Análisis de A Fisherman’s Tale, una emotiva historia en PS VR2

La realidad virtual se antoja el formato ideal para sumergirnos en fábulas fantásticas que de otro modo no podríamos vivir con la misma intensidad y, por qué no decirlo, realismo. Y es que las bondades de la VR en términos de hacernos totalmente partícipes de una historia que se nos cuenta ante nuestros ojos se aprovecha totalmente en esas experiencias narrativas basadas en rompecabezas que, de vez en cuando, resultan satisfactorias y encantadoras a la vez. Y eso es precisamente lo que trata de lograr A Fisherman’s Tale, un videojuego de realidad virtual con aires de escape room lanzado en PC, PS VR y Oculus en 2019 y que ahora, tras más de cuatro años, da el salto a PS VR 2. ¿Aprovecha el celebrado juego de Innerspace VR y Vertigo Games las bondades del reciente dispositivo de realidad virtual de PlayStation 5? Descubramos sus secretos en nuestro análisis de A Fisherman’s Tale.

El pescador, el faro y la marioneta

A Fisherman’s Tale no se anda con rodeos. Tras apuntar al icono de inicio rápidamente entramos en escena. Y es que el juego se percibe como una obra de teatro en la que nosotros somos los protagonistas dando vida a Bob, una pequeña marioneta de pescador que pasa sus días en bucle en el interior de una pequeña maqueta de una cabaña junto a un faro, ajeno a todo lo que sucede en el exterior. El juego nos introduce de la mejor forma sus costumbres, haciéndonos partícipes de su día a día desde su punto de vista. Como es habitual en este tipo de aventuras de realidad virtual, lo hacemos en primera persona, con nuestros mandos representados pos sus manos de madera y sus casi imperceptibles hilos de marioneta. Y la primera impresión no puede ser más favorable, sorprendiendo al jugador por la inmersión que se logra desde un primer momento.

Una voz en off nos irá explicando los diferentes hábitos de Bob que tendremos que ir completando con nuestras acciones. Una voz que en esta ocasión llega ya con doblaje al español (latino, en este caso) en lugar del inglés de la versión original del título. Al principio todo será muy rudimentario, pero pronto las cosas empezarán a retorcerse para sumergirnos de lleno en un relato fantástico en el que tendremos que jugar con nuestra propia maqueta del faro dentro de un faro en... ¡otro faro! Aquí es donde más brilla la propuesta de Innerspace VR, en la forma de cómo sus creadores han logrado plasmar en un espacio de realidad virtual lo que podríamos denominar una matrioshka a gran -o pequeña, depende de cómo se mire- escala. No queremos profundizar mucho en este tema, puesto que lo bonito de A Fisherman’s Tale es descubrir todas las posibilidades que ofrece su original y curioso planteamiento.

La trama nos anima a subir a lo alto del faro para encenderlo antes de que llegue la Gran Tormenta; solo a medida que avancemos en la aventura iremos descubriendo el verdadero significado de su guion, lleno de metáforas y alegorías, con una importante carga sentimental que, sin duda, hará que nos emocionemos. Donde brilla especialmente la propuesta de Innerspace VR es en la forma de integrar los constantes rompecabezas en la historia y cómo nos relacionamos con ella formando parte de un gran puzle en constante evolución. Ello nos obligará a explorar e interactuar con el entorno de un modo profundo e inesperado, con la posibilidad de manipular numerosos objetos, abrir cajones y puertas y toda clase de acciones relacionadas con lo que nos ofrece el escenario, jugando con las escalas de los objetos y más. Eso sí, en algunos momentos podemos encontrarnos con algún bug relacionado con las físicas de los objetos, quedándose atascados en momentos puntuales que nos obliguen a reiniciar el punto de control anterior.

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En ocasiones podemos encontrarnos con algún que otro desafío que roza lo absurdo, aunque si nos paramos a pensar detenidamente -no sin manipular todo a nuestro alrededor-, no tardaremos mucho en dar con las soluciones. Aun así, aquellos que quieran disfrutar de la narrativa sin muchos dolores de cabeza pueden activar un sistema de pistas que nos ayudará a dar con las soluciones, ya sea a través de las sugerencias del narrador o mediante señales visuales. Y sí, tal y como suele ocurrir con este tipo de experiencias narrativas de VR, la duración es bastante corta. La primera pasada se puede completar en un par de horas si nos tomamos las cosas con calma. Ahora bien, una segunda o tercera pasada la podremos completar en apenas 45 minutos, o incluso en media hora si nos conocemos al dedillo cada uno de los puzles. Es el peaje a pagar por disfrutar de estas experiencias tan enriquecedoras y, a su vez, efímeras.

Un port conservador en PS VR 2

Ahora bien, ¿qué tal se ve y se siente A Fisherman’s Tale en PS VR 2? Recordemos que se trata de un juego aparecido en 2019 para PC y PS VR de PlayStation 4, con un lanzamiento posterior ese mismo año en Oculus. Si tenemos en cuenta el tiempo transcurrido y la potencia que ofrece PS5, podemos hablar de un port conservador respecto al título original. En esencia, se juega y se ve igual que en las anteriores versiones, más allá de contar con el doblaje al español latino de serie (sin depender de una actualización posterior como en las anteriores plataformas) o las bondades de los paneles OLED de PS VR 2, ofreciendo así una paleta de colores más intensa y unos tonos oscuros más fidedignos.

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No encontramos funcionalidades extra de PS VR 2 basadas en el eye tracking o una vibración háptica más intensa, tanto en los mandos como en el propio casco. Si bien sí sentimos ciertas vibraciones en momentos determinados, se echa en falta una mayor intensidad en momentos de la historia que así lo requieren. Por otro lado, A Fisherman’s Tale conserva el mismo sistema de movimiento que la versión original y sentimos de nuevo una oportunidad perdida. Y es que no hay más remedio que desplazarnos mediante el apuntado con el mando, dando saltos de aquí para allá con menos precisión de la que nos gustaría. Eso sí, recomendamos jugar de pie para aprovechar nuestros movimientos en el juego, siempre y cuando contemos con el suficiente espacio en casa. Desde luego, sería de agradecer un sistema libre de movimiento vía joystick, como sí ofrece, por ejemplo, Horizon Call of the Mountain. Los gatillos adaptativos brillan también por su ausencia en el port de Innerspace VR.