Crítica de ‘Deadpool y Lobezno’, la llegada del Jesucristo de Marvel

‘Deadpool y Lobezno’ llega con una misión vital: salvar al Universo Marvel y a nosotros mismos del empacho de superhéroes. Wade Wilson tiene todas las armas posibles: además de sus katanas de adamantio, tiene el corazón del público ganado de antemano, un carisma explosivo y un humor irreverente al que no le da reparo romper la cuarta pared las veces que haga falta. Hace poco os contamos nuestras impresiones sobre los primeros 35 minutos de la película y hablamos con Emma Corrin sobre cómo abordó a Cassandra Nova. Ahora toca hablar del Jesucristo de Marvel que quiere devolvernos la fe el próximo 25 de julio en cines.

Vuelve la esperanza con Marvel

Tenemos empacho de superhéroes e incluso Marvel-Disney es consciente de ello. Tanto, que la misma ‘Deadpool y Lobezno’ hacen referencia a la situación y, sin ningún pudor, presentan a Wade Wilson como el Jesucristo de Marvel. Este apodo metateatral viene en dos direcciones, la misma trama de la obra y la misión en las taquillas de salvar al cine de superhéroes de su propia fatiga. En esta aventura, Wade Wilson irá en busca de Lobezno para salvar la línea temporal sagrada. Si recordamos el final de la película ‘Logan’, esta misión puede hacerse complicada, pero aquí es donde el multiverso entra en juego. En su viaje, se entremezcla la inquietud del Mercenario Bocazas de dejar una huella en la historia y no limitarse a ser el antihéroe más frívolo. En efecto, la propia historia va explícitamente de salvar al Universo Marvel.

La fórmula de superhéroes ya causaba de agotamiento. Si bien era ilusionante contar con un universo formado de galaxias de trilogías, actualmente nos encontramos algo saturados ante todas las cintas y series que tenemos que ver para estar al día y comprender las siguientes obras que salgan. Por no hablar de los cómics. A esto además suma que no todas las últimas producciones han alcanzado la excelencia y que algunas resultan hasta olvidables, con lo que al siguiente anuncio sobre una historia de superhéroes encogemos los hombros.

‘Deadpool y Lobezno’ viene a revitalizar el Universo Marvel después de la desidia de los últimos lanzamientos, consciente de las expectativas que tiene su público y dispuesto a cumplirlas. Shawn Levy, Ryan Reynolds y Hugh Jackman son conscientes de lo que se espera de ellos y cómo explotarlo. ¿El carisma arrollador y desvergonzado de Deadpool? Por supuesto. ¿Humor irreverente, pero sin apestar a rancio? ¡Marchando! ¿Violencia explícita y creativa con coreografías cautivadoras? La dosis justa, incluso para los estómagos más sensibles. ¿Cameos? ¡Sí! Y, además, todo cimentado sobre la electrizante química entre Deadpool y Lobezno, interpretados respectivamente por un Ryan Reynolds y Hugh Jackman que aman a sus personajes y que, al vestir de nuevo sus trajes, han demostrado que les sienta como un guante, en todos los sentidos de la expresión. Reynolds transmite una vivaz expresividad incluso bajo la máscara, que contrasta con ese tipo duro con buenos valores y sentimientos que es Lobezno y al que Jackman le sabe dar autenticidad y encanto. Su arco, además, sigue un ritmo muy natural bajo el tópico de enemigos que se convierten en aliados y luego en amigos, sin que el avance se precipite ni se estanque.

La dosis alta y justa de Deadpool

Asimismo, ‘Deadpool y Lobezno’ contaba con un escollo del que han sabido salir airosos: cuando los pilares de una obra son el humor, la rotura de la cuarta pared y los cameos, es fácil caer en el exceso y volverse cargante. No es la primera vez que hemos una película ―o jugado un videojuego― donde los guiños y los chistes se acaban volviendo irritantes y redundantes, pero no es el caso. Wade Wilson es el epicentro de un humor que se mantiene vivo y fresco a lo largo de las 2 horas 8 minutos que dura la cinta, con el resto de personajes participando en la comedia de manera coherente y sin traicionar a la propia esencia de cada cual. Deadpool, además, vuelve a abrazar quién es: descarado y desinhibido, sin filtros para expresar los comentarios más mordaces y sin pudor a la hora de coquetear con cualquiera que se le cruce.

En cuanto a los cameos, no se trata de un festival continuo de apariciones momentáneas puestas al azar y buscando la sorpresa fácil. Hay bastantes, pero los justos y necesarios y todos ellos bien integrados en la trama. Muchos de ellos, además, aprovechan el pasado, presente y futuro del ecosistema de Marvel y preparan la mesa para las siguientes obras que la productora ya tiene en el horno. No obstante, debemos advertir que la imaginación de los espectadores ha pisado el acelerador demasiado fuerte y en Internet se han levantado algunas especulaciones sobre estrellas invitadas que no van a cumplirse.

Con ello, cabe resolver una cuestión: ¿Cuántas películas hay que ver antes de entender ‘Deadpool y Lobezno’? Como mínimo, las películas anteriores del Mercenario Bocazas, por obvio que pueda sonar, y también ‘Logan’, ‘Lobezno Inmortal’ y ‘X-Men Orígenes: Lobezno’, amén de la serie de ‘Loki’, puesto que la AVT tiene una gran presencia dentro de la cinta. Asimismo, hallaremos un sinfín de guiños a los cómics que entusiasmarán a los lectores más devotos. Por supuesto, los fans completistas que conozcan todo el trasfondo transmedia del Universo Marvel captarán todas las referencias y siempre es recomendable llevar al día las obras audiovisuales e incluso conocer un poco la historia de cómo Deadpool pasó de Fox a Disney, pero con el mínimo que contamos la película ya es disfrutable.

Por otro lado, sentimos que hay un personaje que ha estado muy desaprovechado en esta cinta: Cassandra Nova. Emma Corrin hace una labor magistral a la hora de dar vida y encanto a la hermana gemela de Charles Xavier, y construye una buena dinámica antagonista con el dúo de superhéroes protagonista. Y, precisamente, por ese carisma con el que brilla, se echa en falta que el guion exprima más su tiempo en pantalla. Conociendo a la mummudrai y todas las posibilidades que ofrece una alguien que es capaz de penetrar en los traumas más profundos y manipularlos a favor, sentimos que la cinta se ha quedado algo insuficiente a la hora de dar mayor presencia a la villana.

Valoración final

Con todo, ‘Deadpool y Lobezno’ es justo lo que esperábamos del sueño compartido con ver en pantalla a Hugh Jackman y Ryan Reynolds juntos. Nos recuerda por qué amamos al Mercenario Bocazas y por qué su humor, pese a su salvajismo, conecta con cualquier adulto. La banda sonora, con canciones muy bien escogidas y que apelan a la nostalgia noventera, redondea una película cuya duración es la más larga de la trilogía, pero donde cada escena vale oro. O adamantio.

Y no olvidéis la gran regla de oro de Marvel: ¡hay que quedarse en la sala durante y después de los créditos!

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