Battlezone (PC)
Versión actualizada el clásico de Atari 2600, con nuevos gráficos en 3D y grandes dosis de acción y estrategia.
En 1998, un juego de ETR se desmarcaba de la tendencia general que aquel año seguía marcada por los clónicos de Dune 2: perspectiva cenital, interfaz sencillo,... Este juego era Battlezone, el primer juego de ETR en 3D (mucho antes que Warzone 2100) que nos permitía situar nuestro punto de vista donde quisiéramos, incluso dentro de una de nuestras unidades. Desgraciadamente, pese a las buenas críticas recibidas, la acogida del público fue más que tibia, debido sobre todo a lo novedoso de su concepción e interfaz. Battlezone se adelantó a su tiempo y pago un alto precio.
Sin embargo, los tiempos han cambiado y las tres dimensiones han invadido a fondo el género iniciado por Dune 2 y Westwood. Títulos como Warzone 2100 o Homeworld han sido unánimemente aclamados por crítica y público y los programadores de Pandemic Studios han pensado que ya estábamos preparados para la segunda parte de aquel juego de 1998.
El argumento de Battlezone II comienza donde acaba la primera parte. Tras la guerra con los Furies, Estados Unidos y Rusia se unen para formar la ISDF (International Space Defense Force: Fuerza de Defensa Espacial Internacional), para establecer una primera línea de defensa ante cualquier amenaza alienígena que pudiera penetrar en el Sistema Solar. Simultáneamente, se crea la AAN (Alliance of Awakened Nations: Alianza de Naciones Advertidas), para distribuir entre sus países miembros la misteriosa sustancia conocida como bio-metal. Como recordarán los veteranos de Battlezone, el control de esta materia provocó la guerra que se vivía en la primera parte.
Además, los experimentos de Estados Unidos con el bio-metal fueron lo que provocó la aparición de los Furies y por tanto, la unión de los dos países enemigos para enfrentarse a esta nueva amenaza. Uno de los héroes de aquella guerra, el general Armond Braddock (que además fue el responsable de los experimentos fallidos), fue el principal artífice de la creación de la ISDF y uno de los candidatos más sobresalientes al puesto de director dado su estatus de héroe de guerra.
En estos momentos, su principal cometido es el lanzamiento de sondas espaciales diseñadas como puesto fronterizo de alarma en caso de invasiones alienígenas, pero tiene un secreto, una extraña y sorprendente misión para la que establece una base secreta de la ISDF en Plutón, cosa que la AAN vetaría sin dudarlo. El único miembro de la ISDF que está al corriente del secreto es el teniente Henry Manson, otro héroe de la guerra.
Cuando comienza el juego, el secreto de Braddock está en peligro debido a la destrucción de una de las sondas cercanas a Plutón por las mismas fuerzas que están atacando salvajemente la base. Como teniente de la ISDF, has sido enviado para rescatar a los supervivientes, con la única información de que la base es un puesto fronterizo de reciente construcción. Pero no te llevará mucho tiempo descubrir que estás en medio de un acontecimiento que podría afectar a toda la Humanidad.
¿Cómo se os ha quedado el cuerpo después de leer este pedazo de guión? Sí, a mí también me pasó. Pero lo más importante de un guión es cómo se integra en el desarrollo del juego y los chicos de Pandemic Studios lo han conseguido: gracias a que la trama se va desarrollando conforme jugamos, nos sentiremos totalmente inmersos en la historia del juego y descubriremos la personalidad y los secretos de los diferentes personajes, como Yelena Shabalev, una oficial de libro que sigue las órdenes ciegamente... hasta que empieza a sospechar algo.
Battlezone no era precisamente fácil de aprender, así que los programadores han decidido suavizar la curva de aprendizaje en vez de disminuir la complejidad del juego. Lo que han hecho es introducir gradualmente al jugador en las posibilidades del juego y empezaremos con misiones sencillas, que no requieren grandes conocimientos y la cosa se irá complicando a medida que avancemos, un sistema típico de la última hornada de juegos de estrategia (Homeworld o Warzone 2100 son claros exponentes de ello).
Además, para no aburrir a los jugadores más experimentados, se ha incluido un modo de Acción Instantánea en el que podremos elegir el mapa, el nivel de dificultad y el tamaño de los ejércitos contendientes. Pero esto no es todo, porque podremos participar en estas misiones como piloto mientras el ordenador se hace cargo de la administración y explotación de recursos, con lo que nos dedicaremos por entero a diezmar las fuerzas enemigas y a recargar nuestras armas mientras reparamos nuestro vehículo.
El interfaz de juego ha cambiado sustancialmente continuando con la política de facilitar el aprendizaje (y mejorar la jugabilidad). Ahora tendremos una selección de tropas más al estilo de los juegos actuales, agrupando unidades y asignándoles una tecla de acceso rápido utilizando iconos para una mejor comprensión. También podremos asignar teclas a edificios y todo esto consigue que podamos impartir órdenes a unidades que no veamos en pantalla, sean del tipo que sean. Esto es algo que en la primera parte no se implementó, pero que ahora es habitual en los juegos de ETR.
En cuanto a las construcciones que podemos realizar, se ha rescatado del antiguo Battlezone el Reciclador, un edificio que usa como materia prima el bio-metal que le proporcionan unos vehículos llamados Scavengers (chatarreros), pero que a diferencia de la primera parte, ahora no necesitan volver al reciclador para dejar su carga, sino que la transfieren directamente a él.
Es algo así como en Total Annihilation, donde el Comandante y los vehículos de reparación podían absorber metal de los vehículos enemigos destruidos. De todas formas, esta novedad no elimina la necesidad de proteger y escoltar los Scavengers, que necesitaremos guiar hasta las zonas donde se libran las batallas para la recogida de material.
Otras unidades del antiguo juego se mantienen en esta segunda entrega, pero con un aspecto remozado y acorde con los nuevos tiempos y tecnologías. Así, tendremos a nuestro amigo el tanque Grizzly, o los tanques exploradores en el bando de la ISDF. Un total de 30 nuevos vehículos se han añadido al juego original incluyendo artillería pesada, torres lanzacohetes, enlaces de satélite, vehículos deslizadores,... todos con un nuevo motor físico que permite que surquen el cielo, el aire o la tierra de manera realista.
Desgraciadamente y como pasaba en Command & Conquer o en Total Annihilation, no podremos pilotar los aviones, ya que tanto los bombarderos como los transportes de personal son autodirigidos, únicamente podremos asignarles un área que bombardear o donde aterrizar.
Los vehículos terrestres se dividirán en tres categorías: hover, orugas y bípedos. Mientras los vehículos orugas no podrán atravesar agua u otros obstáculos, los hover-tank podrán deslizarse por encima, aunque la habilidad de los robots constructores permitirá construir puentes para salvar estas dificultades.
Los bípedos (como los andadores estilo AT-ST de El Retorno del Jedi) tendrán limitaciones al movimiento similares a las de los vehículos de orugas y estarán animados mezclando técnicas de esqueleto y de proceso (cuando la animación se ejecuta obedeciendo a unas fórmulas matemáticas que expresan unas leyes físicas, en vez de estar un programador detrás de los movimientos).
Hemos hablado de que el agua es importante, así que también os conviene saber que hay vehículos submarinos, cosa que desde TA no habíamos vuelto a ver.
Y nos queda hablar de las unidades de los alienígenas, los Scion. Ya que es un ingrediente totalmente nuevo en la serie, se ha optado por una manera totalmente original de diseñar los vehículos: son transformables. Básicamente, podremos usar un caza y luego convertirlo en un tanque pesado con un lanzallamas de plasma, ideal para usarlo contra infantería y edificios. Y ya que hemos mencionado a la infantería, hay que decir que podrán transportar (y usar) 25 tipos de armas, incluyendo cosas tan divertidas como bazucas y morteros.
Además, la fauna del planeta donde nos encontremos puede atacar a la infantería, cosa muy original y realista (aparte de darle una nueva dimensión a la estrategia, porque sería interesante atraer a un batallón de infantería hacia una manada de bichos carnívoros, ¿o no?). Como es habitual desde el nacimiento del género, todas las unidades irán ganando experiencia y mejorando sus capacidades de apuntar y tácticas.
Por último, hay que hablar de los gráficos, porque los de Battlezone II son impresionantes, tanto en 16 como en 32 bits. Los seis mundos que podremos recorrer están retratados con un lujo de detalles impactante: fauna y flora locales, cielos multicolor, terrenos de aspecto orgánico,... aparte de los típicos efectos 3D de hoy en día: fuego, humo, partículas, filtrado trilineal y todas esas cosas a las que estamos acostumbrados. Todo un espectáculo para la vista durante las 17 misiones de la ISDF y las 7 de los Scion.
Por supuesto, en un juego de ETR no puede faltar un modo multijugador y Battlezone II no es una excepción: se ha incluido la posibilidad de juego cooperativo por parejas, de manera que mientras uno construye, otro lleva el ejército. Estos dos jugadores podrán intercambiarse los papeles durante el juego, haciendo la partida mucho más interesante. Otros modos como Capturar la Bandera o Deathmatch se están cuidando al máximo para aprovechar la gran cantidad de armas y escenarios (cada uno con sus condiciones meteorológicas propias) de que dispone este juego.
Pero si os parecen poco, siempre podréis usar el editor de escenarios que viene con el juego para diseñar vuestros propios mundos con nuevas texturas, edificios y flora y fauna. El código para las partidas multijugador también se está cuidando de manera que cada ordenador simule la partida igual que todos los demás, sólo siguiendo los cambios en el estado del juego y haciendo que sólo haya que actualizar el entorno cuando un nuevo jugador se incorpora al juego, reduciendo el ancho de banda y el consumo de CPU. Esto también evita que la gente haga trampas, porque su ordenador se desincronizaría y su partida acabaría.
También se nos ha prometido que la IA va a hacer que no podamos distinguir en un partida multijugador a los jugadores humanos de los controlados por ordenador, pero ya veremos, porque en esto de la IA nos queda mucho por descubrir.
De momento, los requisitos mínimos para Battlezone II son un Pentium 200, 32 MB de RAM, una aceleradora 3D, CD-ROM 4X y sonido y vídeo compatible DirectX. Pero para ser realistas, os vamos a aconsejar un ordenador con 64 (mejor 128) MB de RAM, una aceleradora 3D de última generación (TNT2, G400, V3) y un procesador a 300 MHz.
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