Age of Empires III: Definitive Edition, impresiones

Nada más arrancar esta preview de Age of Empires III: Definitive Edition, lo primero que aparece en pantalla es un mensaje con la siguiente advertencia: se han hecho cambios a nivel de representación histórica consultando a diferentes fuentes, desde los nativos americanos hasta otros involucrados. Puede parecer baladí, pero ejemplifica bien que tras esta edición mejorada se ha puesto mucho más que un simple recopilatorio o salto gráfico, sino también mucho mimo a nivel de documentación histórica. Y nos alegramos.

Este anticipo al que hemos tenido acceso en Meristation nos ha permitido jugar la campaña “Sangre, hielo y acero”, la que se inicia con Morgan Black y que seguro que despierta una mueca a todos los que la jugaron hace ya quince años. Así mismo, también hemos podido disfrutar del modo multijugador, de las Escaramuzas y del Arte de la Guerra. Primeras impresiones de este regreso al pasado.

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A sacar colonos

A estas alturas de la película –o de la historia, según se vea- no hace falta explicar mucho en qué consiste la mecánica de Age of Empires. Construimos edificaciones, recolectamos suministros y creamos tropas y colonos para no sólo pasar de civilización, sino también conquistar territorios y, por supuesto, derrotar al enemigo.

Esta es la fórmula que lleva imperando en Age of Empires desde sus inicios, una ecuación que sigue siendo igual de atractiva y poderosa desde su primera entrega. Por tanto, la clave de estas ediciones definitivas que Microsoft está sacando al mercado no es tanto la jugabilidad en sí, sino los cambios que mete respecto a los originales.

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El hecho de que Age of Empires II y Age of Empires I salieran antes que esta tercera parte juega a favor de esta última; y nos explicamos. Ha sido más fácil sacarle partido a los modelos y aspectos gráficos de Age of Empires III, lo que a su vez se nota en pantalla. No parece que sea un juego de estrategia de hace década y media, sino que acabara de salir al mercado.

Con un PC que ya va pidiendo a gritos un cambio (con una GTX 780), hemos podido ejecutar el juego en todo momento en calidad alta, incluso en algunas ocasiones un poco más. Todo se veía sin problemas, ninguna caída de frames y sólo destacar algún que otro bug visual que seguramente se corregirá de cara a la edición final (como que el agua se pixelaba). Además, con la posibilidad de sacarle partido en 4K si el PC (y el monitor) lo permite.

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El trabajo de Tantalus Media y Forgotten Empires es más que notable, sobre todo si tenemos en cuenta que se enfrentan a un titán de la estrategia como es esta tercera parte. Pero no sólo se han quedado en lo gráfico, sino que la banda sonora también ha sido remasterizada por completo. Y se nota. La lástima está en que el doblaje a veces queda por detrás y desentona un poco, así como que los nuevos modos no incorporan el doblaje al español, pero nada que objetar en demasía.

Y hablando de estos últimos, hemos podido probar dos pequeños anticipos de los mismos. El primero es el Arte de la Guerra, una modalidad que propone desafíos al jugador. La idea es ahondar en conceptos muy básicos para sacarles partido, véase recolectar mucha comida en poco tiempo, construir edificios, etc. Pequeños desafíos para entrar en campos concretos del juego.

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El segundo, por su parte, es Batallas históricas. Tal como su propio nombre indica, este modo de juego nos permite disfrutar de aquellas batalles históricas que tienen como telón de fondo a alguna de nuestras facciones del juego, un total de 14 teniendo en cuenta que esta Definitive Edition incluye todo. Al igual que con el modo anterior, es un nuevo añadido para expandir las posibilidades de Age of Empires III, algo que se agradece.

Nos hemos quedado con ganas de volver a jugar a todo el contenido de Age of Empires III, aunque para eso tendremos que esperar al lanzamiento oficial. De momento, este impresiones llega a sólo tres semanas de que esta Definitive Edition se ponga a la venta, y el resultado no puede ser más óptimo.

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