Avance
Warhammer Age of Sigmar: Realms of Ruin, el homenaje más inesperado a Age of Empires
Frontier y Games Workshop se alian en Realms of Ruin, un nuevo RTS de Warhammer que recuerda a los grandes clásicos del género y llegará a PS5, Xbox Series X|S y PC.
Ni uno ni dos ni tres. Ocho. ¡OCHO! 8 juegos de Warhammer se han dejado ver esta semana durante el E3 particular de la saga de Games Workshop, el Warhammer Skulls 2023. La mayor parte de los focos y las miradas apuntarán a las novedades de Space Marine 2, Total War 3 y Darktide. También habrá quien hable de los irreverentes híbridos aparecidos: un shooter pixel art a lo Doom (Boltgun), un juego de cartas de la marca (Warpforge) y su propio World of Tanks (Speed Freeks). Pero quizás uno de los que mejor pinta tenga es aquel del que queremos hablaros hoy, Warhammer Age of Sigmar: Realms of Ruin.
Descrito como “una moderna aproximación a los grandes clásicos de la estrategia en tiempo real”, Warhammer Age of Sigmar Realms of Ruin es un RTS realizado por Frontier en colaboración con Game’s Workshop que pretende aunar a veteranos y neófitos del género y que llegará a PS5, Xbox Series X|S y PC en una fecha aún por determinar. Contará con un modo campaña y con crossplay para sus modos multijugador 1vs1 y 2 vs 2, siendo un producto a priori completísimo que nos ha resultado un inesperado homenaje a Age of Empires.
La historia del juego lleva la firma de Gavin Thorpe (conocido autor de Black Library, la división de novelas de Games Workshop, para la que ya ha escrito más de ocho libros) y está basada en las Cruzadas del Dawnbringer, la edición más reciente del juego de mesa. Se ambienta en Ghur, el Reino de las Bestias, “una tierra inhóspita y violenta donde sólo sobreviven los más fuertes” y donde Stormcast Eternals y Kruelboyz, entre otras facciones, batallan por el control del reino.
Habrá cuatro facciones jugables (dos de ellas todavía por desvelar) y la historia nos obligará a probar todas y cada una de las mismas, saltando la narración de una perspectiva a otra. Será una trama de superación y supervivencia con múltiples cinemáticas que, a grandes rasgos, girará en torno a Harkanibus, el asentamiento fortaleza de los stormcast eternals, el cual se encuentra bajo el asedio constante de Dankfeer, el líder de los orruks.
Enfrente y al mando de los cruzados se encuentra Sigrun, superviviente de toda clase de batallas que descubre en Ghur una peligrosa fuente de poder arcano sin reclamar y decide partir en su búsqueda. Una misión arriesgada, pero necesaria si él y sus tropas quieren resistir a las incursiones de los kruleboyz y tomar la iniciativa en la conquista de tan salvaje reino. Poco más se puede contar por ahora sin tirar de la manta y descubrir al resto de implicados en el conflicto.
Como decíamos al principio, el juego resulta ser un inesperado homenaje a Age of Empires. Este Realms of Ruin es un RTS de los de toda la vida en el que empezamos con un número muy reducido de tropas y recursos que hemos de exprimir para ir creando un ejército a la altura. Un batallón de tropas con el que desplazarnos cada vez más lejos de nuestra base y poder ir así conquistando el mapa y capturando los conductos arcanos repartidos por el mismo, el objetivo principal.
Evidentemente, al ir progresando y haciéndonos con esos conductos también podremos invertir su poder en nuestras tropas y desbloquear nuevas unidades más fuertes y completas (cuando veáis a los cruzados jinetes de dragón no pararéis hasta tenerlos de vuestro lado). Habrá tres tipos de evoluciones y aún más de tropas cuyo dibujito acompañante (una espada, un escudo o una flecha, por ejemplo) deja bastante claro los arquetipos a los que se apunta (en este caso, a distancia, de ataque y defensa). Las decisiones que tomemos con cada unidad resultará clave en el devenir de nuestro ejército.
Cada facción ha sido diseñada para jugarse de manera radicalmente diferente. Por ejemplo, los stormcast eternals son muy resistentes, unos equilibrados todoterreno capaces de combatir a pie con quien se propongan, pero no demasiado numerosos. Con los orruk kruleboyz ocurre justo lo contrario: se cuentan por decenas, pero su movilidad es algo aparatosa y exige elegir con mucho cuidado las maniobras que hacen para no desperdiciarlos y lograr que con su escasa resistencia sobrevivan a los monstruos y rivales más difíciles.
La escala de las batallas ha querido mantenerse dentro de los márgenes de lo manejable. Se busca que seamos conscientes en todo momento de cada detalle de cada batalla, como también demuestra la interfaz del juego, que nos dirá las fortalezas y debilidades de cualquier unidad implicada en combate. De hecho, a la cámara habitual del género RTS, Warhammer Age of Sigmar: Realms of Ruin le sumará un segundo punto de vista a ras de suelo y próximo a la acción que permite hasta ver las habilidades activas y pasivas de cada tropa en acción. Todo rema en una dirección.
Desde Frontier nos aseguran que “no hay dos batallas iguales” y que contaremos con “una gran variedad de tipos y modos de misión”. Lo mismo con las unidades a disposición de nuestros ejércitos: desde monstruos voladores y rápidos hasta otros tan lentos como fuertes, de magos místicos a héroes poderosos. Cada una con sus ventajas e inconvenientes, y por supuesto, con sus propias mejoras, exigencias a nivel de recursos y árboles de habilidades en los que especializarles y hacerles evolucionar tecnológicamente, pudiendo buscar la victoria desde múltiples frentes y planteamientos.
Y los usuarios de consola que no teman, las versiones de PS5 y Xbox Series X|S de Warhammer Age of Sigmar: Realms of Ruin han sido desarrolladas en paralelo e implementan una nueva e innovadora interfaz a la que han llamado DirectStep. Se nos garantiza que gracias a ella, basta con los sticks analógicos y los botones para desplazarse a toda velocidad entre escuadrones y órdenes. Ofrece “la flexibilidad y capacidad de respuesta a los controles de ratón y teclado”. Una alternativa al esquema clásico con el que por supuesto los veteranos del RTS y quienes disfruten del juego en componentes podrán seguir contando.
Desde luego, lo que nosotros hemos podido ver (que no probar) tenía buena pinta, con más reminiscencias a Age of Empires que los últimos RTS que hemos tenido de Warhammer (y no lo decimos como algo malo). La cámara de cerca y el multi entre plataformas son detalles que se agradecen. Ahora bien, nos genera curiosidad cómo de cargado llegará a nivel de contenido (las cuatro facciones y los modos generan dudad), y también cómo calará entre aquellos ajenos al lore y el universo de Game’s Workshop, que no suele hacer rehenes y peca de abrumador por tamaño y complejidad.
El tiempo dictará sentencia, pero ahora mismo, Age of Sigmar: Realms of Ruin es uno de los proyectos más interesantes que tiene Frontier entre manos con la marca Warhammer. Un juego con aroma old school que parece destinado a tentar y arrancar un buen número de horas a los fans de la estrategia en tiempo real.
Warhammer Age of Sigmar: Realms of Ruin
- Estrategia
Siente cómo los Reinos Mortales cobran vida en Warhammer Age of Sigmar: Realms of Ruin, un juego de estrategia en tiempo real a cargo de Frontier Developments para PC, PlayStation 5 y Xbox Series ambientado en el fantástico y extenso universo de Games Workshop. Ponte al mando de una de las cuatro facciones únicas y conquista el salvaje y brutal Reino de Ghur en tensos combates tácticos.