The First Berserker: Khazan
Review
Análisis The First Berserker: Khazan, el mejor parry desde Sekiro y un souls divertidísimo
Que no te engañe su aspecto genérico y la sensación de que esto ya lo has visto antes; Khazan es uno de los souls más satisfactorios a los mandos que hemos jugado en mucho tiempo.
Hubo algo en la sensación del año pasado, Black Myth: Wukong, que no terminó de hacer click en nosotros. Algunos de sus jefes y paisajes nos fascinaron, las cinemáticas entre capítulos nos parecieron una obra de arte y creemos que su particular propuesta, con sus cosas buenas y sus cosas malas, enviaba un ensordecedor mensaje al resto de la industria. Sin embargo, no recordamos habernos divertido tanto a los mandos como con The First Berserker: Khazan. El primer souls de 2025 ha resultado ser una agradable sorpresa que, con perdón de Lies of P, tiene el mejor parry del género desde Sekiro y un desarrollo entre bosses que recuerda al de doble A disfrutones de antaño (con mención especial a Viking: Battle for Asgard).
Parafraseando la mítica canción de Loquillo, The First Berserker: Khazan es feo, fuerte y formal. Aún con ciertas reminiscencias a la obra de Kentaro Miura, la mayoría de sus diseños y mecánicas tienen un tufillo a genérico del que nunca termina de desprenderse. Por el contrario, su dificultad resulta bastante más particular. Tiene picos demenciales incluso para los estándares del género, pero jamás resulta injusta y ofrece dos opciones de accesibilidad que ojalá copien el resto de souls. Todo ello envuelto en un paquete completísimo de cerca de 50 horas en el que no falta ningún ingrediente.
Con diferencia, lo más satisfactorio de todo el juego es que la esquiva y el parry son perfectos. Una verdadera delicia. Es uno de los mejores alumnos que ha tenido Sekiro. Bloquear y contraatacar con precisión de cirujano no es una opción, sino una exigencia. Resulta obligatorio contra ciertos jefes y aunque su ventana de acción es relativamente amplia (mucho más que la de Lies of P), las coreografías de los enemigos no dan tregua y no permiten el más mínimo fallo de concentración. Son esponjas de daño que invitan a una especie de danza interminable para la que tienes que entrar en trance y moverte en base a la inercia que sólo se consigue tras una repetición constante.
Cuando notas mejoría tras cada muerte y cuando no te enfadas con los enemigos por lo tramposo de sus mecánicas, sino contigo por un fallo de reflejos, precipitación o despiste, siempre hay ganas de un intento más. Encima, The First Berserker: Khazan se carga cualquier clase de farmeo infame al otorgar experiencia cada vez que caemos ante un jefe final. No hace falta retroceder y aburrirse durante un par de horas combatiendo a masillas. El mejor entrenamiento es precisamente contra aquellos llamados a convertirse en tu talón de Aquiles. Chapó por la idea. Lo mismo con la inclusión de un modo fácil que, aviso, viene con peaje: bloquea los trofeos. Ojalá se popularicen ambas medidas.
Para quienes crean que este tipo de ajustes pueden volverlo demasiado asequible, les recomiendo llegar hasta Viper, el tercer boss y la primera muestra de la clase de desafíos que nos esperan. Al momento de escribir estas líneas, tan solo un 5% de los analistas han logrado completar el juego. Pasarse Khazan es uno de esos logros dignos de figurar en el currículum. Y es curioso porque los niveles en sí no resultan demasiado complicados. Son cortitos y lineales, con enfrentamientos más dinámicos y veloces donde la esquiva y el parry pierden peso en pos de los combos, poderes y el machaque de botones, como en los títulos de acción de antaño.
Esta dualidad es lo que hace que The First Berserker: Khazan sea tan entretenido. Porque no será muy original, pero completo es un rato. Tienes tus hogueritas donde mejorar los atributos del personaje a base de almas, pero también puntos de experiencia, árboles de habilidades y poderes y transformaciones como el Devil Trigger de los Devil May Cry. Está la posibilidad de invocar a alguien que te ayude antes de cada jefe final, como en cualquier souls, pero además vas a tener que mejorar la vida y el daño de dicho aliado si quieres que de verdad sirva de algo. Y para ello, antes deberás buscar ciertos coleccionables y completar determinadas misiones secundarias.
Del mismo modo, sí, hay un herrero para forjar toda clase de armas y armaduras (catalogadas por colores como en Destiny o Assassin’s Creed), pero también hay una bruja para cambiar los atributos especiales de cada pieza. Ambos situados en un nexo o hub lleno de personajes y hasta ‘facciones’ con cuya confianza ir ganando ventajas. Desde allí, incluso accederemos a un mapa en el que, de nuevo según nuestros coleccionables, cambiar los valores concretos de cada nivel. Si le sumamos el resto de ingredientes del género (crafteo de builds, trampas por doquier, etc), lo dicho, no será muy innovador, pero tampoco le falta de nada. Rebosa contenido y no deja de crecer con el correr de las horas.
Conclusión
Hablábamos de Wukong al principio de este análisis porque lo mejor de aquel es precisamente lo peor de Kazhan y viceversa. La ambientación del Rey Mono era cautivadora y su propuesta lograba diferenciarse del resto del género. La trama y el apartado audiovisual del título de Nexus no se antojan tan inspirados y tampoco hay nada demasiado sorprendente en él. Su diseño de niveles es un tanto simplón y echamos en falta una mayor variedad de magias, objetos y opciones para nuestra build. Algunos detalles tampoco terminan de gustarnos (como que romper la postura de los enemigos no sirva de mucho), pero ahora bien, a los mandos es imposible no pasárselo bien. Se trata de un souls a rebosar de contenido con unos jefes finales tan estupendos como difíciles y con una propuesta entre unos y otros que recuerda a los juegos de acción de antaño (más centrados en los combos y poderes que en las esquivas y bloqueos). Pulido, desafiante y satisfactorio como pocos. Francamente dinámico y divertido. The First Berserker: Khazan es un alumno aventajado de Sekiro y mira de tú a tú a experiencias también tremendas como Lies of P o Nioh.
Lo mejor
- La esquiva y el parry, perfectos.
- Los jefes finales y los matices de su (altísima) dificultad.
- Completísimo y a rebosar de contenido: puede llevar 50 horas.
- De lo más satisfactorio y dinámico a los mandos.
Lo peor
- A nivel audiovisual y narrativo no resulta demasiado cautivador.
- El diseño de niveles es mejorable.
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Muy Bueno
Juego de notable acabado que disfrutaremos y recordaremos. Una buena compra, muy recomendable para amantes del género. Está bien cuidado a todos los niveles. Cómpralo.