Análisis de Wargroove 2, estrategia pura y dura

Con la llegada de Advance Wars 1+2: Re-Boot Camp este mismo año en Switch, un remake que mantuvo 1:1 lo que en su día le hizo grande, muchos tuvieron la queja del aspecto gráfico. Afortunadamente, y coincidiendo en el mismo año, nos alegra traeros el análisis de Wargroove 2, el sucesor espiritual de la gran saga de Game Boy Advance y que bien podría satisfacer las necesidades de los que mantienen el píxel por bandera pero… ¿Logrará alcanzar sus cotas de calidad?

¡A las armas por segunda vez!

Wargroove, que salió hace ya casi un lustro, nos recordó lo que en su día hizo maravillas Advance Wars. Ahora ha regresado en una segunda secuela que quizás no sorprende como lo hizo su predecesor, pero que sí logra mantener el tipo y traer de nuevo la mejor estrategia para consolas y ordenadores. Es muy accesible adentrarse en él gracias a sus 3 campañas iniciales. En ellas encarnaremos a diferentes facciones ya conocidas cooperando para luchar contra un mal común, cada una de ellas con sus propios objetivos que interfieren con el del resto y que provocaran más de una disputa. Hacer una única campaña podría llevarnos unas 8 horas, por lo que acabar las otras dos (más una extra desbloqueable) podría llegar a las 40 horas fácilmente dependiendo de nuestra habilidad como estrategas, por lo que tenéis juego para rato.

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Cada campaña tiene su nivel de dificultad propio, lo cual provoca ciertos problemas para crear una historia coherente y bien estructurada y que se ve lastrada a diferencia de la linealidad de su primera entrega. Sin embargo, esto les ha permitido poder abarcar a una cantidad de jugadores mayor al ofrecer distintos retos dependiendo de las habilidades de cada jugador. Por ejemplo, los floránidos tienen una historia y dificultad muy introductoria donde los últimos compases de juego añaden a los gigantes o las balistas. Estas unidades son poderosas, sí, pero quedan fuera otras tantas como los barcos o unidades aéreas que sí podremos disfrutar en otras campañas incluso desde el principio y acabar descubriendo nuevas unidades.

Hay ciertas unidades que modifican su desplazamiento dependiendo de sus características como los perros que aumentaran nuestro rango de visión en lugares con niebla o las unidades aéreas y acuáticas que se moveran y atacaran dependiendo del mapa o el enemigo que tengamos ante nosotros. Entre estas nuevas unidades destacar la importancia de las acuáticas que han buscado en Wargroove 2, ofreciendo nuevas posibilidades y unidades que harán más complejas este tipo de batallas.

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Nuevos terrenos, unidades y habilidades

Es buena idea, a priori, al poder acceder directamente a las dificultades más altas sin necesidad de perderte nada de la historia, pero a posteriori al terminar cada campaña saltan los créditos cuando lo que ofrece Wargroove 2 va mucho más allá. Hay decenas de unidades con las que poder crear un ejército variado y adaptado a las necesidades del terreno al que nos enfrentemos y el nivel de exigencia va en aumento a medida que avanzamos hasta generarnos verdaderos problemas en los últimos capítulos.

En Wargroove 2 han añadido nuevos comandantes, pero la mayoría son conocidos, especialmente si jugasteis el DLC gratuito de su predecesor. Y aunque la nueva facción nos da 3 nuevos comandantes en forma de ratas humanoides, esta nos ofrece otra perspectiva más arqueológica de Arunia, el mundo de Wagroove 2. Además en esta segunda entrega recompensan más la agresividad que un ataque más conservador y es factible terminar una misión en apenas 6 o 7 turnos. Aunque para los que prefieran ir con más lentitud hay estructuras como los aserraderos que nos proporcionan oro a cambio de talar los bosques de su alrededor.

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¿Más y mejor? Sí, con sus peros

Está más pulido, tiene mejor diseño de escenarios y las nuevas (y escasas) unidades no son lo suficiente como para creer que esto es un más y mejor, sino un paso muy conservador que, convence, pero que no logra distanciarse lo suficiente de su predecesor. En Wargroove 2 hay objetivos diferentes en cada capítulo como escapar, controlar una base enemiga o incluso defender una posición, algo de agradecer teniendo en cuenta que en su predecesor muchas eran de acabar con el enemigo. También cambia su estructura, la historia y ciertas mecánicas como la incorporación de climas, objetos para mejorar unidades y un segundo nivel en las habilidades especiales de los comandantes (Groove). De hecho, el creador de niveles de Wargroove 2 también es mejor que el anterior, los desafíos son más divertidos y la dificultad más exigente… pero las sensaciones son las mismas.

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Esto no es ni mucho menos algo negativo, sino que los fans del primero encontraran en esta segunda entrega una apuesta segura. Para los que seáis nuevos en el género este es un gran juego para introducirse en él, entender sus mecánicas y disfrutar de una historia sencilla pero que logra mantener tu atención por el carisma de sus personajes. Las unidades son especiales en sí mismas y son efectivas unas contra otras, así como ganar un ataque critico dependiendo de su posición o estado en el que se encuentren.

Las novedades incorporadas no hacen más que pulir un sistema de combate que ya de por sí era maravilloso y logra que sintamos que cada escenario sea distinto y tengamos que afrontarlo de cierta manera. Nuevas estructuras como el aserradero que nos proporcionará dinero para reclutar más unidades o las torres de vigilancia para despejar la niebla más rápidamente son algunos ejemplos de las novedades que os esperan en Wargroove 2. Además, y aunque mantiene la misma calidad que su predecesor, las animaciones y su arte siguen manteniendo el tipo rozando la excelencia.

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