Si tu ordenador funciona más lento de la cuenta, esta app no solo corrige el fallo, también lo arregla
Identifica cuellos de botella ocultos en Windows y descubre por qué el rendimiento cae incluso con recursos libres.

Cuando un PC empieza a dar tirones, chasquidos o cortes de audio, la reacción habitual es mirar el uso de la CPU y asumir que falta potencia. Sin embargo, en Windows el origen del problema suele estar en otro sitio mucho menos visible: la latencia interna del sistema. Y ahí es donde entra en juego LatencyMon, una aplicación gratuita que no acelera tu ordenador por sí sola, pero sí hace algo igual de importante: identifica con precisión qué lo está ralentizando.
LatencyMon es una herramienta de análisis diseñada para comprobar cómo se comporta Windows bajo carga. Su función principal es medir la latencia del kernel y los tiempos de ejecución de distintos procesos críticos del sistema. Con esos datos, genera un informe que permite saber si el equipo es capaz de manejar tareas sensibles al tiempo, como el audio en tiempo real.
La clave está en entender que muchos problemas no aparecen porque el procesador sea insuficiente, sino porque el sistema operativo no entrega los datos cuando debe hacerlo. Windows es un sistema generalista, pensado para gestionar muchas tareas a la vez de forma eficiente, pero no garantiza que una operación concreta se ejecute dentro de un plazo fijo. Para la mayoría de usos esto no supone un inconveniente; para el audio en tiempo real, sí.
Cuando la CPU no es el problema
Quien trabaje con un DAW lo sabe bien. Las interfaces de audio y el software dependen de búferes que se envían al hardware varias veces por segundo. Mientras el sistema los entrega a tiempo, la sesión es estable. Si Windows se bloquea durante unos milisegundos atendiendo otra tarea prioritaria, el búfer llega tarde y aparecen los clics, los cortes o los chasquidos. Por eso es posible ver la CPU al 25 o al 30 % y, aun así, sufrir problemas graves de audio: el cuello de botella no está en la potencia bruta, sino en picos de latencia que el administrador de tareas no muestra.

Cuando un controlador está mal optimizado, un dispositivo genera demasiadas interrupciones o coinciden varias circunstancias desfavorables, esos tiempos se disparan. Si el pico coincide con el momento en que el DAW debe entregar un búfer de audio, el problema es inmediato. La ventaja de LatencyMon es que no se queda en un diagnóstico genérico: registra los valores máximos y los asocia a controladores concretos. En lugar de pensar que “Windows va mal”, puedes comprobar si el responsable es el driver de la tarjeta de red, el WiFi, la GPU o una controladora USB.
La herramienta también pone el foco en otro aspecto crítico: los fallos de página graves. Windows utiliza memoria virtual, lo que significa que parte de los datos de una aplicación pueden residir en el archivo de paginación del disco. Cuando el sistema necesita acceder a una página que no está en la RAM, debe leerla desde el almacenamiento. Hasta que esa operación termina, la aplicación queda bloqueada. En proyectos con samplers pesados y grandes librerías, este comportamiento puede convertirse en un problema serio.
LatencyMon contabiliza estos fallos y muestra si se producen con una frecuencia capaz de afectar al audio. A partir de ahí, la solución ya no pasa por “acelerar” el PC con un clic, sino por decisiones concretas: ampliar memoria, mover proyectos y librerías a unidades más rápidas o revisar cómo el software de audio gestiona las muestras.
Al dejar la aplicación funcionando mientras trabajas, LatencyMon recopila datos y ofrece un resumen claro. Con esa información, emite una valoración sencilla sobre si el sistema parece adecuado o no para audio en tiempo real, y presenta tablas detalladas con los controladores y procesos que más latencia han aportado.
Ahí es donde realmente “arregla” el problema: no tocando el sistema por ti, sino dándote la información necesaria para actuar con criterio. Actualizar un controlador, desactivar un dispositivo conflictivo durante las sesiones, ajustar el plan de energía o plantear una ampliación de hardware dejan de ser suposiciones y pasan a ser decisiones fundamentadas.
Conviene tener claro qué no es LatencyMon. No es un limpiador, no repara Windows automáticamente ni sustituye a los monitores de CPU, GPU o disco. Su papel se parece más al de un analizador que al de una herramienta de reparación. Te muestra dónde están los picos de latencia y qué módulos están implicados; el siguiente paso sigue dependiendo del usuario. Pero cuando el problema es invisible, saber exactamente dónde mirar ya es, en sí mismo, una gran parte de la solución.

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