Análisis del ratón Turtle Beach Burst II Air, un fibra de carbono a prueba de gaming

Una ligera ráfaga de viento que toca el asfalto para conducir exacto al lugar deseado con la robustez implacable del que sabe que no va a fallar. Así se presenta la primera vez que el usuario entra en contacto con el último periférico respecto a lo que ratones se refiere de Turtle Beach, ya sin el sello de ROCCAT. Aunque tiene mucho más que aportar.

El Burst II Air es toda una declaración de intenciones. Su sensor óptico Owl-Eye 26K DPI con una velocidad de seguimiento de 16,5 m/s es el acompañante de baile perfecto para sus 47 gramos de peso. Es la primera sorpresa al abrir un ratón que huele a premium desde su packaging, en el que además del ratón se encuentran una cinta de agarre opcional que se agradece de gran manera, patines de PTFE, un cable tipo C para conectar y su adaptador Bluetooth, todo por un PVPR de 109.00€.

Un acabado ligero y robusto como pocos en el mercado

Además, el propio ratón cuenta con interruptores ópticos TITAN ultrarrápidos pensados firmemente para partidas competitivas con rebote ajustable, acompañados de un botón para modificar la sensibilidad hasta en 6 ocasiones de manera predeterminada. Todo ello con un acabado premium mostrando orgulloso el logo de Turtle Beach en la palma y el modelo en el botón derecho.

La batería es otro aspecto a tener en cuenta. Podemos estar tranquilos disfrutando tanto de su conexión inalámbrica de baja latencia con 40 horas de autonomía como de su conexión Bluetooth a través de adaptador con 120 horas de duración, y es que la conectividad inalámbrica dual que ofrece el dispositivo es una gozada para cada situación que se presente en el día a día, ya que se puede utilizar incluso por cable, todo ello ajustando solamente el botón inferior del ratón.

Así, hemos probado este ratón en cada una de las situaciones posibles. En MOBA como League of Legends se muestra firme y rápido aunque es en shooters competitivos online como Valorant y Overwatch donde el Burst II Air brilla con todo lo que tiene y marca la diferencia que promete Turtle Beach tanto en agarre de palma como de garra, por lo que no hay que tener ninguna duda en este sentido. Por terminar de poner a prueba el dispositivo también lo hemos usado a modo de ofimática y su adaptación a la mano es total, otorgando una sensación plástica de confort reluciendo su conectividad y aportando robustez y calidad en todo momento.

Saca el máximo partido con el Swarm II

El programa ROCCAT Swarm ha dejado paso al Swarm II, donde los dispositivos de la marca se preparan para dar todo lo que tienen. La firma otorga una infinidad de opciones en cada apartado del ratón, ya sea ajustando los DPI en cada una de las 6 posibilidades diferenciadas a través de la luz central del ratón como las funciones de cada uno de los botones, lo que hace una experiencia personalizable al máximo.

Así se está construyendo Turtle Beach un ecosistema donde cada uno de sus dispositivos conectan con el anterior. Ya hablamos anteriormente del teclado Vulcan II Max y su personalización, por lo que todo no ha hecho más que mejorar.

¿Merece la pena el Turtle Beach Burst II Air?

Rotundamente sí. Si has llegado hasta aquí es que eres un usuario que está dispuesto a pagar el precio de este tipo de productos y Turtle Beach se ha desmarcado a lo grande con el Burst II Air. Más aún si sigues disfrutando de títulos como Counter-Strike: Global Offensive o Warzone, por lo que se muestra como una compra que no es que no vaya a defraudar, es que va a cumplir con cada una de las expectativas aportando valor añadido.