El Salar de Uyuni, el lugar donde se unen el cielo y la tierra
Es el mayor desierto de sal del mundo y uno de los principales reclamos para los turistas que viajan a Bolivia.
La Tierra está repleta de ese tipo de lugares que todo el mundo debería ver una vez en la vida. Volcanes que escupen lava azul, lagos al borde de acantilados sobre el océano, pueblos a los que no llega la luz del Sol... Si tienes una lista con sitios así que quieres visitar algún día, hoy tendrás otro nombre que apuntar: el Salar de Uyuni, el lugar en el que se une la tierra y el cielo.
Con 10.852 kilómetros cuadrados de superficie y unas 25.000 toneladas de sal extraídas cada año, el Salar de Uyuni (también llamado Salat de Tunupa) está en Bolivia y es el mayor desierto de sal del mundo. Es uno de los mayores reclamos turísticos de Bolivia —se estima que unos 300.000 viajeros lo visitan anualmente— gracias a su impresionante efecto espejo.
Muchos turistas que acuden a la zona con la intención de hacerse una fotografía, ya que dependiendo de la estación es posible lograr una imagen en la que es prácticamente imposible apreciar la línea que separa cielo y tierra al mirar al horizonte. Este fenómeno es mucho más simple de lo que parece, ya que se debe a que en la estación de lluvia, la sal se vuelve impermeable, dando lugar a que el agua se acumule sobre la superficie y refleje a la perfección el cielo del horizonte.
Cómo viajar al Salar de Uyuni
Hay agencias de viajes que ofrecen la posibilidad de visitar el Salar de Uyumi, aunque las opciones son limitadas, ya que el punto de partida se sitúa en San Pedro de Atacama (Chile) o en dos localizaciones de Bolivia: Topiza y la propia Uyuni, una pequeña ciudad de aproximadamente 20.000 habitantes ubicada en las tierras altas del suroeste del país. Por lo tanto, el primer paso es viajar a uno de estos lugares.