Bob Esponja: The Cosmic Shake, análisis

Cuando un jugador habitual se enfrenta a un título como Bob Esponja: The Cosmic Shake -o cualquier otra propuesta de corte infantil cortada por un patrón similar- puede hacerlo de dos formas diferentes: una es a través de la mirada crítica más objetiva, poniendo de manifiesto las muchas costuras que pueda tener frente a videojuegos mucho más ambiciosos; la otra es dejarse llevar y vivir la experiencia tal y como lo haría un niño o niña, más si son fans de la serie animada de Nickelodeon, algo que en nuestros días es más que probable. Y con Bob Esponja: The Cosmic Shake es mucho más fácil dejarse llevar y disfrutar de un plataformas 3D de aroma clásico, con toneladas de humor absurdo, mecánicas sencillas y avance dinámico, un collectathon en toda regla que nos hará pasar un rato agradable sin mayores pretensiones; y lo consigue. Veamos en nuestro análisis si Bob Esponja: The Cosmic Shake para PC, PS4, Xbox One y Nintendo Switch logra estar a la altura de los mejores del género.

Bob Esponja y su viaje por los Mundos de Deseos

Contar con una marca con tanta personalidad y lore como Bob Esponja es sinónimo de garantía, al menos en lo que respecta la adaptación de su alocado e hilarante universo en formato interactivo. En esta ocasión -y a diferencia del videojuego más reciente de la franquicia, SpongeBob SquarePants: Battle for Bikini Bottom – Rehydrated, una remasterización más que interesante del original de PS2-, solo tomamos el control del bueno de Bob, así que nada de controlar a otros personajes habituales como Patricio, Arenita, Calamardo o Sr. Cangrejo. A cambio tenemos la posibilidad de viajar a través del multiverso de SpongeBob SquarePants, que no es poco, mediante los portales que nos llevarán por los llamados Mundos de Deseos, todo ello para devolver la paz y la tranquilidad a Fondo de Bikini, el hogar de nuestro esponjoso protagonista.

Y es que en manos de Bob Esponja cae un pompero mágico que contiene una poción creada a partir de lágrimas de sirena, capaz de hacer realidad cualquier deseo. El caos se desata cuando dicha poción empieza a circular entre los colegas de Bob, cuyos alocados y extravagantes deseos empiezan a romper el tejido que conforma el universo para abrir portales a otras dimensiones, a cada cual más excéntrica que la anterior. Y la primera consecuencia de todo ello es que Fondo de Bikini cambia por completo, transformando a algunos de sus habitantes con inesperados resultados. Buena prueba de ello es que nuestro buen amigo Patricio se ve convertido en un globo que nos acompañará cual NPC de apoyo, soltando algún que otro calzoncillo a modo de vidas extra y soltando sus pintorescos chascarillos.

Todo ello hace que Bob Esponja: The Cosmic Shake sea una aventura más recogida y limitada que anteriores iteraciones de la marca, aunque no por ello menos divertida o satisfactoria, dando lugar a situaciones bastante variadas y entretenidas. Una propuesta que salta sin tapujos de la exploración clásica tridimensional a algunos minijuegos y secciones de velocidad de lo más efectivos. A partir de aquí empezaremos a viajar entre universos para conocer versiones alternativas de sus protagonistas, planteando situaciones verdaderamente absurdas. Tanto es así, que en Bob Esponja: The Cosmic Shake no hay momento para aburrirse a lo largo de sus seis o siete horas de aventura, con una constante necesidad de recoger objetos y abrirnos paso entre enemigos y jefes finales.

Para ello viajaremos entre diferentes universos de temática más que variada, ya sea un mundo pirata o uno cinematográfico, pasando por un entorno prehistórico, otro terrorífico o uno ambientado en un parque de atracciones, entre otros. Desde luego, en la variedad está el gusto y en The Cosmic Shake lo encontraremos. Los propios mundos se desarrollan a través de grandes entornos semiabiertos, aunque en todo momento el avance estará bastante guiado, limitando la exploración a hacernos con más gelatina u otros objetos especiales o coleccionables. Porque sí, en Bob Esponja: The Cosmic Shake, como buen collectathon, recolectaremos de forma casi ininterrumpida miles y miles de bolitas de gelatina, todo ello para adquirir trajes extra de una colección bastante amplia de apariencias para Bob Esponja. Dichos trajes se clasifican por niveles que tendremos que desbloquear recolectando otro preciado recurso: las monedas de oro que obtendremos por superar puzles o desafíos.

A nivel de jugabilidad el juego se muestra bastante solvente, aunque no falto de pequeñas imprecisiones en el control de nuestro amarillento protagonista, en alguna que otra ocasión, algo tosco. Pero ello no impide que podamos movernos a las mil maravillas a través de entornos plagados de plataformas móviles, ganchos, enemigos y otros elementos clásicos del género. Desde el doble salto a la caída en planeo -mediante cajas de pizza-, además del ataque en giro, la caída de trasero -con dos niveles de fuerza-, las patadas voladoras, lanzamiento de pompas-trampa -algo imprecisas, todo sea dicho- o la posibilidad de subirnos a nuestro propio caballito de mar para cubrir largas distancias en un periquete; o también participar en frenéticas persecuciones.

Todas estas habilidades se van adquiriendo con el desarrollo de la aventura y nos permiten acceder a elementos bloqueados previamente, descubriendo así su tímida vertiente metroidvania. En general, Bob Esponja se mueve con soltura; solo en los combates con más enemigos o las secciones con ganchos que quedan fuera de pantalla nos vemos obligados a corregir la cámara para interactuar con esos elementos, dando al traste con nuestro avance en más ocasiones de la que nos gustaría. Será necesario habituarse a los caprichos de la misma para no perder más vidas de las necesarias. Por suerte -o por desgracia para los jugadores más exigentes-, el título ofrece una dificultad más que asequible y rara vez se dará la ocasión en la que nos quedemos sin gayumbos de vida. Solo en algunas secciones de plataformas o en las fases tipo tobogán podremos encontrarnos con algún que otro pico de dificultad, pero nada del otro mundo; ni tan siquiera los jefes finales supondrán un desafío relevante.

El universo de Bob Esponja al descubierto

Aunque si algo tiene de bueno The Cosmic Shake es que juega perfectamente las cartas como adaptación de la serie de televisión. Tanto es así, que las escenas cinemáticas podrían pasar perfectamente por partes de la propia serie, con un tratamiento de las animaciones y, sobre todo, de las voces, ejemplar; y es que el juego cuenta con los actores y actrices de doblaje originales de cada uno de los países en los que se emite Bob Esponja, sumergiendo -nunca mejor dicho- al jugador en su alocado y colorido universo. Todos los protagonistas de la serie prestan su voz para el videojuego, desde Bob Esponja a Patricio, además de Arenita, Calamardo, Sr. Cangrejo, Plankton... Incluso contando con chascarrillos típicos de todos y cada uno de ellos, especialmente de Bob Esponja, que no calla ni bajo el agua (sic). Y en perfecto castellano, incluyendo los textos de los menús y los subtítulos.

A nivel tecnológico es, quizá, donde encontramos más contratiempos. Si bien el juego está basado en Unreal Engine -con todo lo que conlleva el ser un motor gráfico tan extendido-, se nota que el equipo desarrollador de Purple Lamp no ha exprimido la herramienta más allá de quedarse en lo superficial. Los modelados son discretos, el trabajo de texturas no resulta especialmente llamativo y las animaciones in-game pecan de repetitivas. Todo ello se acentúa mucho más en una versión para Nintendo Switch recortada por todas partes que adolece de no pocas bajadas de framerate incluso en momentos donde no tendría que sufrirlos. Al menos, su carácter cartoon disimula una puesta en escena conservadora aunque efectista.