Amazing Island
Más allá de Sonic, PSO o Super Monkey Ball, GameCube recibe otros juego de Sega que por extraño e impactante merece la pena conocer. Amazing Island se lleva la palma.
Más allá de Sonic, PSO o Super Monkey Ball, GameCube recibe otros juego de Sega que por extraño e impactante merece la pena conocer. Amazing Island se lleva la palma.
GameCube recibe de nuevo otro título exclusivo de Sega, en esta ocasión todo un experimento de la ex-rival de Nintendo. Probablemente no veamos nunca Amazing Island en las estanterías europeas, pero nunca está demás comentar juegos que por su rareza o peculiaridad siempre es un placer escribir unas líneasCasi parodiando la típica historia estándar de muchos otros títulos, en Amazing Island controlaremos a un chico que tiene que salvar un mundo mágico de las amenazadoras tropas de Black Evil, el demonio más negro y más malote que ha conocido juego alguno. Ponemos nombre y sexo (mucho, por favor) a nuestro personaje y nos disponemos a avanzar por la curiosa mecánica del juego.
Jugando a ser Frankestein
Para enfrentarnos a nuestro malvado enemigo, contamos con la ayuda de la tribu Moboo y su chamán el que nos concede el poder de utilizar cartas mágicas para crear monstruos. Es aquí donde entra uno de los puntos clave que Sega ha querido ofrecer al jugador y es la edición y creación de monstruos que se antoja casi infinita. Al principio contamos con modelados básicos, pero poco a poco iremos avanzando y creando criaturas más aptas para pruebas de rapidez, resistencia, agilidad
Porque nuestro reto para derrotar al malísimo Black Evil es entrenar a nuestro "hermoso" e ir superando más de 30 minijuegos hasta llegar hasta él y derrotarlo para que los miembros de la tribu Moobo (honorable y respetabilísima tribu) vuelvan a vivir en paz. Aquí reside todo el cuerpo del juego. Cada prueba será completamente distinta a la anterior y tendremos que hacer frente a ella con la creación adecuada.
"I Love Tunning"
Podremos guardar varios a la vez, pero nos veremos obligados a ir perfeccionándolos poco a poco pues tendremos que adaptar sus habilidades a diferentes medios, dependiendo si el minijuego es en el agua, si tenemos que aguantar un tiempo determinado o por el contrario hacerlo en el menos tiempo posible. Nuestra "plantilla monstruosa" tendrá que estar equilibrada porque los niveles son muy variopintos y hará falta nadar, volar, trepar, correr, aguantar, ordenar
¡A la altura del mejor de los Power Ranger!
También existen varias formas de acabar un minijuego. Por ejemplo, podemos utilizar a uno más pequeño introducirnos por los recovecos de la fase o hacernos con uno poderoso e ir destrozando todo a nuestro paso. Las posibilidades son muy variadas, y no sólo por características técnicas, sino también en aspecto visual. Recreaemos auténticas monstruosidades.
Bebiendo de todos los géneros
Para intentar alejar la monotonía que tarde o temprano siempre aparece en este tipo de juegos, encontramos curiosas y divertidas opciones que por su grado de "frikismo" sorprenden. Quizá la más curiosa sea la posibilidad de crear una criatura mediante preguntas sin sentido como cúal es nuestro color favorito o cómo te gustaría que supiese. Sega superándose a sí misma.
A partir de ahí, iremos aumentando nuestras arcas para poder implementar las características necesarias para superar los nuevos niveles, por lo que muchas veces tendremos que repetir y mejorar fases anteriores para tener la posibilidad de superar las siguientes.
El dinero que consigamos nos permitirá también hacernos con accesorios más extraños o pócimas mágicas que prepara el chamán de los Moobo cual Panorámix que aumentará temporalmente nuestras características. Nada novedoso, pero cuanto menos interesante. Otra aportación a la unión de distintos géneros.
Apostando por lo extraño
Puede que a priori la treintena de pantallas parezca suficiente, pero unas mecánicas excesivamente parecidas parecen insuficientes para aportarle mayor calidad a este experimento de Sega. Muchas veces nos veremos limitados a pulsar el botón A en un determinado momento o lo más rápido posible, y otras veces bastará con colocar el objeto X en el lugar Y para acceder a Z (no, no hace falta calculadora).
Lo positivo del juego es la mezcla de minijuegos de todos los géneros con un apartado de creación y edición y una apuesta de Sega por conjurar nuevas fórmulas que entretenga a los jugadores más ociosos, pero este tipo de juegos es mucho más del gusto de los japoneses que nuestro, extraños seres occidentales.
¿Y por qué hablamos de Amazing Island?
Amazing Island no es un "mini-party game", ni tampoco un Pokémon de coleccionar monstruos ni un taller de pinta y colorea. Haremos acciones propias de juegos de plataformas o puzzles, mezclado con algún toque RPG para mejorar a nuestro personaje, pero sin duda lo que sobresale por encima de todo, es el valor de Sega de exportar este título 100% nipón a tierras americanas.
Su salida aquí es completamente improbable, pero Amazing Island nos ha despertado cierto interés informativo de extender la información más allá de los típicos y tópicos juegos que copan los número uno de las listas de medio mundo. "No sólo de pan vive el hombre ".
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