Army Corps of Hell

Square Enix realizó una labor encomiable en Nintendo DS y PlayStation Portable, entregando algunos de los mejores juegos de ambos sistemas. Con Vita en mente, la firma decidió publicar bajo su sello el primer proyecto en firma de la pequeña desarrolladora Entersphere, un estudio formado por Motoi Okamoto en 2008. Por su nombre quizá no os suene pero inició su andadura en Nintendo como programador y a lo largo del tiempo llegó incluso a desarrollar engines en 3D (como el de Zelda Wind Waker). Supervisó el proyecto de Wii Play pero sobre todo se le atribuye el haber sido uno de los responsables del guión de Pikmin 2. Tras su salida de la compañía de Kioto fundó el estudio ya mencionado con varios miembros del que había sido su equipo en Pikmin y ahora aparecen en escena a nivel internacional con Army Corps of Hell.

El motivo de esta pequeña nota biográfica es apuntar a lo evidente: Army Corps of Hell ha sido definido "el Pikmin de Vita" y el parecido no es casual, en ningún sentido, viniendo de una persona íntimamente ligada a la franquicia de Nintendo. Sin embargo hay varios elementos novedosos en el presente título que intentarán hacer de él una apuesta sólida y distintiva, aunque por lo que se ha visto hasta la fecha podríamos resumir su propuesta entre una mezcla del notable Overlord y el citado Pikmin. El punto de partida es cuanto menos curioso, pues se nos permite controlar a un tirano que en el pasado dominó el mundo, y que tras un periodo de terrorismo moral fue enviado por los mortales al Infierno. Ahora, intentará hacerse con el control del territorio utilizando a una tropa de goblons demoníacos y acabando con todo aquel que se le ponga por delante.

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Así, se asume el rol del señor del mal y sus huestes, un centenar de goblins que podremos controlar dándoles órdenes y enviándolos al frente sin ensuciarnos las manos directamente. Este es el punto de partida de un título que bebe de las sagas ya mencionadas y que tendrá al menos tres tipos de unidades diferentes: Soldiers (soldados con espada), Spearmen (lanceros) y Magi (magos). Cada uno de ellos es bueno contra un tipo de enemigos, siendo por ejemplo los magos perfectos para los monstruos de pequeño tamalo que se te acerquen, pudiendo atacar en un amplio rango, mientras que los soldados con picas y lanzas funcionan mejor en ataques frontales. Los soldados son útiles para todo, una unidad media que tanto vale para atacar enemigos estándar como a jefes de gran tamaño. Para utilizarlos simplemente tenemos que pulsar los botones de la consola (Triángulo, Cuadrado, Círculo) y aparecerán en escena limpiando el escenario de enemigos.

Claro que antes de realizar esta acción tenemos que darles la orden y el lugar al que dirigirse. Con el stick derecho nos movemos y con el izquierdo seleccionamos el objetivo, así que si queremos atacar a un enemigo concreto sólo tenemos que marcarlo y comenzará la masacre. Army Corps of Hell basará pues su éxito en saber exprimir esta fórmula y no caer del lado del beat'em up camuflado de juego de estrategia en tiempo real, algo que a juzgar por las primeras tomas de contacto no queda del todo claro. En el primer acercamiento al título (durante el pasado Tokyo Game Show) la demo dispuesta en el showfloor no aclaraba demasiadas dudas. Su dificultad no estaba muy bien ajustada, pudiendo atacarse a los enemigos con cualquier unidad, sin notarse la diferencia a nivel estratégico. En la citada demo, el objetivo era acabar con una especie de cíclope y sus huestes, en una pequeña plataforma que se mantenía bloqueada hasta darle fin.

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Es interesante apuntar a un dato que se conoce sobre el desarrollo del juego y es que al igual que ocurre en la archifamosa saga Dynasty Warriors (entre otras), el escenario aparecerá inicialmente oculto en el minimapa de la parte inferior izquierda, debiendo avanzar por él a ciegas mientras lo vamos desbloqueando poco a poco. En el mapa hay varias zonas en las que deberemos acabar con enemigos y hasta que no les venzamos, no podremos movernos hacia el siguiente punto (una muralla de huesos lo impedirá). Esta mecánica no es nueva pero puede funcionar si el sistema de batalla se ha ajustado bien en su versión final y no termina por hacerse algo repetitivo. Afortunadamente no sólo consistirá la cosa en luchar sino que Entersphere ha añadido varias opciones entre las que se incluye la alquimia y la posibilidad de forjar armas. No se ha entrado en detalle en estos aspectos pero si se conoce que las unidades podrán modificar su equipamiento (arma, armadura, escudo) a medida que consigamos materiales y elementos en el mapeado.

Para esto, primero tenemos que acabar con los enemigos para posteriormente enviar a nuestros goblins a recoger lo que los primeros han dejado caer. En el caso de la demo del Tokyo Game Show, el cíclope dejaba su ojo en el escenario y las tropas del protagonista lo absorbían, usándolo a posteriori como regente. Como se suele decir... en el amor y la guerra todo vale. Pero la cosa no acaba ahí porque otra de las cosas distintivas del título es la inclusión de minijuegos. Uno de ellos nos permitirá regenerarnos vida golpeando rítmicamente la parte trasera de la consola a modo de tambor (imaginamos que su sensibilidad será suficientemente alta como para no poner en riesgo la consola). De esta forma recuperaremos parte de nuestra energía y se conoce que podrán crearse otros instrumentos (una guitarra y una flauta han sido vistos en imágenes) que, esperamos, ofrezcan otras alternativas a la regeneración de vida.

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Un detalle que habíamos obviado conscientemente hasta ahora es el referente a su banda sonora, repleta de cortes de heavy metal de la banda japonesa United. Se intentará así imprimir un estilo propio al título tanto a nivel visual (la desarrolladora ha admitido inspirarse en esta cultura para diseñar las fases), aunque por lo visto no se llevará tan lejos como en el título que más partido ha sacado a esta música en el sector, Brütal Legend. Los que no disfrutan con esta música pero si con la mecánica propuesta pueden respirar tranquilos porque una de las opciones del juego será la de poder sustituir su banda sonora original por otra a elección del propio jugador. No se han dado detalles de cómo podrá hacerse este cambio pero la existencia de esta posibilidad es desde luego un apunte  a tener en cuenta. También parece haber sido realizado un buen trabajo con las voces (de momento, en japonés) y los efectos de sonido.

Gráficamente la cosa ya no parece tan espléndida. Ni siquiera si el juego fuese para PlayStation Portable destacaría pero en una plataforma como Vita, con títulos de lanzamiento como Uncharted Golden Abyss, la cosa desluce un poco en comparación. Quizá el tener que gestionar tantas criaturas haya impedido una mayor definición a nivel gráfico, tanto en los modelados de los personaje en pantalla como en los escenarios, que por lo que se ha visto no escapan de lo obvio (habrá que ver en qué queda esa inspiración metalera), pero también sería negar una evidencia si dijésemos que el título luce de manera excelente, lo que también nos hace pensar en la posibilidad de que sea un proyecto para PSP reconvertido a la nueva portátil. El resultado en todo caso es aceptable, pero lejos de otras cosas que hemos visto en Vita.

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Todo parece indicar que la propuesta es sólida a pesar de que no reinvente la rueda, por lo que sólo nos queda esperar unos meses (está confirmado como título de lanzamiento para EEUU y Europa el próximo 22 de febrero) para poder ponerle las manos encima a la versión occidental y liarnos a guerrear en el Infierno con el objetivo de conquistarlo. Por ahora la cosa pinta bien, a la espera de poder disfrutar de la historia y de profundizar en una mecánica de juego de probada eficiencia en títulos como Pikmin y Overlord. Army Corps of Hell lo tiene complicado para hacernos olvidar a la saga de Nintendo, pero mientras funcione como un buen sustituto, bienvenida sea.