Avance
Impresiones de Final Fantasy VII Rebirth. Un renacimiento por todo lo alto
Ya hemos probado la segunda entrega del proyecto Remake, que retoma la aventura de Cloud y compañía lejos de los muros de Midgar.
La maquiavélica compañía Shinra chupa la energía Mako del planeta y se enriquece a costa de unos recursos naturales cada vez más mermados. Cuando Cloud Striffe, exmiembro de Soldado, acepta el contrato del grupo ecoterrorista Avalanche, no se puede ni imaginar que su destino acabará unido al de Tifa, Barret, Aeris, Cloud, Red XIII y compañía. Tras Final Fantasy VII Remake, Square Enix se prepara para la llegada de Final Fantasy VII Rebirth, que conforma el capítulo central de la trilogía. Y lo hace manteniéndose fiel al espíritu del anterior. En MeriStation ya lo hemos jugado y tenemos claro que será uno de los grandes juegos de 2024.
Los protagonistas llegaron hasta el corazón de Shinra en Midgar, la sede en la que el presidente ejercía su influencia con impunidad. Su hijo Rufus le sucede en el cargo y sigue la misma línea que el padre, que conoció la espada de Sefirot muy de cerca. Después de enfrentarse al villano, los héroes abandonan esta ciudad distópica y se lanzan a la aventura más allá de la gran urbe. Es en ese punto donde se sitúa la historia de Rebirth, que al igual que la primera entrega no se conforma con seguir el argumento original, sino que reimagina la trama y refuerza el peso de los protagonistas.
Mientras que el Remake se desarrolla en entornos bastante cerrados, la secuela abraza localizaciones abiertas y una exploración mucho más libre. Algo de eso hemos podido explorar en la demo, que se divide en dos secciones diferentes, una más contenida y otra que tiene lugar en los exteriores de Junon. No es exactamente un mundo abierto como el de Assassin’s Creed Valhalla o Red Dead Redemption 2, para entendernos, pero sí un territorio vasto que podemos recorrer y que introduce distintos desafíos y actividades.
Tras los pasos de Sefirot: el sistema de combate de Final Fantasy VII Rebirth
La lucha contra Sefirot en Midgar fue solo el principio. El grupo otea el horizonte y se embarca en un apasionante periplo que conducirá irremediablemente al choque frontal contra el más legendario de los guerreros, héroe del pasado, villano contemporáneo. Antes de enfrentarse al presente y al futuro conviene conocer lo que ocurrió antes, en una era que parece remota, pero que no sucedió tantos años atrás.
En la época en la que Cloud era un novato en Soldado, le fue encomendada una misión especial, por lo que tuvo que ascender por el escarpado Monte Nibel junto a Tifa y Sefirot. Ese flashback es jugable en Final Fantasy VII Rebirth y nos permite manejar al mismísimo villano, antes de que perpetrara la destrucción de Nibelheim, el pueblo natal de Cloud y Tifa. Al menos en esta demo cumple el propósito de introducirnos en un sistema de batalla construido sobre las bases el anterior.
Square Enix ha logrado establecer un equilibrio perfecto entre el enfoque estratégico y la acción. A diferencia de Final Fantasy XVI, que se despoja de los comandos, esta reinterpretación del clásico fomenta la pausa, aunque las batallas se desarrollen entre estallidos de luz, magia y movimientos veloces.
El sistema ATB (Batalla de tiempo activo) regresa y se plasma como mecánica a través de una barra específica, que se rellena a medida que atacamos a los enemigos. Se trata de uno de los elementos esenciales del sistema, ya que nos permite realizar todas las acciones: desde las habilidades hasta las magias, pasando por el uso de objetos.
La pausa táctica nos confiere la visión estratégica para tomar decisiones con más calma, puesto que la acción se ralentiza. Grosso Modo funciona igual que en el Remake, por lo que también disponemos de otras acciones básicas como fijar el blanco o esquivar.
Cada personaje tiene su propio tacto, por lo que es importante cambiar entre los distintos miembros del equipo para amoldarse a la situación requerida. Por ejemplo, con los ataques de espada de Cloud quizá no lleguemos a alcanzar a los enemigos voladores, algo que sí puede hacer Aeris usando su vara a larga distancia. En el caso de Sefirot, dispone de un movimiento especial (Postura de la Venganza), que brinda la oportunidad de hacer parry si se pulsa el botón en el momento adecuado. Cada héroe cuenta con un estilo de lucha concreto que se activa con triángulo. De este modo, el modo Venganza de Red XIII se alimenta de los golpes que recibe, y una vez cargado, puede desplegar su poder.
Otra de las mecánicas que permanece intacta es la del Límite, que se rellena a medida que transcurre la batalla. Cuando la barra está completa se puede desencadenar un ataque o un movimiento de defensa final, igual que ocurría en el Final Fantasy VII original y en el Remake. Por otra parte, los ataques aliados merman la resistencia de los enemigos, de forma que cuando el medidor se llena estos quedan paralizados y son vulnerables por tiempo limitado.
Los ataques sincronizados, una de las novedades
La novedad principal del sistema de batalla son las habilidades de sinergia (una evolución de Intermission, el DLC de Yuffie). En otras palabras, ataques sincronizados entre dos personajes del grupo. De nuevo, una barra marca el grado de sincronización, así que llegado el momento se activará la opción para realizar este tipo de acción. Como los golpes son distintos en función de los personajes que manejas, resulta divertido cambiar a los personajes y experimentar con las variadas combinaciones.
Las batallas contra jefes finales no han faltado en la demo. Junto a Sefirot nos batimos contra una enorme criatura, la Materia Guardián. La primera parte de la lucha se desarrolla en el barro, pero la cosa se complica cuando este se engancha al techo y elude nuestros ataques cuerpo a cuerpo. Afortunadamente, los esfuerzos sincronizados entre Cloud y Sefirot dan sus frutos y al final muerde el polvo.
Fuera del campo de batalla, podemos acceder al menú de personajes para colocar las materiales en las ranuras. Estos poderosos artefactos mejoran de rango según vamos haciendo uso de ellas. Además, también podemos asignar el arma y dos accesorios.
La interacción con los escenarios no se aleja demasiado de lo que experimentamos en Final Fantasy VII Remake. Las plataformas son contextuales y se añade algún que otro minijuego, como el que resolvimos en nuestra travesía por el Monte Nibel: el gas Mako impedía el uso del ascensor, así que nos limitamos a moverlo por la zona para aspirarlo.
Explorar el mundo abierto de Final Fantasy VII Rebirth
La segunda parte de la demo arranca en el mundo abierto. Los personajes se suben sobre un chocobo —con especial atención a Red XIII, que luce cuanto menos peculiar sobre uno de estos animales— y recorren una localización enorme. Allí recolectamos distintos materiales, que podemos emplear para craftear objetos. Este sistema funciona de forma muy intuitiva a través de un menú, así que basta contar con los materiales y pulsar un botón.
Es difícil determinar si estamos ante un mundo vivo o no, ya que en esta demo apenas nos hemos entretenido en lo que había a nuestro alrededor. Si completamos un pequeño desafío en el que debíamos derrotar a todos los enemigos cumpliendo una serie de requisitos, como acabar con ellos antes de que se cumpla un tiempo límite. Asimismo, nos topamos con una granja de chocobos, donde compramos piezas de equipamiento para nuestra montura: casco, grebas y sillas de montar. Por añadidura, a todo esto le podemos cambiar el color (tres sets distintos).
Al final de la demo llegamos a Junon. No vamos a tener una estancia tranquila, pues al al parecer un monstruo marino está causando estragos. Sin tiempo para detenerse, acudimos raudos al muelle y descubrimos que Yuffie, a la que los compañeros aún no conocen, está en peligro. Esta lucha abre varios frentes: cuando vuela es mejor usar a personajes con ataques a largo alcance, pero también es capaz de esconderse bajo el agua y lanzar torbellinos de agua. Debemos esperar a que salga y atacar con todo lo que tenemos. Nada mejor que acabar con un límite para que regrese al océano del que nunca debería haber salido.
Jugamos en el Modo Calidad y sí notamos un salto con respecto al Remake, aunque sigue siendo Unreal Engine 4. La diferencia radica en que en esta ocasión tiene funcionar fluido dentro de un mundo mucho más amplio. Si bien había ciertos problemas de framerate, estamos ante una demo, por lo que habrá que valorar el conjunto cuando esté listo. Eso sí, las expresiones faciales juegan a otro nivel, al igual que las impresionantes secuencias cinemáticas.
Final Fantasy VII Rebirth saldrá a la venta el próximo 29 de febrero en exclusiva temporal para PS5.
- Acción
- RPG
Final Fantasy VII Rebirth es un videojuego de acción RPG a cargo de Square Enix para PlaySation 5 que continúa con la historia de Final Fantasy VII Remake. La travesía desconocida continúa… Tras escapar de la distópica ciudad de Midgar, Cloud y sus amigos se embarcan en un viaje por todo el planeta. Les aguardan nuevas aventuras en vasto y vibrante mundo. Recorre las praderas cubiertas de hierba a lomo de chocobo y explora los extensos ambientes. Combina el pensamiento estratégico con una emocionante acción de combate junto a tus camaradas, incluyendo personajes nuevos añadidos. Profundiza sus relaciones para desatar poderosos combos de equipo.
