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A Little to the Left

A Little to the Left

  • PlataformaPC7.5NSW7.5PS4XBOPS5XBS
  • GéneroPuzle, Simulación
  • DesarrolladorMax Inferno
  • Lanzamiento09/11/2022 (PC, NSW)15/02/2024 (PS4, XBO, PS5, XBS)
  • TextoEspañol
  • EditorSecret Mode

Análisis

A Little to the Left, análisis. Puzles en busca de orden

De la mano del estudio indie Max Inferno nos llega esta curiosa propuesta de rompecabezas casuales que entran por los ojos y nos retan a ordenarlo todo.

El orden: para algunos una forma de vivir; para otros un pequeño infierno del día a día. Para nosotros, el leitmotiv del protagonista de este análisis, que no es otro que el videojuego A Little to the Left, un rompecabezas casual que ya está disponible para PC y Nintendo Switch a cargo del dúo de creativos canadienses Max Inferno junto a la editora Secret Mode y que nos invitará a poner orden en nuestra vida a través de más de 75 puzles que entran por los ojos. ¡Y de qué manera! Desde luego, aquellos que convivan con el TOC encontrarán en A Little to the Left una razón más para dar rienda suelta a sus manías y obsesiones, aunque nunca está de más poner algo de orden en nuestro hogar. Veamos en nuestro análisis si A Little to the Left logra hacerse un hueco entre los puzles más recomendables del año o, por lo contrario, lo dejamos metido en el cajón del olvido de Steam o la eShop.

Pon orden en tu casa antes de que aparezca el gato

Siempre viene bien dejar de vez en cuando las experiencias frenéticas más clásicas del medio para apostar por propuestas más relajantes; y si aportan un plus visual como el que nos ocupa, mejor que mejor. Así, el título debut de Max Inferno (Annie Macmillan y Lukas Steinman) apuesta por una serie de pequeños puzles de lógica e intuición en los que ordenar diferentes elementos del hogar u objetos más o menos cotidianos, todo ello a través de una gran variedad de retos que sorprenderá por lo imaginativo del conjunto. En este caso, y a diferencia de Unpacking -juego de hace un año en el que deshacíamos una mudanza con una única solución-, podemos completar muchos de los puzles de varias formas, ya sea ordenando una librería a través de un patrón u otro, colocar papeles en un orden determinado o mover los cuadros en un sentido concreto. No hay duda de que los constantes desafíos resultan de lo más imaginativos y curiosos.

Todo ello a través de 5 capítulos con más de 75 puzles que se pueden completar en pocos segundos o varios minutos, dependiendo de su dificultad o si nos quedamos atascados en alguno en concreto, algo que sucederá en no pocas ocasiones. Con todo, y si somos suficientemente hábiles, podremos completar la “historia” -si es que podemos llamarla así en ausencia de una narrativa clara- en unas 3 horas. Pero como decimos, dependerá de nuestra habilidad con este tipo de puzles visuales en los que en ocasiones será complicado encontrarles la lógica. Entre medias aparecerá un “lindo gatito” que tratará de arruinarnos la tarea, ya sea pasando su peluda cola sobre la mesa para movernos algunas “piezas” o mediante algún desafortunado zarpazo que trate de despistarnos. En cualquier caso su presencia no pasa de anecdótica; vamos, como los propios gatos.

Por lo general, los puzles son muy creativos y algunos de ellos nos obligarán realmente a fruncir el ceño para desenmarañar algunas de las situaciones más rebuscadas y caóticas. El control es totalmente satisfactorio, ya sea con el ratón en PC o mediante toques sobre la pantalla o deslizando el dedo sobre la misma en el caso de Nintendo Switch; en la consola híbrida también podemos optar por controles tradicionales -sobre todo aquellos que no quieran dejar huellas sobre la pantalla, TOC, TOC- aunque la experiencia no es tan cómoda, resultando incluso torpe y poco intuitiva.

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Como buen título simple en su concepción y ejecución, A Little to the Left apuesta por un diseño artístico a la par de su personalidad, es decir, con dibujos hechos a mano con mucho estilo y en los que se ha aplicado una paleta de colores pastel que le sientan como anillo al dedo a su carácter indie, casi artesanal. En conjunto, el título resulta de lo más agradable, tanto por su apuesta visual como por una ambientación pausada, adornada una banda sonora sosegada y minimalista y unos efectos de sonido muy bien elegidos, aunque escasos.

Y a pesar de que todo parece emanar buenas sensaciones, A Little to the Left también ofrece una contrapartida no tan brillante. Para empezar, las resoluciones de los diferentes tipos de rompecabezas se antojan algo aleatorias junto a las pequeñas asistencias sonoras, presentes en unos y no en otros, algo que desemboca en una constante reiteración de la mecánicas de ensayo-error. Además, el juego es variado en su planteamiento, aunque la ejecución cae demasiado a menudo en la repetición de unos pocos sistemas, dando lugar a una leve falta de ideas tras repetir un mismo concepto en varias ocasiones. Y con más de 80 desafíos, este hándicap se dejará notar más de lo que nos gustaría.

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Por suerte para algunos, A Little to the Left ofrece un sistema de pistas que más bien es un sistema de soluciones, como si miráramos en la última página de los magazines de crucigramas clásicos. Si bien el sistema nos permite borrar lo que queramos de una página llena de garabatos que esconden la solución, es demasiado sencillo pasar directamente a la resolución visual de todos y cada uno de los puzles y anular así el propio desafío del juego. Dependerá del jugador si quiere valerse por sí mismo o descubrir las soluciones sin esfuerzo alguno. También podemos, simplemente, descartar un puzle y pasar al siguiente a expensas de que nuestra consciencia nos martirice por ello.

Conclusión

A Little to the Left ofrece una experiencia de juego gratificante y amable, potenciada por una puesta en escena muy artesanal que encandilará a aquellos que busquen una dirección artística muy personal, casi artesanal. Si bien en las primeras partidas resulta sorprendente y desafiante a partes iguales, una vez resolvamos los diferentes puzles poco más tendrá que ofrecer; y si caemos en la solución fácil de su sistema de pistas, la experiencia se va al traste, directamente. Una propuesta amena para desconectar unas tres horas, que es lo que podemos llegar a tardar en completar sus 5 capítulos a un ritmo más o menos normal. Eso sí, cuenta con un original endgame con el que coleccionar sellos -uno por día durante un año- por resolver pequeñas variaciones de nuestros puzles favoritos.

Lo mejor

  • Dirección artística amena y agradable
  • Resulta placentero manipular los objetos y buscar las soluciones
  • Algunos puzles son verdaderamente sorprendentes e ingeniosos

Lo peor

  • No todos los desafíos están al mismo nivel
  • Algunos puzles pueden ser frustrantes a más no poder
  • El sistema de pistas no ayuda a su propia concepción
7.5

Bueno

Cumple con las expectativas de lo que es un buen juego, tiene calidad y no presenta fallos graves, aunque le faltan elementos que podrían haberlo llevado a cotas más altas. Cómpralo sin miedo.