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Un nuevo clásico de SEGA volverá a estar disponible para los nuevos -y no tanto- jugadores, obra del genial Yu Suzuki. Después de recibir la revisión del legendario Out Run en la portátil de Sony, ahora llega otro de los títulos emblemáticos del género arcade de la compañía del puercoespín: AfterBurner. Un explosivo arcade que en 1987 salió a la calle, y que con su remozado AfterBurner II hizo las delicias de millones de jugones en las salas recreativas, después versionado al sector doméstico. Las técnicas gráficas de reescalados y rotaciones le daban a este gran programa un aspecto visual y un desarrollo totalmente sublime. Espectacularidad, velocidad y explosiones por doquier fueron sus señas, máxime si podías jugarlo en la cabina giratoria que hacía de una partida una experiencia total. A diferencia de otros juegos de antaño que vuelven, After Burner mantendrá toda la esencia del original: es decir, apuntar y disparar es primordial, obviamente, pero también lo es (debido al carácter totalmente lineal y sin excepciones) mantenerse con vida a toda costa. Debido a lo frenético del sistema de juego, sin nada que ver con otros arcades de aviación como Ace Combat, AfterBurner Black Falcon se rige por enfrentamientos cortos, directos y sin vuelta atrás. El avión siempre vuela hacia delante, no puede volver hacia atrás en ningún momento, y la precisión para disparar es simplemente mucho menor que en título de Namco.
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En AfterBurner Black Falcon SEGA y Planet Moon Studios (responsables de juegos como Infected, Armed and Dangerous o Giants Citizen Kabuto) han intentado revitalizar el título original con ciertas novedades, como por ejemplo la inclusión de historia y desarrollo en su interior. El grupo terrorista Black Falcon ha robado 13 de los cazas más modernos del mundo, apodados ASSASSINS. Encabezados por un antiguo superior del personaje que interpretas (puedes elegir entre 3), los Black Falcon planean utilizar los 13 prototipos para utilizarlos contra el gobierno. Debes recuperar esos aviones, o eliminarlos si no es posible su recuperación. Mediante escenas de cómic-book, la historia se desarrolla (muy de cuando en cuando, eso sí). El protagonismo se lo lleva de forma total el juego propiamente dicho. Desde que nos montamos en el avión hasta el mismo final, nos enfrentaremos a hordas de enemigos aéreos y terrestres, así como final bosses en forma de aviones más o menos duros, y más o menos rápidos (entre ellos, cómo , los 13 Assassins). Jugar con uno u otro piloto de los 3 disponibles nos hará modificar nuestra forma de jugar para adaptarnos a las condiciones de cada piloto. Tendremos al piloto experto en acción y ataque (Harrison Luke), el piloto que se apoya más en su pericia de pilotaje con un poder de fuego menor (Billy Blaze), y el piloto intermedio entre las dos otras opciones, encarnado esta vez por una teniente Tomiko Rossellini. Black Falcon nos pondrá delante de 18 misiones en las que tendremos que realizar varias submisiones, al mismo tiempo que ganamos dinero para mejorar nuestro avión, o para comprar cualquier de los 19 modelos incluidos en el juego, entre los que se encuentran el clásico F-14 Tomcat, avión original del primer juego. También habrá otros modelos, como F/A-18E Super Hornet, el F-15 E Strike Eagle, el F-22 Raptor o el F-4 Phantom. Todos ellos podrán ser comprados y mejorados con el dinero que consigamos de las misiones. Gráficamente estamos ante el mejor juego de aviones de PSP, superior al próximo M.A.C.H., por ejemplo. Los modelados de los aviones y de los escenarios cumplen bien, aunque en cuanto a texturas la cosa podría mejorarse en general. Destacar la gran variedad de entornos que podremos visitar, desde desiertos, pasando por selvas amazónicas, grupos de islas del pacífico o parajes del Artico. En ningún momento veremos entornos detalladísimos, pero sí disfrutaremos de una sensación de velocidad acorde con lo que esperamos de las naves que pilotaremos. En cuanto a los efectos gráficos, las explosiones y los efectos de partículas estarán presentes durante todo el juego, con un nivel bastante bueno. En ocasiones, veremos espectaculares explosiones que ocuparán toda la gran pantalla de la portátil, y la suavidad del engine será digna de elogio en todo momento. Para aumentar el espectáculo, nada mejor que un apartado sonoro que recreará de forma especial los motores de las naves en todo su esplendor, así como estruendosas explosiones y el paso fugaz de los enemigos, tanto aéreos, terrestres o navales (también podremos atacar barcos, sí).
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El control será totalmente arcade, pero bien implementado. Con L frenaremos nuestro avance y con R propulsaremos nuestro caza con una gran aceleración. Los botones de acción servirán para los tres tipos de armas (metralladora, misiles y cohetes), mientras que con el botón triángulo haremos un giro de 360º sobre nosotros mismos para esquivar los ataques. Según vayamos deshaciéndonos de grupos de enemigos, también podremos recoger power-ups desperdigados por el cielo a nuestro paso por nuestro logro. Como buen arcade, tendremos tres vidas en cada partida para llegar al final, lo que será duro desde el nivel medio. En cuanto a modos multijugador, tendremos un modo cooperativo que recorrerá los mismos escenarios del modo single player, y que nos permitirá en modo Ad-Hoc contar con un compañero para realizar las misiones. Aparte de este modo, tendremos otro juego multiplayer para 4 jugadores denominado extrañamente 'Mad Cow' (vaca loca) en la versión USA, donde tres de los jugadores perseguirán a un cuarto usuario (representado en pantalla con una nave con... ¡ubres!) y que tendrán que dar alcance y derribar, pasando a ser la 'vaca' el usuario que lo haya hecho. Al final, el jugador que más veces lo haya conseguido será el ganador. Un extraño modo multi, aunque divertido, pero que se queda en poca cosa. AfterBurner Black Falcon llegará en menos de un mes a nuestras PSP, y podremos saber si SEGA y Planet Moon Studios han cumplido todo lo que deseábamos los fans del original, mientras esperamos una conversión casera del nuevo After Burner Clímax de recreativa, programado sobre la placa Lindbergh. En pocas semanas sabréis nuestro veredicto.