Akaneiro: Demon Hunters, Impresiones

American McGee es una personalidad fácilmente reconocible por muchos aficionados a los videojuegos, no siempre para bien. Dada la particular resonancia de su nombre, ha sido utilizado muchas veces como una especie de marca, siendo uno de los pocos desarrolladores que ve las carátulas de los juegos con su nombre en ella. Así, el Alice original de PC pasó a convertirse en American McGee’s Alice; Scrapland, el juego fundacional de los madrileños MercurySteam, pasó a ser “American McGee presents: Scrapland”, pese a que su participación fue escasa y más centrada en el marketing -de hecho, American ha declarado que el juego fue “dirigido y producido por Enric Álvarez” del que además guarda un gran recuerdo, afirmando que “quedé realmente impresionado con lo que él y su equipo lograron conseguir”-. Incluso auténticos desastres con los que el creador ha estado relacionado como Bad Day L.A. llevaban también el sello “American McGee”, lo que ha creado una curiosa mezcla de opiniones alrededor de la figura del director, que comenzó su andadura en la id más gloriosa trabajando en diferentes áreas de Doom II, Quake y Quake 2. Sobre su peculiar nombre, algo que ha tenido que explicar en más de una ocasión, sólo puede decir que su madre era una “hippie” y que América le pareció una gran inspiración para usarla en el nombre de su hijo.

Después de haber completado la bella segunda parte de Alice, Madness Returns, el autor, fundador de un estudio en China llamado Spicy Horse, ha vuelto al desarrollo independiente y a la auto-publicación con buena parte del desarrollo de este Akaneiro: Demon Hunters, un Hack’n Slash de la escuela de Diablo pero acompañado de esa inspiración en la estética Sumi-e que “popularizó” Okami en la mente de muchos jugadores. El proyecto será Free to Play con una tienda de pago para poder adquirir ciertos elementos para facilitarnos la vida y está desarrollado bajo Unity, que sigue sumando más y más desarrolladores, siguiendo su camino para convertirse en una de las fuerzas que lidera la revolución independiente que estamos viviendo. Una de las particulares de esto es que puede ser jugado con un cliente o a través del propio navegador con la aplicación de Unity, permitiéndonos jugar en una mayor variedad de máquinas y circunstancias.

La historia está por supuesto inspirada en la mitología japonesa. Tu personaje es un nuevo recluta de la Orden de Akane, dedicada a mantener el necesario balance entre la humanidad y los demonios, Yokai, evitando que estos últimos impongan su dominio en el reino mortal. La orden fue fundada por una legendaria cazadora, Akaneiro, hace 300 años, cuyas gestas caminando en la fina línea entre la luz y la oscuridad son hoy las bases fundacionales que todo miembro de este clan debe preservar y que ejemplifican con el título con el que son conocidos: los cazadores rojos. El juego discurre en la isla de Yomi, un lugar en el que hace 300 años se libró una gran guerra entre humanos y Yokai y en la que los demonios han vuelto a resurgir, más peligrosos y más organizados que nunca, liderados por los Demonios Reyes de Yomi. La invasión va avanzando poco a poco y a medida que avanzamos en el juego iremos desbloqueando nuevas localizaciones para poder continuar con la caza de los demonios y sus líderes antes de que se vuelvan demasiado fuertes.

Nada más comenzar podemos crear nuestro cazador eligiendo sexo y una de las tres ramas principales, Prowess, Fortitude y Cunning. En Akaneiro no hay clases, todas las habilidades están disponibles para comprar si tienes la suficiente cantidad de corazones cristalizados de demonios, “Karma”, el “dinero” de este juego que se consigue derrotando criaturas o bien comprando en la tienda digital. Según vayas subiendo nivel, puedes subir de rango en esas tres ramas y al hacerlo potencias las habilidades asociadas a las mismas, pero más de ello no tienen ninguna limitación en la clase de habilidades especiales que puedes usar. Prowess usa habilidades ofensivas de gran calibre, capaces de alcanzar a varios enemigos a la vez, descargar poderosos golpes que roban vida al rival o crear áreas de destrucción. Fortitude ofrece habilidades defensivas, que permiten aguantar más y mejor los ataques rivales e incluso castigarles por ello. Por último, Cunning se centra en habilidades propias de ninjas y ataques en distancia en general, semblar el suelo con clavos, usar un arco para atacar a distancia  o desvanecerte en medio de una nube de humo si ves que estás muy apurado. El sistema está diseñado para tener tres habilidades secundarias siempre a mano, y también para cambiar entre varios grupos de esas combinaciones según las circunstancias.

Una vez en el juego, el desarrollo es bastante clásico y no parece proponer nada radicalmente lejos de lo que se espera de esta clase de títulos, por lo menos después de un vistazo superficial. La isla está compuesta de diferentes zonas que se van desbloqueando a medida que completas las misiones, subes al nivel adecuado, con un pueblo actuando de base principal desde la que acceder a las misiones, comprar o vender equipamiento, adquirir habilidades y otras ventajas. Todo se puede comprar a través de Karma, por lo que tienes que elegir entre completar y repetir misiones para obtenerlo mediante tu tiempo, o bien puedes ir a la tienda digital y comprar Karma, que te permitirá acelerar el proceso y tener amplias cantidades de efectivo para comprar habilidades, desbloquear zonas -si tienes el nivel adecuado-  o comprar ventajas como la invocación des espíritus guardianes, que aumentarán durante tiempo limitado algunos de tus atributos.

En cuanto a equipamiento, nuevamente Akaneiro parece adoptar una política de “vale-todo”, con una buena cantidad y variedad de armas y armaduras que cambian el aspecto del personaje y determinan sus características base. No hay limitaciones, puedes equipar armas a una o dos manos, o equiparte con una arma en cada mano. Hay una gran variedad de espadas, desde las clásicas katanas a la enorme Nodachi a dos manos, pero también hay armas occidentales como mazas, martillos, hachas y claymores. Todas tienen un rango de daño determinado y una velocidad, pero además también pueden tener condiciones específicas que les dan un aura, con poderes adicionales como el de robar vida, aturdir al contrario y otros efectos que te ayudarán en el combate. Con el vestuario pasa lo mismo, hay completa libertad para combinar entre las distintas piezas, pudiendo asemejarte a un ninja, a un samurai, a un monje o combinando piezas a tu gusto en función de su utilidad, porque hay que tener en cuenta que además de la defensa base, estas piezas también pueden ofrecer ventajas secundarias como mejor regeneración de energía y otros atributos.

Akaneiro tiene la doble condición de ser un título existente y jugables mientras que a la misma vez es un proyecto Kickstarter. El motivo de ello según American McGee es que, aunque tienen el juego en un buen estado de desarrollo -algo que se puede comprbar fácilmente dado que está en Beta Abierta y todo el mundo puede acceder-, necesitan unos 200.000 dólares para poder continuar con el desarrollo y cumplir completamente las ambiciones que tienen. Con ese dinero, se planea toda una serie de adiciones como una versión del juego portátil para Android e iOS; Multijugador Cooperativo, una faceta crucial en esta clase de títulos que no podrá implementarse sin la financiación adicional -ahora mismo el juego incluye un "cooperativo asíncrono, que permite "invocar" a un personaje de un conocido y hacer que luche contigo manejado por la IA y ganando experiencia adicional, pero obviamente no es sustituo de un cooperativo real-; un sistema de crafting más completo y toda una colección de pequeñas mejoras y adiciones como la incorporación de armas de mano, más variedad de armas, más diálogos, una historia expandida, más variedad de contenido incluyendo mazmorras especiales y extra-difíciles a los que acudir por una mayor recompensa. Hay otras muchas novedades, pero dependerán de si el juego consigue esa financiación o no -actualmente está en unos 159.000 dólares de los 200.000, a 3 días de terminar, por lo que está al alcance si su campaña final consigue ese último impulso que ha salvado una gran cantidad de proyectos que se daban por perdidos-. Generalmente los juegos bajo crowdfunding tienen su mayor baza en poder ofrecer el propio juego cuando esté terminado, pero dado que este título es F2P y accesible a todo el mundo, lo que ofrece este Kickstarter son cosas como descuentos a la hora de comprar karma, mascotas y objetos exclusivos u objetos físicos como comics o posters, muy atractivos gracias a la destacable capacidad artística de Spicy Horse, más que contrastada en Madness Returns.

Tanto como si consiguen el Kickstarter como si no, Akaneiro será una realidad y representará un nuevo salto adelante en cuanto a la capacidad de los navegadores para ofrecer experiencias jugables completas y a la altura de cualquier otro juego, protagonizando un nuevo paso más en la evolución de esta clase de entornos. Es muy pronto para decir si el juego de American McGee tendrá la profundidad necesaria para competir en un género en el que se valora la profundidad de la experiencia y aspectos que tienen que ver con el largo recorrido, pero lo visto hasta el momento es bastante convincente y entretenido. Los juegos estilo Diablo comienzan a aparecer con más frecuencia en el campo del F2P y ahí puede tener un gran crecimiento en los próximos tiempos, especialmente si puede ser jugado con la facilidad de funcionar desde un simple navegador.