avance de Boundish , Nintendo ha decidido jubilar Game Boy Advance con una línea de directos y sencillos títulos para la consola, sacados a precio reducido (20€ al cambio) en unas ediciones "coleccionista" de lo más minimalistas. La colección, denominada bitGenerations, contará con siete cartuchos: tres lanzados hace dos semanas y los cuatro restantes de próxima salida en Japón.
Tras ofreceros nuestras impresiones con Boundish, un recopilatorio con cinco divertidísimos minijuegos, os acercamos ahora Dotstream, un título de "conducción" que poco o nada tiene que envidiar a desarrollos muchísimo más ambiciosos como los Need for Speed de turno o el más discreto -en medios- Racing Gears Advance.
Dotstream es, en la práctica, un juego de conducción que nos pone al "volante" de una línea de un determinado color. En lugar de coches con su carrocería, simplemente tenemos una recta coloreada que compite en carreras de hasta cinco rivales, nuestra finalidad será entonces llegar los primeros a la meta, haciendo uso de todos los elementos que permite el trazado.
Los escenarios son incluso más simples que el resto, simples fondos negros con obstáculos o potenciadores como los clásicos turbos. Si nuestra línea choca con una pared, perderemos y tocará empezar de cero salvo que tengamos una "vida" acumulada. Para adelantar a los rivales tendremos que acelerar en momentos clave y tirar del "nitro" (un turbo temporal con el gatillo L). Todo suena, en la teoría, similar a un juego de conducción en vista cenital.
Para justificar su adquisición (a priori encontramos títulos para móviles muchísimo más completos y baratos), Nintendo ha añadido una oferta de modos de juego bastante aceptable. Encontramos Campaing y Sport Race. El primero se compone de cinco copas divididas en varios circuitos, mientras que el segundo nos permite acceder a las carreras ya superadas en el modo Campaña. La cosa es bastante complicada, así que desbloquearlo todo llevará bastante tiempo. Más adelante podremos conseguir Formation, para hacer circuitos.
Gráficamente mantiene una línea minimalista, casi obsesivamente simple, sin alardes ni mucho menos. No hay demasiado que decir de un fondo negro con varias líneas de colores encima actuando en forma de coches, aunque sí es meritorio la forma en la que se funden todas ellas sin la menor sensación de confusión. La música está genial, nos lleva a intentar superarnos en todo momento, así como los FX.
¿Merece la pena Dotstream?: Según. Estamos ante un sencillote juego de conducción, sin apartado gráfico -podría decirse así-, aunque sí con una jugabilidad tremendamente simple y llamativa. Y engancha. Pero realmente deja de ser un minijuego aislado que pasa por ser curioso y no de prueba obligada. Por oferta, Boundish es más llamativo. Es bastante improbable que llegue a España, así que si te interesa siempre puedes importarlo. Posee textos en inglés y la edición nipona es ciertamente atractiva.