Layers of Fear, análisis. Un aviso para los que dudan del remake de Silent Hill 2

Bloober Team lleva un tiempo en el punto de mira de todo el mundo. La desarrolladora ha sido la elegida por Konami para encargarse del remake de Silent Hill 2 y claro, con los clásicos no se juega. La decisión hubiese molestado incluso de haber sido Naughty Dog la escogida, pero entendemos que con Bloober haya motivos extra para preocuparse. Ninguno de sus proyectos ha pasado del 8 en Metacritic, la mayoría han decepcionado y todos han presentado trabas técnicas severas y unas mecánicas muy distintas (de pasillos scriptados y puzles insultantes) a las que esperamos de Pyramid Head y compañía. Pero aún sumidos en un desafío semejante, al estudio polaco le han dado los recursos para realizar al mismo tiempo otro remake, el de Layers of Fear, la obra que les catapultara a la fama allá por 2016. Y aunque lo creíamos desaconsejable, el resultado final merece la pena y nos ha inspirado cierta fe en el regreso de James y Mary Sunderland. Crucemos los dedos para que no sea un espejismo.

¿Qué incluye el remake?

Pedimos perdón a Bloober por referirnos al juego de hoy como un remake de Layers of Fear. Al estudio no le gusta el término y con razón. Esta entrega es mucho más que un remake del juego homónimo. También vienen remozadas su secuela y la expansión del original (Inheritance), a las que se suman contenidos inéditos y exclusivos de esta edición. Encontramos una segunda expansión ambientada en la mansión del pintor (The Last Note) y una tercera historia principal que lo enlaza y cohesiona todo y que de no ser por su duración, muy cortita, bien podría haber sido Layers of Fear 3. O dicho de otro modo, vienen tres juegos y dos DLC a un precio la mar de competitivo (29,99 euros). Entre 10 y 15 horas de sustos garantizados, un regalo para los fans del género. La desarrolladora se refiere a este pack como “horror reimaginado” y nosotros lo haremos de un modo un poco más claro: un pedazo de recopilatorio.

¿Layers of Fear 3?

No haremos spoilers sobre esa nueva historia que hace las veces de Layers of Fear 3, pero vale la pena explicar en qué consiste y cómo se relaciona con el resto. Para empezar recordemos que el primer juego estaba protagonizada por UN PINTOR, transcurría en una mansión victoriana y tenía ecos de El retrato de Dorian Gray. En el segundo éramos UN ACTOR a bordo de un crucero de lujo y los homenajes a George Méliès y el cine en general estaban a la orden del día. En este tercero seremos UNA ESCRITORA atrapada en un faro en medio de la nada y la inspiración viene del movimiento beatnik y de la escena literaria en USA tras la Segunda Guerra Mundial. En cuanto a las expansiones, Inheritance (2016) profundizaba en la historia del hijo del pintor y la nueva, The Last Note, nos devuelve a la casa original, pero desde el punto de vista de la mujer del pintor.

Las tres historias se entrelazan a través de la escritora, cuyo mundo alude a los otros constantemente y casi que sirve de lobby entre unos capítulos y otros. Esta decisión ayuda a nivel narrativo, pero nos deja sin menú de selección. No podremos elegir a qué entrega jugar primero, cambiar el orden ni alternar entre ellas. Se arranca con un prólogo en el faro y se sigue con el primer Layers of Fear del tirón, con un regreso al faro hacia la mitad del mismo y otro entre aquel y su secuela, también interrumpida a la mitad y para un epílogo final. Durante las secuencias en el faro sí que podremos elegir jugar los DLC, pero de nuevo tendremos que hacérnoslos de una sentada. De cara a los coleccionables, logros y trofeos, o a jugar todo ese “Layers of Fear 3″ de seguido (imposible), da un poco un de rabia.

Y hablando de coleccionables, el juego cuenta con un buen número de ellos que no teníamos antes. También con nuevas voces en off y detalles narrativos adicionales, así como alguna estancia y puzle que no habíamos visto en los originales. Que nadie se lleve a engaño: siguen siendo los mismos juegos y su planteamiento y mécanicas pecan de lo mismo, pero se nota que Bloober ha hecho un esfuerzo con esta versión. Las nuevas secuencias de persecuciones de las que ahora hablaremos hasta ofrecen zonas más amplias y con más libertad. Se antojan un campo de pruebas para Silent Hill 2 y denotan que el estudio quiere evolucionar, probar más cosas y callar bocas. Agradecemos la iniciativa. Ojalá lo consiga.

Nuevos niveles y más persecuciones

Aunque se ha sido bastante respetuoso con la materia prima, no es un remake 1:1, pero tranquilos porque si jugasteis a los originales no echaréis en falta un solo susto (y por desgracia los recordaréis todos, pues no dejan de ser dos títulos virales de 2016 y 2018 aún muy recientes en la memoria). Sin embargo, se han introducido novedades importantes a nivel jugable, sobre todo en la primera entrega. Por ejemplo, el enemigo inmortal que nos perseguía por el barco en Layers of Fear 2, al que podíamos paralizar apuntando con una linterna, ahora también aparece en la historia del pintor. En vez de una masa deforme y de una linterna tendremos al fantasma de nuestra esposa y un candil, pero pilláis la idea.

Lejos de quedar como un pegote, estas nuevas persecuciones añaden dinamismo al original y le sientan bien. Inauguran zonas inéditas, más grandes y con mayor libertad de la habitual, laberintos de pasillos eternos e idénticos en los que tendremos que encontrar algo mientras nos dan caza y en los que rezaremos antes de girar cada esquina para que no haya nada detrás. Aunque tensas, que nadie se sulfure porque son secciones breves y sencillitas. Lo que sí que hay que decir es que son bastantes, terminan siendo un poco repetitivas (hasta el nuevo DLC se basa en ellas) y en ocasiones se han sustituido con ellas ciertos puzles y momentos de la experiencia base. Para nosotros se han cambiado justo las secuencias más engorrosas, las que cortaban el ritmo, así que bien, pero puede que haya quien sí las eche de menos.

El Unreal Engine 5 se luce “sin sudar”

A nivel técnico estamos ante uno de los primeros juegos en hacer alarde del Unreal Engine 5, aunque antes de entrar en materia hemos que admitir que si hablamos de remakes innecesarios, estos se lleva la palma. Los dos primeros Layers of Fear apenas tienen siete y cinco años respectivamente y siguen siendo de lo más resultones hoy en día. Allá por 2016 la historia del pintor hasta se consideró puntera gráficamente. En cualquier caso, esto también tiene una lectura positiva y es que aún partiendo de un material de lo más competente, el resultado se nota.

Lo que más echamos en cara a los originales fue lo mucho que rascaban, cosa que en estos remakes no sucede… siempre y cuando pongamos el modo rendimiento (en el modo gráficos siguen haciéndolo ligeramente, cosa que es exasperante). Pero en fin, en modo rendimiento funcionan a 60 fps, como la seda y sin prácticamente pantallas de carga. Esperad nuevas animaciones para el personaje y los objetos, nuevas texturas, 4K de resolución, HDR (aún pendiente de mejorar vía parche), ray tracing… etcétera. Lo mejor sin duda es la iluminación dinámica de la que ahora hace gala y los famosos Niagara del UE5, los efectos de partículas en tiempo real (para el polvo o las chispas del fuego). Tras Fortnite, Epic Games ya tiene un segundo escaparate técnico.

Aún siendo tan recientes y vistosos los originales, y aún estando en un género, el “horror walking simulator”, que nos ha acostumbrado a tontear con el fotorrealismo, el acabado de este recopilatorio se las apaña para sorprender, nos malacostumbra y lo mejor es que parece hacerlo sin sudar, sin esfuerzo, pudiendo todavía ir más allá. Una gran señal para el futuro.

Por último, dejadnos terminar el análisis elogiando a Arkadiusz Reikowski y Anshar Studios. El primero es el compositor del juego, quien ha elaborado varios temas nuevos para la ocasión. Los segundos son un equipo de apoyo recurrente en el que Bloober ha vuelto a confiar y que una vez más han respondido, siendo pieza clave del notable acabado final de este Layers of Fear 2023.