Bangai-O Spirits, Impresiones

Llega a DS una conversión con añadidos del clásico de Treasure para N64, inédito en España hasta el momento. Manteniendo el estilo gráfico y la jugabilidad, la mayor novedad que encontramos en este fantástico arcade es la incorporación del micrófono, que convierte el cartucho en un juego infinito. ¿Quieres saber más? Bienvenido al mundo de Treasure...

Actualizado a 6 de abril de 2012 08:00 CEST

Treasure es una de las pocas compañías de las que es imposible hablar mal. Creadores de gran parte de los mejores arcades 2D de la historia, como Ikaruga, Guardian Heroes o Dynamite Heady, este estudio es también de los únicos que sigue dándole valor a las dos dimensiones, creando verdaderos juegazos bajo una apariencia que a día de hoy está casi denostada y olvidada. De sus más recientes trabajos podríamos rescatar el fantástico Astroboy: Omega's Factor para Gameboy Advance o el recientemente lanzado en España, Bleach: Blade of Fate. Ahora se atreven con otro producto para la portátil de doble pantalla de Nintendo, nada menos que la secuela de uno de sus clásicos más desconocidos.

Bangai-O Spirits tiene la dura tarea de mantener la calidad de su predecesor, lanzado originariamente en Nintendo 64 en una tirada limitadísima, apenas 10.000 unidades en Japón, lo que lo ha convertido en un juego de culto. Posteriormente, Bangai-O apareció en Dreamcast a nivel mundial, mejorando la experiencia de la versión para la consola de Nintendo y puliendo los aspectos técnicos. Para su puesta al día en 2008, Treasure ha pensado en ofrecernos una secuela continuista, con un apartado técnico espectacular, reflejando decenas de explosiones y efectos de luz en nuestra pequeña pantalla sin apenas problema -si bien hay algunas caídas de framerate-, y recuperando la jugabilidad.

Así, nos encontramos ante un arcade de acción, un shooter bastante peculiar en el que movemos a un mecha por un escenario y tenemos que ir acabando con diferentes objetivos. La primera 'novedad' es que no es un matamarcianos de avanzar hasta acabar las fases, sino que tenemos un total de 160 niveles cortos, pero a cada cual más complicado, en los que tendremos que sacar máximo provecho de las posibilidades de las que dispone el mismo. Así, contamos con un total de siete armas que iremos obteniendo a medida superamos las fases, y que podremos asignar de forma automática al inicio del nivel a cualquiera de los botones de la consola.

De inicio sólo contamos con la pistola, a la que se le une un arma blanca que permite ir enlazando ataques físicos, ya sea un bate de béisbol o una espada. Según derrotemos a los enemigos, obtendremos mejoras temporales o por tiempo indefinido que nos permitirán seguir avanzando "sin problemas". Lo mejor de Bangai-O Spirits es que incluso en esta versión japonesa todo es muy accesible y abierto, dando muchas posibilidades para superar las fases, que vendrían a ser casi puzzles que explotan nuestra capacidad de reacción para asimilar la cantidad de cosas que hemos de hacer en los niveles más altos.

Y es que al contrario de lo que podría parecer, estamos ante un juego que funciona más basándose en el efecto dominó que en disparar a lo loco. Así, tendremos que ir superando los niveles por "capas": una reacción en un determinado sitio puede abrir la puerta hacia el siguiente, y así hasta acabar. Por ejemplo, tendremos que romper paneles con nuestros disparos, posteriormente acabar con unos enemigos que estaban tras ellos, lo que permite acceso a la zona superior de la pantalla para activar el interruptor e ir a la siguiente habitación, donde de nuevo tocará sacar provecho de todo lo que está a nuestro favor.

En total encontramos un Modo Historia dividido en 160 fases, las primeras fáciles de superar en apenas unos segundos, siendo las últimas mucho más largas y complejas. Evidentemente del argumento poco podemos sacar en claro al estar en japonés, salvo que controlamos a dos soldados que deben abrise paso montados en el mecha que controlamos en todo momento. Dejando de lado este aspecto, no demasiado importante en un juego del género, habría que comentar la principal novedad de esta secuela: duración infinita.

Bangai-O Spirits incluye un completísimo editor de niveles, que da opción a dibujar todo el escenario, elegir su superficie, introducir enemigos, tipos de terreno, trampas o potenciadores, entre muchas más cosas. De nuevo al estar en japonés no hemos podido profundizar al 100% en la edición de escenarios, pero basta darse una vuelta por Internet para descubrir auténticas virguerías, muestra de que quien quiera puede crear fases fantásticas.

Dado que esta opción que ofrece Treasure tiene tanto potencial, la compañía nos permite descargarnos niveles creados por usuarios de forma rápida y sencilla: convertir el escenario en un archivo de audio y pasarlo a la DS a través del micrófono. Este sistema promete ser fantástico, rápido y accesible, y podrá explotarse tanto Online como sin conexión a Internet. Sin duda todo un acierto que sirve como alternativa a la clásica opción de subir todos los mapas a un servidor para que el usuario se los descargue, como ocurría en el reciente Advance Wars: Days of Ruin.

Cabe recalcar una cosa, y es que independientemente de todo esto, Baigai-O Spirits es un juego de Treasure, sinónimo de reto, de dificultad. Las primeras fases son muy sencillas pero pronto todo se complica. Hay que medir las distancias, pues los disparos y los misiles que podemos lanzar hacen un determinado daño en base al número de ellos que lancemos y lo lejos que estemos del objetivo; también hay que centralizar recursos: no podemos despilfarrar las bombas por que sino luego vamos a tener que reiniciar el nivel, etcétera. Es un producto complicado, a la vieja usanza, lo cual es una buena muestra de que Treasure sigue en forma

Técnicamente muy trabajado, pese a sus ralentizaciones puntuales cuando decenas de elementos aparecen en pantalla, con unos sprites 2D dignos de la compañía, buena música y diseños de personajes bastante correctos, Bangai-O Spirits es una secuela digna del clásico original. Tras probar su versión japonesa durante bastantes horas, nos queda un regusto amargo por que es uno de esos juegos que podría no llegar a España pese a que D3 Publisher lo lanzará en América próximamente. Crucemos los dedos...