Una app para adolescentes quiebra y los padres descubren que su dinero desapareció de la noche a la mañana

La sorpresa se transformó rápidamente en preocupación para miles de familias usuarias de Kard, una aplicación financiera dirigida a adolescentes que permitía gestionar su paga a través de una tarjeta bancaria. Padres y jóvenes se despertaron con sus cuentas vacías y sin posibilidad de acceder a la plataforma, que había entrado en quiebra sin previo aviso.

Según reveló Libération el viernes 21 de noviembre, Kard se encuentra en proceso de liquidación desde el pasado 11 de septiembre por decisión del tribunal mercantil de Evreux. Sin embargo, la mayoría de sus usuarios se enteraron mucho más tarde, al ver desaparecer sus fondos o quedar bloqueados sin explicación. Hasta el lunes 24 de noviembre, la web de la aplicación seguía operativa, promocionándose como “la tarjeta favorita de los adolescentes” e incluso permitiendo nuevos registros “en dos minutos”.

Padres sin respuesta y saldos a cero

Aurélie, madre de un adolescente de 16 años, fue una de las afectadas. “No puedo contactar con el servicio de atención al cliente; no puedo hacer nada por el momento”, explicó a la AFP. El 17 de noviembre envió 50 euros a la cuenta de su hijo, sin saber que la empresa llevaba dos meses declarada en concurso de acreedores. Poco después, el dinero había desaparecido del saldo disponible.

Como ella, numerosos padres se encontraron de golpe con transferencias perdidas y cuentas vacías, sin comunicación oficial por parte de la empresa. Kard, contactada por la AFP, no ofreció comentarios.

El origen del colapso y una posible salida

La caída de la aplicación se produjo tras la quiebra de Bankable, uno de sus proveedores informáticos esenciales para mantener las operaciones. No obstante, no todo está perdido para los clientes. Kard había delegado la protección de los fondos a un proveedor externo: Okali, filial del grupo Crédit Agricole.

“Todos los fondos están protegidos por Okali”, aseguró Crédit Agricole a la AFP, intentando calmar el creciente malestar de las familias. El grupo invita a los usuarios de Kard a contactar directamente con la filial a través de la dirección de correo electrónico publicada en su sitio web con el fin de recuperar el dinero depositado.

Un cierre repentino

A falta de explicaciones oficiales de Kard, padres y adolescentes siguen lidiando con la incertidumbre. La aplicación, que prometía una gestión sencilla y segura de la paga, se ha convertido para muchos en un símbolo de desconfianza hacia los servicios financieros orientados al público joven.

Mientras avanza el proceso de liquidación y Okali gestiona las reclamaciones, las familias esperan poder recuperar sus fondos y obtener finalmente claridad sobre un colapso que, para ellos, llegó sin advertencias ni alternativas inmediatas.

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