Avance
Star Wars Jedi: Survivor, impresiones. Ya lo hemos jugado y la Fuerza es intensa en él
Probamos el esperado videojuego de Respawn Entertainment, una secuela que apunta a mejorar las bases del original.
No es que un cristal kyber fragmentado pierda sus propiedades, sino que necesita volver a ser un todo para funcionar con normalidad. Lo mismo le ocurrió a Cal Kestis tras la Orden 66: se vio obligado a desconectar de la Fuerza para evitar ser capturado y destruido. Star Wars Jedi: Fallen Order trata, en parte, acerca de cómo el Padawan fue recuperando esa conexión, un objetivo que requirió de gran confianza, voluntad e instinto de supervivencia. En Star Wars Jedi: Survivor —la secuela del juego de Respawn Entertainment—, el Caballero Jedi continúa inmerso en la cruenta lucha contra el Imperio, una misión tan peligrosa como desesperada.
Mientras tanto, el emperador no ceja en su empeño de aniquilar a los supervivientes de la Orden, de modo que los imperiales pagan un suculento precio por la cabeza de Cal Kestis. MeriStation ha viajado a Los Ángeles y ha podido probar el juego de primera mano durante más de tres horas. ¿La conclusión? Utilizando terminología de Star Wars, la Fuerza lo acompaña, lo rodea, lo penetra y lo mantiene unido a la galaxia.
Un aterrizaje de emergencia y un misterio que cambiará el viaje de Cal Kestis
Han transcurrido cinco años desde los acontecimientos narrados en el primer juego. La tripulación de la Mantis se ha dispersado, pero la lucha de Cal Kestis contra el régimen de Palpatine no ha concluido. El Jedi logra salvar la vida de manera agónica y aterriza en el planeta Koboh con la intención de reparar su nave dañada. En ese sistema minero, que atrae a los prospectores de toda la galaxia debido a su alto valor arqueológico, le aguarda un misterio de consecuencias imprevisibles.
La paz en Koboh se ha resquebrajado como consecuencia de la amenaza de un grupo de bandidos liderado por Rayvis. Este villano de la raza Gen’Dai pertenece a una especie cuyo mundo natal fue destruido cientos de años atrás, por lo que se convirtió en un nómada intergaláctico, como otros miembros de su raza. Su larga esperanza de vida, de unos mil años, le ha brindado la oportunidad de presenciar el auge de los Jedi y su caída, de contemplar la era dorada de la República y su corrupta transformación en Imperio. A su paso por la ciudad de Doma Dendra, Cal Kestis mantiene un primer encuentro con él, justo antes de reunirse con su amigo Greez Dritus, antiguo piloto de la Mantis y ahora dueño de una cantina en Koboh. Si alguien sabe dónde se hallan las piezas, esa persona es sin duda Greez.
La galaxia es enorme, pero en Star Wars la escala es relativa. Las probabilidades de toparte con una cara conocida deberían ser casi nulas, si bien en esta saga los encuentros fortuitos se suelen dar con frecuencia En ese sentido, nada más entrar en la cantina, Kestis detecta la presencia de uno de sus aliados, que descansa tranquilamente ante la presencia de MXNK-6, el droide que atiende la barra del bar. Esta vez no lo acompañará y emprenderá su viaje en solitario.
Star Wars Jedi: Survivor también fortalece su conexión con la Fuerza
A una secuela se le suele pedir que sea más y mejor, aunque más no siempre sea mejor en todos los casos. Con todo, Star Wars Jedi: Survivor cumple ambos requisitos, corrige los problemas del original, amplía su escala y deja entrever que será un título más redondo a todos los niveles.
La segunda entrega del juego de acción y aventura de los creadores de Titanfall 2 y Apex Legends se construye sobre las bases del primero. Las casi cuatro horas de juego que pudimos probar nos han demostrado que Jedi: Survivor es un título más maduro. No en vano, los pilares se han apuntalado y son más sólidos: combate, exploración y plataformas, su estructura metroidvania e incluso la trama argumental dan un paso hacia adelante. El juego ha crecido junto a su protagonista, interpretado de nuevo por Cameron Monaghan, que da vida a un Cal Kestis que todavía no goza del rango de Maestro Jedi, pese a que dejó atrás el estatus de Padawan al final de Jedi: Fallen Order.
Las secciones plataformeras del primer juego no eran del todo precisas, había margen de mejora. Por otro lado, resultaba un poco incómodo tener que pulsar un botón para aferrarse a un saliente o a una enredadera. De no hacerlo, el Jedi caía irremediablemente al vacío. Eso, por fortuna, ha cambiado el Jedi: Survivor, pues ya no es necesario pulsar ningún botón para agarrarse. Además, las plataformas se han enriquecido con más elementos, que no siempre son evidentes. En otras palabras, nada de señales luminosas (al menos no por defecto) para saber a dónde saltar.
La sensación es que las plataformas están mejor medidas y pensadas, por no mencionar que el personaje responde con mayor precisión. Al igual que en la primera entrega, Cal Kestis puede hacer uso de sus habilidades de Jedi para jugar con el escenario y crear oportunidades de exploración. Por ejemplo, el tirón de la Fuerza le sirve para mover ciertas estructuras, lo que le dará la opción de usarlas como plataformas.
Un mundo de oportunidades
Koboh, el escenario principal de la demo, es un mundo vasto e interconectado, de forma que orientarse resulta crucial. De nuevo, disponemos del mapa tridimensional de BD-1, que muestra el objetivo principal y otros lugares. Como novedad, el pequeño droide cuenta con una funcionalidad de lo más útil, que consiste en valerse de su visor para rastrear el escenario y marcar los puntos de interés. Podemos observar las localizaciones, usar zoom y hacernos una idea de lo que nos espera en el horizonte.
Respawn ha trabajado duro en dar una vuelta al diseño del mundo, que se plasma de forma más orgánica y vertical. Por eso, el desplazamiento entre los distintos puntos debía tener en cuenta la transversalidad. Además de las lianas, las plataformas, la escalada o el gancho, el estudio ha incluido otras mecánicas nuevas. De la misma manera que Ezra Briger aprendió a calmar a las bestias en Star Wars: Rebels, Cal Kestis puede domar a ciertas criaturas para que lo ayuden en momentos concretos. El Jedi calma a un Nekko que le sirve de montura, mientras que un Belter (animal alado) le permite planear por los aires y alcanzar zonas lejanas.
Más allá de la misión principal, completar el contenido secundario de Jedi: Fallen Order tenía como recompensa la obtención de objetos cosméticos. En la secuela, los desarrolladores se han decantado por ofrecer más motivaciones a los jugadores. Ya no es solo que las recompensas no sean exclusivamente cosméticas, sino que también se añade numeroso contenido secundario. No tuvimos tiempo para sumergirnos en ello, pero esta secuela introduce misiones secundarias, por lo que podemos interactuar con otros personajes del mundo.
La acción, las plataformas y la aventura son parte del ADN de Star Wars Jedi: Survivor; la interacción con el mundo y su relación con los puzles es otro de los aspectos esenciales del videojuego. Influido por The Legend of Zelda: Breath of the Wild, esta secuela plantea rompecabezas tanto en la aventura principal como en otros desafíos secundarios. Las Cámaras Jedi, en parte similares a las tumbas del juego anterior, nos retan a resolver los puzles de las habitaciones. La primera cámara es obligatoria, mientras que el resto es opcional, aunque todas ellas ofrecen recompensas jugosas. Las dos que pudimos completar se basan en el mismo tipo de puzle: usamos unas bolas que van activando puentes hasta alcanzar el destino final. Sin embargo, por lo que hemos visto, hay cámaras con rompecabezas de distinta naturaleza.
Algo en apariencia tan sencillo como un sistema de viaje rápido dota al juego de un dinamismo más armonioso. A través de los círculos de meditación descubiertos, el protagonista puede viajar al instante entre todos estos puntos, lo que favorece la exploración. La anterior entrega carecía de dicha funcionalidad, un hecho que obligaba al jugador a realizar el trayecto completo. Habida cuenta de que en su estructura subyace el género metroidvania, volver atrás y explorar el 100% de las localizaciones es ahora mucho más cómodo.
Cinco posturas para el combate, un valor estratégico
Desde los puntos de guardado se gestionan las posturas, una de las grandes novedades de Star Wars Jedi: Survivor. Durante el evento preview pudimos experimentar con tres de las cinco que estarán presentes en el juego final: un único sable láser, hoja doble (como el de Darth Maul) o dos sables. Esto proporciona un toque estratégico a la jugabilidad en combate, ya que dependiendo de la situación convendrá usar un estilo u otro. Al mismo tiempo, también se adapta al estilo de juego de cada uno. El jugador puede asignar dos posturas en los círculos de meditación, que se alternan con la cruceta.
El sable láser es la opción equilibrada entre la defensa y el ataque, mientras que la doble hoja otorga ventajas ante oleadas de enemigos. Luchar con dos sables favorece una aproximación más agresiva al combate, con habilidades como el parry de meditación: Cal Kestis se concentra durante unos instantes, y en el preciso momento en el que un enemigo se acerca, el Jedi le lanza una batería de golpes letales.
Pese a que no pudimos experimentar con ellas, Respawn nos mostró cómo funcionaban las dos restantes: al más puro estilo Kylo Ren, el protagonista blande el sable láser como arma pesada, lenta pero muy dañina. Por otra parte, la postura del bláster ha sido la que más ha llamado la atención. Diseñada para alcanzar enemigos de largo alcance, la combinación entre sable láser y bláster es la que más se diferencia con respecto a las demás. Se pueden fijar varios blancos y acabar con los enemigos a tiro limpio, en cadena.
No hay duda de que el sistema de combate se ha pulido desde las bases. A las nuevas posturas hay que sumar que cada una de ellas dispone de su propio árbol de habilidades, que añade nuevos poderes. El sistema de progresión contempla asimismo mejoras de Supervivencia y de poderes de la Fuerza, así como un sistema de perks que funciona de forma similar al de Paper Mario (se asignan en slots). Diferentes tipos de enemigos y de criaturas implican distintas estrategias de combate, sobre todo cuando en una misma batalla se juntan variados arquetipos de enemigos.
La personalización sigue siendo una parte fundamental de la obra de Respawn Entertainment. Durante la aventura, desbloquearemos distintos peinados, tipos de barba, ropa y más complementos, que nos invitan a experimentar con el aspecto de Cal Kestis. Lo mismo podemos hacer con el simpático BD-1, así como con el sable láser del Jedi.
Star Wars Jedi: Survivor saldrá a la venta el próximo 28 de abril en PS5, Xbox Series X, Xbox Series S y PC. Esta previsto para marzo, pero el estudio necesitaba un poco más de tiempo para pulir todos los aspectos de la aventura.
- Acción
- Aventura
Star Wars Jedi: Survivor es una aventura de acción a cargo de Respawn Entertainment y Electronic Arts para PC, PlayStation 5, Xbox Series, PlayStation 4 y Xbox One que retoma la historia cinco años después de los acontecimientos de Star Wars Jedi: Fallen Order. Cal debe mantenerse siempre un paso por delante del Imperio y su constante persecución, mientras sigue cargando con el peso de ser uno de los últimos Jedi de la galaxia.
