Gran Hermano en Hill Valley

Desde el pasado martes, los jugadores pueden descubrir como continúan las aventuras de Marty McFly a través del tiempo tras el inesperado final de la segunda parte de la temporada, cuando regresaban Emmet Brown y Marty desde 1931 a su fecha original en 1986. Aunque a priori todo parecía indicar que la misión en el pasado había sido un éxito, de forma similar a la segunda película de la trilogía un pequeño cambio ha generado una línea temporal alternativa.

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La llegada no puede ser más abrupta, con el DeLorean estrellándose en un enorme poster de un enigmático doctor Brown en las inmediaciones de Hill Valley. Al parecer todo ha cambiado hasta tal punto que la ciudad natal de Marty Mcfly se ha convertido en una ciudad utópica regida por Emmet y su ahora esposa, Edna Strickland. Los habitantes de Hill Valley están sometidos a unas estrictas leyes de comportamiento creadas para el bien de la comunidad: no se permiten perros,  ni muestras de afecto públicas ni el uso de alcohol o drogas; todo aquel que las incumpla deberá pasar un proceso de reeducación para ciudadanos. Además, la ciudad  está llena de cámaras y micrófonos que recogen todas las conductas de los ciudadanos con el fin de controlar a los ciudadanos, convirtiendo la ciudad en un 1984 dentro del universo de Regreso al Futuro.

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Una de las grandes bazas de este tercer episodio es que por fin el jugador abandona, al menos temporalmente, 1931. Por tanto, los ya conocidos escenarios de las dos partes anteriores se actualizan en esta línea temporal alternativa a los que se suman algunos nuevos, revitalizando con ello el apartado visual del juego ante el abuso de repetir contenidos una y otra vez. Otra de las nuevas incorporaciones es el regreso de Jennifer Parker, la novia de Marty, que en esta línea temporal se ha convertido en una punki antisistema para desgracia de su padre, policía en la ciudad de Brown y Strickland.

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De forma similar al hecho de que Christopher Lloyd pusiera su voz al personaje al que dio vida en las películas, en TellTale han rescatado a Claudia Wells quién representó a Jennifer en la primera de las películas - antes de pasar el testigo a Elisabeth Shue en el resto de la trilogía - para dar voz a su personaje. El resto de las voces siguen siendo nuevas, aunque como siempre hemos de reconocer el gran trabajo en este aspecto, concretamente el de AJ LoCascio, quién da voz a Marty McFly.

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TellTale ha sabido jugar muy bien con lo que mejor se les da: los diálogos. Desde la primera línea de conversación hasta la última se nota el especial mimo que se les ha dado a todos. Muchas líneas de diálogo, mucho humor y lo mejor de todo es que no resulta pesado cuando se trata de un episodio en el que predominarán ante todo las conversaciones. De hecho, gran parte de esta aventura las pasaremos dialogando con los ciudadanos de Hill Valley, que al menos ahora parece mucho más viva que en anteriores visitas. El hecho de esta mayor presencia de diálogos alargará ligeramente un poco más la duración del juego, aunque nos sigue pareciendo bastante corto en comparación con otras aventuras de TellTale. El principal problema, y que ya viene siendo un habitual en los productos de TellTale, es que los jugadores hispanoparlantes se encontrarán ante un título con textos en inglés, alemán y francés. No es un inglés excesivamente difícil de entender, pero sí que se utilizan muchos juegos de palabras y terminología muy urbana que pueden dejar descolocados en determinadas escenas a quienes no tengan soltura con el idioma.

En el sentido más cinematográfico, destacan las recreaciones en más de una ocasión de escenas muy similares a las de la trilogía. Serán secuencias con planos tan exactos a las de las películas que sin duda levantarán una gran sonrisa entre los más fieles seguidores de las mismas. Y ya no sólo escenas completas, sino pequeños detalles o referencias que pueden pasar totalmente inadvertidos en un primer vistazo, pero que de encontrarlos resultarán tremendamente divertidos. En este sentido, TellTale hace gala de su buena mano a la hora de cuidar hasta el más mínimo detalle a la hora de crear sus aventuras. Este tercer episodio presenta un argumento bastante interesante y excelentemente bien planteado, aunque hay muchas lagunas e incluso posibles errores de continuidad (difíciles de solucionar cuando hablamos del espacio-tiempo) que deberían corregir en los dos últimos episodios. De los tres capítulos hasta la fecha, éste es sin duda el más completo y divertido, aunque también el que nos presenta el final más abierto e intrigante.

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En lo que respecta a la jugabilidad, no hay apenas cambios. Como comentábamos, se han centrado en esta ocasión en las conversaciones y en los puzles ligados a las mismas, pero se mantienen los puzles clásicos de combinaciones de objetos. El principal problema - del que también sufren los pasados capítulos - es que la dificultad brilla por su ausencia. Parece que se han encaprichado en hacer una aventura tan abierta a todo tipo de público, que los puzles pecan de ser intuitivos y extremadamente sencillos, lo cual no quita que resulten divertidos. Destacan especialmente en este capítulo un par de puzles bastante amenos, pero los aventureros más clásicos echarán en falta mayores retos. Como siempre, los controles se adaptan a un sistema híbrido de teclado y ratón para los más puristas. Aprovechamos para comentar como es habitual en nosotros que un sistema point'n'click puro le sentaría muchísimo mejor, o un sistema de gamepad para los más afines a los controles de consola.

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