlas para dar lógica a un cuento o algo más mágico como absorber bolas de fuego u oscuridad (llamada Umbra) para alejarlas o hacerlas desaparecer. Los objetos que vayamos recogiendo se almacenarán en un sencillo inventario, normalmente limitado por zonas o escenas.

También podremos escoger la forma de responder a determinadas opciones de diálogo entre Dulce, Sarcástica o Mandona por ejemplo, aunque este detalle no tiene repercusión en la trama. Un guiño interesante que aparece en el juego son los pósters de películas famosas (siempre de suspense o miedo) que aparecen en los niveles, ofreciendo un logro a quién consiga encontrarlos todos. El silencio de los corderos o Scream, siempre adaptados con los personajes de Blackwood Crossing, son dos ejemplos de ello.

Otro guiño, esta vez al mundo de los videojuegos, lo encontramos en una escena donde construimos unas mariposas azules junto a nuestro hermano, dando paso a una bonita escena y que a más de uno recordará al también emotivo título Life is Strange.

Los escenarios del juego son cerrados y bastante limitados (unos cuatro en total, aunque variarán de forma). Pasaremos por ellos en forma de bucle, encontrando en un inicio un mundo colorido, tal y como lo vería un niño, y pasando después a una visión más realista y oscura, más adulta. Esta poca variedad de escenas y la delimitada historia hacen que el título presente una corta duración: se puede acabar entre una hora y media y dos horas.

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Apartado técnico

Aparte de la trama, el título destaca por su increíble apartado gráfico, presentando un arte visual muy atractivo que recuerda a las películas de animación estilo Disney y Pixar. Las expresiones faciales son acertadas y transmiten la emoción que pretenden. Todo ello, sumando los ya nombrados escenarios mágicos y surrealistas, hacen sentir al jugador dentro de una película.

En lo referente a la resolución y poniéndonos más técnicos, podemos decir que el juego presenta una resolución de 1080p con un framrate de 30 fps, con caídas puntuales. Para PC, los requisitos mínimos son bastante asequibles, al contrario de lo que podríamos pensar al ver imágenes del juego.

Ya está disponible para Steam, PS4 y Xbox One a un precio de 15,99€. Merece la pena vivir el viaje por nosotros mismos y descubrir la intensa historia de Finn y Scarlett de primera mano, pero su corta duración y el ser poco rejugable hacen que reflexionemos sobre si queremos vaciar nuestras carteras y adquirir el título.