La intensidad de la batalla

Hace unas pocas semanas os presentábamos un avance del nuevo juego de Bohemia Interactive, la continuación del simulador bélico ArmA 2. Ahora, con el producto final en mano, estamos en disposición de profundizar un poco más en la mecánica y contenidos de este esperado título, que nos permitirá experimentar toda la acción de una guerra en nuestra propia piel. ¿Ya oyes el silbar de las balas encima de tu cabeza? Pues esto no ha hecho nada más que comenzar.

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Los videojuegos suelen, por norma general, colocarnos en situaciones ficticias para que podamos enfrentarnos a retos virtuales. En ocasiones, los títulos explotan las virtudes de sus protagonistas para que la dinámica de juego sea mucho más amigable, tal y como ocurre con los protagonistas de las películas. Otra tendencia es la que apunta directamente en sentido opuesto, y que pretende simular acciones de la forma más realista posible, tal y como podría ocurrir en la vida real. Ninguna de las dos vertientes es superior a la otra, y todo depende del momento y del tipo de juego del que estemos hablando. Lamentablemente para los que no gusten disfrutar de títulos extremadamente realistas, el juego que hoy vamos a analizar es uno de ellos.

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ArmA 2: Operation ArrowHead se presenta como un paquete de expansión para los contenidos que pudimos disfrutar en ArmA 2. Sin embargo, y a pesar de tratarse de una ampliación, no requiere que dispongamos de la primera entrega para poder disfrutar del mismo, si bien es necesario reconocer que la experiencia previa en este simulador es extremadamente importante a la hora de tomar el mando de nuestro escuadrón. Durante los últimos años se han producido una gran cantidad de juegos bélicos, muchos de gran calidad y que han ocupado lugares de honor en las listas de ventas, aunque la tendencia a crear simuladores realistas sigue sin ser excesivamente común. Puede que este sea el motivo por el que los usuarios nos volcamos con tanta pasión sobre los pocos representantes que van saliendo.

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Si alguno no tuvo la oportunidad de participar en los eventos de ArmA 2, diremos que la acción transcurría en Chernarus, una república soviética completamente ficticia y donde un movimiento radical comenzaba a hacer estragos entre la población local. Cuando las cosas se desmadraron del todo, el ejército americano decidió mandar a lo mejorcito de lo que tenía entre sus filas… y por eso acabamos nosotros en ese lugar. Nuestra misión era preparar la zona y allanar el camino para una intervención a gran escala mientras, si era posible, avivar el sentimiento patriótico de los pocos habitantes que aún se atrevían a hacer frente a los asaltantes. En función de nuestras acciones podíamos encontrar distintos finales, y es que ArmA 2 tenía cierto aroma a juego de rol.

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Su tenemos en cuenta su extensión, Takistán es algo más reducido que Chernarus, lo que es perfectamente comprensible si hablamos de un paquete de ampliación, pero cuenta con una configuración de terreno bastante más especial. Su capital, Zargabad, es un complejo urbano bastante más entramado y desarrollado que los que podíamos encontrar en Chernarus, y de nuevo nos veremos ante nuevas opciones tácticas. No es lo mismo combatir en los desiertos que en el interior de las ciudades, y que de cualquier ventana pueda salir un enemigo es un riesgo a tener en cuenta. Por otro lado, no todo va a ser desventajas, y es que la especial configuración del terreno takistaní nos permite sacar mucho más partido a uno de los aspectos que más se han extendido en la nueva versión de ArmA 2… sus vehículos de guerra.

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Os contábamos en el avance que habíamos tenido la oportunidad de jugar una de las misiones de la campaña, y ahora sabemos que es la tercera de las fases de dicho modo. El hilo argumental nos permite, tanto solos como acompañados, sumergirnos en la acción de Takistán tomando distintos papeles. Podremos participar en una confrontación como cualquiera de los 4 roles disponibles: piloto de helicóptero, comandante de carro de guerra, infantería u operaciones especiales. Aunque el manejo es similar en todos los casos, estas elecciones nos permitirán observar la acción desde distintos puntos de vista, y la campaña se encarga automáticamente de enfatizar los eventos relacionados con el cargo seleccionado, de manera que siempre nos sentiremos protagonistas de toda la acción.

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La primera de las misiones nos transporta a Takistán de forma directa. Nuestro BlackHawk aterriza en Loy Manara, pero casi sin haber tocado tierra tendremos que prepararnos para dar cobertura por si hay enemigos al acecho. Lo primero que se nos encarga es asegurar la zona de aterrizaje para que no exista riesgo a la hora de desembarcar al resto de compañeros. Aquí nos encontramos con las primeras sorpresas, y es que los disparos llegan de todas partes. Es casi imposible tener los ojos puestos en cada una de las posibles zonas desde las que nos atacará el enemigo, y tenemos que confiar en nuestros compañeros para avanzar de forma segura. Los takistaníes se esconderán en tiendas de campaña, o incluso en la torre del aeropuerto, así que debemos tener sumo cuidado.

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Gracias a este hecho, la sensación ‘sand-box' es mucho mayor ahora. Hay que tener en cuenta que ArmA II: Operation ArrowHead simplemente nos muestra un objetivo y nos coloca sobre el terreno de batalla, pero no encontraremos un camino de baldosas amarillas que nos vaya a dirigir directamente hacia el lugar donde tengamos que resolver los eventos. La forma de avanzar por el terreno queda completamente a nuestra decisión y astucia, por lo que tendremos que pensarnos las tácticas antes de ponerlas en juego. Estudiar el terreno antes de querer movernos por él es obligatorio si queremos salir victoriosos de la misión, o al menos con el mínimo de daños posible. ArmA 2 no es un FPS donde podamos avanzar, arma en mano, disparando a todo lo que se mueva sin temor a ser heridos.

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En la segunda misión recibiremos el encargo de escoltar un convoy hacia un nuevo punto de destino. Todos los integrantes de la caravana estarán a nuestro mando, y seremos los encargados de marcar el ritmo de avance. Si lo hacemos demasiado rápido, es posible que los últimos vehículos queden demasiado atrasados y sean víctimas de alguna emboscada, si lo hacemos demasiado despacio nos ponemos a merced de que las fuerzas enemigas se reagrupen y cojan posiciones. Podemos viajar a pie o dentro de un vehículo blindado, todo queda completamente a nuestra elección, incluso la posibilidad de ayudar a los habitantes locales contra una milicia cuyo campamento se sitúa ligeramente desplazado de nuestro camino a seguir, pero cuya ayuda posterior puede ser tremendamente valiosa.

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El manejo de nuestro personaje no difiere demasiado de otros títulos similares, aunque en ArmA 2 no se puede decir que seamos verdaderamente veloces. Estamos controlando a un militar cargado con todo su equipo oficial, y es normal que con tanto peso un sprint no sea tan rápido como de costumbre. Por otro lado, avanzar con cautela es obligatorio, como decíamos anteriormente, y correr es la mejor manera de dar a conocer nuestra posición al enemigo. Para los menos experimentados en esta clase de juegos, el manual pone a nuestra disposición un completo mapa del teclado, cuya utilidad queda patente a la hora de elegir las órdenes que vamos a dar a nuestro equipo o las peticiones que haremos a inteligencia militar para que nos proporcionen apoyo en la zona.

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Además de las armas y vehículos, que suman más de 300 elementos, nos encontramos con otros tantos accesorios de gran utilidad. Los prismáticos son instrumento obligado en los extensos desiertos de Takistán, y nos ayudan a encontrar las zonas más seguras y detectar enemigos alejados. Cuando tengamos que movernos amparados por la oscuridad, encontraremos necesario el uso de alguna fuente de luz, aunque con ella los soldados contrarios podrían detectarnos… y por ello también disponemos de un sistema de imagen termal que nos ayudará a ubicar las posiciones de los oponentes gracias al rastreo de las fuentes de calor a la vista. El enemigo no cuenta con esta tecnología salvo en los vehículos más modernos de su flota.

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Un ejemplo claro para usar esta posibilidad es en las misiones nocturnas a bordo de un helicóptero. Si generamos algún tipo de iluminación más allá de lo necesario, nos encontraremos como el enemigo responde con toda clase de artillería contra nuestro vehículo, cosa que no queremos provocar. Si hacemos uso de la visión térmica tendremos la posibilidad de distinguir las posiciones de nuestros oponentes sin necesidad de acercarnos demasiado, y esto es extremadamente útil en muchas ocasiones, sobre todo si primero queremos hacer un reconocimiento de la zona antes de lanzarnos contra el enemigo. Gracias a esta tecnología, la noche es una ventaja para nuestro ejército, y tendremos que aprovecharla.

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Si hablamos del modo mutijugador, nos encontramos con la grata sorpresa de que su funcionamiento es prácticamente análogo al de un jugador solamente. Podemos unirnos con tres amigos más y revivir todos los eventos de la campaña formando un escuadrón entre los cuatro, con la ventaja de que las órdenes son mucho más directas y rápidas que si se las tenemos que ir dando a los personajes controlados por la inteligencia artificial. Igualmente, se ponen a nuestra disposición toda una serie de escenarios pensados para que grupos de jugadores puedan poner a prueba sus habilidades, incluso en grupos mayores a cuatro integrantes. Para evitar las discusiones de quién tiene que ser el líder del equipo, generalmente es obligatorio que el que aloje la partida cumpla esta función…

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También, y es posible que debido a la larga extensión de los mapas, nos encontramos con que las pantallas de carga son bastante largas y tediosas. Es cierto que, una vez superadas, no tendremos que volver a ver una hasta finalizar la fase, y eso puede suponer una gran cantidad de minutos e incluso de horas, en función de nuestras habilidades y de los objetivos del encargo. Los gráficos se muestran con gran detalle, pero en la lejanía siguen pareciendo confusos, y no de un modo directamente intencionado… sino más bien como si se tratase de un defecto a la hora de renderizar elementos excesivamente alejados. Por otro lado, los personajes y sus animaciones son de gran calidad, y lo mismo tenemos que decir de los vehículos disponibles y su movimiento… incluso del movimiento dentro de los mismos.

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El sonido cuenta con la suficiente cantidad de efectos como para hacernos sentir en medio de una zona de conflicto, y las voces de los personajes, tanto de nuestro equipo como de los enemigos y civiles locales, ayudan a integrarnos más en la acción del juego. Aunque los textos se encuentran perfectamente traducidos a nuestro idioma, tendremos que hacer uso de los subtítulos para entender las conversaciones, que no se han doblado. En esta ocasión, si que encontramos un poco molesto tener que desviar la atención a la zona correspondiente de la pantalla y arriesgarnos a recibir un ataque por no estar concentrados en las posiciones que ocupa el enemigo, o ser sorprendidos por algo inesperado.

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ArmA II: Operation ArrowHead es un juego intenso, aunque en algunas ocasiones pueda parecernos que avanzamos por el desierto sin rumbo alguno. La emoción reside en la incertidumbre y en el hecho de no poder dar nada por sentado, y saber que en cualquier momento podemos ser sorprendidos por el enemigo. Puede que no se trate de un título pensado para todos los jugadores pero los que estén acostumbrados al género, o tengan ganas de iniciarse en el mismo, estarán sumamente agradecidos con el trabajo de Bohemia Interactive. De hecho, el título está avalado por una gran comunidad de jugadores que se dedica a producir contenido extra, el cual, por cierto, será compatible en su totalidad con esta nueva entrega, salvo en los casos en los que entre en conflicto con alguna de las nuevas características, donde será necesario realizar ligeros cambios.

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