Análisis de Baten Kaitos I & II HD, el regreso de un JRPG único en su especie

Cuando echamos la vista al pasado con la intención de recordar cómo era Nintendo GameCube, se nos vienen a la cabeza muchos nombres: Metroid Prime, The Legend of Zelda: The Wind Waker, Luigi’s Mansion, Eternal Darkness: Sanity’s Requiem, Star Fox Adventures... Una lista que rebosa calidad, pero en la que no es muy habitual encontrar JRPG, ya que no era el género predominante en el catálogo de la consola. Sin embargo, hay un juego que nunca será olvidado por los que apostaron por él: Baten Kaitos: las alas eternas y el océano perdido.

Entre 2003 y 2023 ha llovido mucho; nada más y nada menos que dos décadas completas en las que hemos pasado de PS2, Xbox y GameCube a PS5, Xbox Series X|S y Nintendo Switch. Es mucho tiempo y los amantes del JRPG tradicional han disfrutado de incontables aventuras, pero las oportunidades de descubrir la obra más extraña de Monolith Soft (Xenoblade) y Tri-Crescendo (Eternal Sonata) han sido prácticamente nulas. Hasta hoy, porque aquí lo tenemos de nuevo, repleto de mejoras y acompañado de una precuela que nunca llegó a Europa.

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Tan bueno como siempre

En pleno 2023 no vamos a descubrir Baten Kaitos, pero creemos que es conveniente recordarlo y repasar algunas de sus características más importantes. Para empezar, no está de más saber que a pesar de que nosotros tomamos el control de Kalas, el personaje protagonista, realmente somos su espíritu protector e incluso hay ocasiones en las que podemos comunicarnos con él. La historia, de la que tampoco queremos desvelaros demasiados detalles, no está exenta de tópicos y no vamos a mentirte: no va a ganar ningún premio al mejor guion, aunque es lo suficientemente interesante para mantenernos pegados a la pantalla y está repleta de personajes que rebosan carisma (es necesario jugar un puñado de horas para conocer a uno que automáticamente se colará entre tus favoritos).

En cualquier caso, el punto de partida es una carrera a contrarreloj para evitar que el malechor de turno, al cual no vamos a nombrar aquí, ejecute su malvado plan de resucitar a Malpercio, una entidad a la que todos llaman “el antiguo dios de la destrucción”. Vamos, que como es habitual en el género, al cabo de cinco minutos de partida tenemos la sencilla, breve y fácil tarea de evitar que el mundo —más bien, lo que queda de él— sea destruido. Insistimos: no es lo más original del mundo, pero la historia está bien llevada y nos sumerge en un fascinante viaje.

Un viaje que no sería lo mismo sin la cantidad de escenarios de ensueño que recorremos en Baten Kaitos, cuyo mundo se divide en varias islas que flotan en el cielo. Cada una de ellas es muy distinta a las demás y apenas necesitamos unos minutos a los mandos del juego para comprobar el despliegue que en su momento llevaron a cabo Monolith Soft y Tri-Crescendo: ciudades repletas de personajes y entornos interiores, mazmorras elaboradas, áreas opcionales repletas de secretos... Aquí no hay tablones de encargos o un apartado de misiones secundarias en el menú, así que el único modo de descubrirlo todo pasa por aprovechar al máximo las fantásticas mecánicas de exploración.

Uno de los elementos más característicos de Baten Kaitos es su sistema de combate, bastante sencillo de entender, pero no tanto de dominar. Porque las batallas se suceden por turnos clásicos en los que debemos jugar una partida de cartas tanto para atacar como para defendernos de los golpes de los enemigos. Espadas, hechizos, armaduras, escudos, objetos curativos... Hay cartas para todo, y no hay nada fuera de ellas. ¿Tenemos tres acciones disponibles cuando nos toca ser ofensivos? Prueba a encadenar tres cartas de arma cuyo valor numérico sea de 1, 2, 3 y ya verás lo que sucede.

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La gracia del sistema de combate es que además de ser muy dinámico y más complejo de lo que podemos pensar durante los primeros compases del juego es que es un sistema en constante evolución, pues conforme avanzamos en la historia y subimos el nivel de clase, la duración de cada turno, la cantidad de armas en la mano y otros aspectos varían. En este sentido, Baten Kaitos hace algo similar a lo que posteriormente vimos en Eternal Sonata, que también cambiaba por completo sus peleas a lo largo de la aventura.

Baten Kaitos es un JRPG relativamente exigente, pues no deja de ser un juego de 2003, y aunque no es necesario pararnos a farmear, es importante no saltarnos demasiados combates o dejar de lado la exploración, ya que es la mejor manera de conseguir cartas que nos permitan mejorar nuestro mazo. Eso sí, hay un cambio muy importante entre la versión original y esta remasterización: se han implementado puntos de guardado automático y la posibilidad de repetir una pelea siempre que caemos derrotados, junto a otros añadidos y mejoras de las que hablaremos a continuación.

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Un deleite para los sentidos

Como no podía ser de otra forma, el principal atractivo de esta remasterización era comprobar hasta qué punto ha cambiado visualmente, y tenemos que decir que estamos muy contentos con la renovación del apartado gráfico, ya que el aumento de resolución con respecto al título de GameCube, sumado a que es uno de los videojuegos más bellos que hemos visto en mucho tiempo, da lugar a una experiencia audiovisual soberbia. Y si añadimos el aspecto sonoro a la ecuación, es porque nunca es mal momento para reivindicar la figura de Motoi Sakuraba (Tales of, Dark Souls, Star Ocean), pues Baten Kaitos cuenta con una banda sonora repleta de esas melodías que resuenan en nuestra mente durante mucho tiempo.

Más allá del renovado apartado gráfico hay algunos cambios pensados para mejorar la calidad de vida del jugador, como por ejemplo la posibilidad de saltar escenas y diálogos, así como la inclusión de un sistema de guardado automático que no estaba presente en el original y que puede evitarnos más de un disgusto. También destaca el rediseño de los menus, pensado para que la navegación sea más agradable. Además de los citados cambios y novedades, también se han implementado una serie de trucos y ayudas que facilitan la experiencia de forma drástica, hasta el punto de no tener que luchar o que todos los enemigos mueran de un solo golpe. Son las siguientes y se pueden activar y desactivar en cualquier momento, con excepción de los combates.

En definitiva, tenemos un buen trabajo en lo que a la remasterización se refiere, a diferencia de lo visto en otros casos como Tales of Symphonia Remastered, cuyo paso por el taller fue mucho más discreto y no hizo justicia a la obra original. Porque Baten Kaitos: Las alas eternas y el océano perdido era uno de los juegos más bellos de GameCube y ahora, 20 años después, también lo es en Nintendo Switch. Tanto si estás a punto de descubrirlo por primera vez como si deseas disfrutar una vez más de la aventura de Kalas, Xelha, Gibari, Mizuti, Lyude y compañía, aquí tienes la mejor versión.

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Baten Kaitos Origins, la precuela perdida

Como bien sabrás, el juego de 2003 viene acompañado de Baten Kaitos Origins, también llamado Baten Kaitos II: El comienzo de las alas y el heredero de los dioses en Japón. Su lanzamiento tuvo lugar mucho más tarde, en 2006 y nunca llegó a Europa. Se trata de una precuela que tiene lugar dos décadas antes de los hechos acontecidos en Las alas eternas y el océano perdido, en la que nos ponemos en la piel de Sagi, un joven miembro de la unidad de élite del Imperio de Alfard.

Baten Kaitos Origins es un título muy similar a la primera entrega de la saga, ya que comparte la mayoría de sus elementos —la principal diferencia son algunos cambios en el sistema de combate— y además se ambienta en el mismo mundo, por lo que no debes extrañarte cuando lo juegues y te encuentres explorando varios escenarios que ya habías visto en la aventura de Kalas y Xelha. En lo que a la remasterización se refiere, el resultado es exactamente el mismo: mejoras visuales y nuevas funciones que mejoran la calidad de vida del jugador. Eso sí, es una pena que ahora que por fin lo tenemos aquí, esté íntegramente en inglés.

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