Tekken 8 y su modo offline, lo jugamos y nos preparamos para el Puño de Hierro

Tekken 8 es uno de los juegos más anticipados de 2024, y con razón. Tras un 2023 bendecido por gloriosos juegos de lucha como como Street Fighter 6 y Mortal Kombat 1, El tercer esperadísimo titán sale a escena el próximo 26 de enero de 2024 y ya os habíamos traído nuestras impresiones de la beta y de la versión preliminar presentada en las oficinas de Bandai en Lyon. Recientemente hemos vuelto al torneo del Puño de Hierro, del que hemos conocido sus modos offline y hoy os traemos nuestras impresiones.

Sabor a nueva generación

Tekken siempre se ha caracterizado por erigirse como un benchmark en cada generación de consolas y Tekken 8 mantiene esa misma misión para en la novena generación de consolas. Con dos meses antes de su lanzamiento, el torneo del Puño de Hierro de Tekken Project y Bandai Namco se ve mejor que nunca y es una de esas obras que saben definitivamente a next-gen. El objetivo de la saga siempre ha sido traer combates donde cada movimiento fuera espectacular y, de nuevo, lo cumple.

Nuestra experiencia con Tekken 8 nos ha revivido esa sensación de maravilla que hemos sentido cada vez que lo hemos jugado. Los combates son más dinámicos que nunca, con un cuidado lenguaje audiovisual donde los planos cinemáticos de los ataques especiales como la activación del Heat o los Rage Art ponen la guinda del pastel. Sumado a ello, el sonido sirve como una excelente guía a la hora de leer los ataques, con el control háptico subrayando cada golpe que conecta.

32 personajes para todos los gustos

Finalmente, hemos podido acceder al plantel definitivo de 32 personajes, donde la mayoría son luchadores clásicos que hemos ido conociendo a lo largo de la saga, con muy pocas incorporaciones nuevas. Como ya habíamos comentado, el diseño de los personajes da un paso más a la madurez, donde tenemos cambios drásticos como el de Nina Williams, sin renunciar a su esencia de femme fatale; o a las horas bajas de héroes caídos como Paul o Steve. Asimismo, se echa en falta una mayor valentía a la hora de crear personajes femeninos que acaben componiendo un abanico más diverso, como sí sucede con los personajes masculinos.

Con todo, cada personaje rezuma carisma y representa diferentes rostros de una fantasía de poder donde cada cual puede escoger aquel luchador que más le llame la atención visualmente, incluso si no tiene experiencia previa con Tekken. Además, con este generoso surtido, es sencillo que cada cual encuentre un personaje con el que sienta cómodo luchando. Por supuesto, necesitamos más tiempo para evaluar las diferencias entre todo el repertorio, pero ya nos hemos podido adentrar en la curva de aprendizaje de algunos de ellos.

Además, Tekken 8 tiene algo que se ha demostrado a lo largo de la saga y que ha vuelto a lograr: lograr un equilibrio entre el tradicionalismo y la innovación. Volver a él tras una entrega anterior es como volver a colocarse unos zapatos cómodos y que lucimos bien: las mecánicas básicas son las mismas, con cada botón correspondiente a una extremidad, y los combos se realizan con la misma secuencia. Y, por otro lado, tenemos el regreso del Rage Art, el ataque definitivo al que podemos acceder cuando nos queda poca salud; y la introducción de las mecánicas de Heat, una barra temporal disponible en cada ronda que, tras activarse, potencia nuestros ataques y nos permite realizar nuevos combos. Dicho Heat se ve claramente pensada para incentivar que cada jugador tome un rol más agresivo, sin descuidar las consabidas tácticas defensivas del bloqueo, el side step o el parry. Y también vuelve el estilo especial, que simplifica los inputs de los combos; toda una comodidad para jugadores novatos.

¿Apto para novicios?

Anteriormente, Tekken 8 nos había dejado la impresión de que es un título muy atractivo, pero demasiado dirigido a jugadores veteranos. Tras conocer los modos offline, nuestra opinión ha cambiado totalmente: la intención de Tekken Project, en consonancia con la nueva tendencia de los fighting games, es acercar el juego a nuevas audiencias y en esta entrega ofrece una gran cantidad de vías para ir entrando al ecosistema del Puño de Hierro poco a poco.

Tekken 8 no sólo se limita a ofrecer un modo arcade y práctica, sino que que incorpora otros modos que no solamente están pensados para entrenar, sino para que los jugadores casuales puedan divertirse sin preocuparse por el ámbito competitivo. Por supuesto, no faltará el consabido modo historia, que se iniciará con un combate épico por fases entre Jin Kazama y Kazuya, donde el joven entrará de nuevo en conflicto con su lado demoníaco. En esta batalla, habrá quick time events y, de en un gesto comprensible de crear una narrativa coherente dentro de los combates, éstos finalizarán cuando el rival quede a un píxel, para así poder justificar otro nuevo duelo, en otras circunstancias.

Cabe mencionar que el modo historia no es apto para jugadores que se acaben de iniciar en las mecánicas de Tekken. Para ello, recomendaremos un viaje de aprendizaje a través del modo arcade. Aquí, nos crearemos nuestro propio avatar, en un estilo cartoon que recuerda a los Miis, y con diversas y coquetas opciones de personalización para el vestuario. Desde aquí, nos reuniremos con Max, nuestro guía, que nos introducirá en un viaje a través de los salones recreativos para descubrir poco a poco las mecánicas de juego, experimentar con diferentes personajes y superar desafíos a un ritmo cómodamente paulatino. Durante los combates, podemos activar sugerencias que Max nos irá dando para probar nuevos combos o estrategias.

En dicho modo arcade seguiremos la historia de un grupo de amigos que va a un salón recreativo a jugar a Tekken 8, mientras Max nos enseña a jugar. Su personalidad positiva además, crea un clima muy agradable para jugadores que tengan poca paciencia a la hora de aprender y los anima a que sigan perfeccionando su estilo.

La cultura que rodea a los fighting games y a su comunidad queda muy bien plasmada en la narrativa del modo arcade: el compañerismo, la competividad sana, el orgullo de quienes acusan sus derrotas a factores externos como la conexión, la unión del grupo a la hora de animar a un compañero durante un torneo… A través de un mapamundi, iremos visitando salones con diferentes misiones con las que iremos sumergiéndonos en el dominio de Tekken.

Una vez superado Gong, el primer salón, se desbloqueará el siguiente, junto con una sala alternativa llamada Final Round, desde la cual accederemos al modo fantasma. Esto es, un combate offline contra personajes controlados por una inteligencia artificial que ha registrado estilos de juego de jugadores reales. Dicha IA se irá adaptando a nuestras costumbres y cada vez nos pondrá retos más difíciles. Este modo resulta muy atractivo y seguro para aquellos jugadores que no se atrevan a salir al online y resulta un complemento muy interesante al modo entrenamiento para quienes perfeccionar su técnica, identificar manías y prepararse para rivales que se hayan sabido anticipar a éstas. También vuelve la grabación y replay de jugadas que podemos analizar desde el reposo.

La personalización: hacia la elegancia y el humor

La personalización vuelve a tener su protagonismo en Tekken 8: a medida que progresemos en el modo arcade, conseguiremos nuevos elementos para crear nuestra tarjeta de jugador, así como diferentes atuendos para nuestro avatar y los mismos personajes del juego. La creatividad va a verse muy estimulada y podemos dirigirnos a una vertiente más estilosa o a otras más humorísticas, aunque por el momento queda ver los límites.

Por último, tenemos el arcade ball, un modo muy divertido que ofrece una partida de tono más festivo y relajado que puede servir como party-game. Al estilo de balón prisionero, dos jugadores se enfrentan en la playa y deben lanzarse un balón que debe golpear al contrario para dañar su barra de vida. Si conseguimos hacer gol, también reduciremos la salud del rival.

Tekken 8 se prepara para dar un potente golpe en la mesa en 2024 y abrirá las puertas del torneo del Puño de Hierro a jugadores nuevos y experimentados para recordarnos el placer de superar a nuestros rivales. Quienes vengan de Tekken anteriores, disfrutarán con la familiaridad de su sistema mientras se adaptan a nuevos retos, y quienes tengan su primera vez con los juegos de lucha, encontrarán una gran puerta de entrada que les llevarán a un salón recreativo que se convertirá en un nuevo hogar.